Al borde del abismo presupuestario
EE UU est¨¢ a punto de superar el techo de endeudamiento sin cuentas para 2011
Estados Unidos juega con fuego. La capacidad de endeudamiento del Gobierno federal est¨¢ al l¨ªmite y las agencias operan desde hace seis meses con un presupuesto de emergencia. Y si los legisladores en el Capitolio no aparcan sus diferencias ideol¨®gicas pronto, no har¨¢ falta que Moody's o Standard & Poor's rebajen la nota crediticia para que se desencadene un "verdadero caos".
Es la expresi¨®n que utiliz¨® el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, para exponer la gravedad de la situaci¨®n en sus ¨²ltimas comparecencias ante el Congreso. Y atendiendo a lo dicho por Timothy Geithner, secretario del Tesoro, ya se estar¨ªa rozando la l¨ªnea roja. Su departamento espera que entre el 15 de abril y el 31 de mayo se supere el techo de endeudamiento, fijado hace un a?o en 14,3 billones de d¨®lares.
El Tesoro calcula que puede alcanzar el l¨ªmite de deuda a partir del 15 de abril
Jamie Dimon alerta: "Pulsar ese bot¨®n ser¨¢ catastr¨®fico e impredecible"
Los republicanos quieren recortes de 33.000 millones en las cuentas p¨²blicas
La ¨²ltima pr¨®rroga del presupuesto vence el pr¨®ximo viernes, 8 de abril
La escalada en la ¨²ltima d¨¦cada ha sido espectacular si se compara con el agujero de 5,7 billones de 2000. De ah¨ª subi¨® a 10,7 billones con George Bush. Ahora roza el 100% del PIB. Pero si ese techo no se eleva de nuevo, el Tesoro no tendr¨¢ capacidad para pedir prestado y no estar¨¢ en condiciones de pagar las facturas pendientes, a no ser que adopte dr¨¢sticos recortes de gasto.
En la pr¨¢ctica, el Tesoro se ver¨¢ obligado a pagar intereses m¨¢s altos por la deuda y eso provocar¨¢ que se agrave m¨¢s el d¨¦ficit, que va camino de tocar los 1,6 billones de d¨®lares (10% del PIB). A esto habr¨ªa que sumar la p¨¦rdida de confianza de los inversores ante la incapacidad de Washington para mantener el orden en casa, lo que podr¨ªa hacer a¨²n m¨¢s da?o al d¨®lar y obligar a subir tipos.
Bernanke insiste en que no se puede rebasar ese l¨ªmite ni siquiera 20 minutos. El caso de la Europa perif¨¦rica muestra hasta d¨®nde puede llegar el castigo cuando los mercados dudan de la integridad fiscal de un pa¨ªs. Y aunque el debate presupuestario est¨¢ teniendo lugar lejos del ciudadano, la repercusi¨®n de un fracaso en la vida diaria de los estadounidenses ser¨¢ significativa.
El tiempo se echa encima, y eso pone nervioso a Jamie Dimon, consejero delegado de JP Morgan Chase. "Si alguien quiere pulsar ese bot¨®n, ser¨¢ catastr¨®fico e impredecible; por eso pienso que est¨¢n locos", dijo el banquero ante la C¨¢mara de Comercio, el principal lobby de los negocios en Washington. M¨¢s presi¨®n, por tanto, sobre la Casa Blanca y el Congreso. Lo que preocupa a Wall Street es que en Washington, y en particular en la bancada republicana, se vincule la necesidad de elevar el l¨ªmite de endeudamiento al recorte del gasto p¨²blico. El ala conservadora, agitada por el movimiento del Tea Party y con la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes, se siente con fuerza para plantar cara a la oposici¨®n dem¨®crata.
Es el nuevo equilibrio de poder que se vive tras las legislativas de noviembre. Bernanke comparte que se hagan los cambios necesarios en el presupuesto para reducir el d¨¦ficit. Pero pide que no se confundan las prioridades a largo plazo de disciplina fiscal con el reto econ¨®mico inmediato. Era su manera de decir que ese techo debe elevarse para que la recuperaci¨®n no se trunque.
La batalla no es nueva y toma cuerpo cada vez que el Congreso de EE UU trata de dar forma el presupuesto. Esta vez lo que marca la diferencia es el clima pol¨ªtico y la irrupci¨®n del Tea Party, que no duda en usar el l¨ªmite de gasto como reh¨¦n para forzar una reforma del Medicare (asistencia sanitaria p¨²blica a jubilados), del Medicaid (a personas vulnerables) y de la Seguridad Social (pensiones).
Uno de los m¨¢s visibles es el senador Marco Rubio, que ya ha dicho que votar¨¢ contra la elevaci¨®n del techo de gasto. Para defender sus argumentos, la estrella del Tea Party record¨® que Barack Obama adopt¨® una posici¨®n similar contra la iniciativa del republicano George Bush cuando el ahora presidente era senador en 2006. Le apoya sin fisuras Michele Bachmann, que considera el tr¨¢mite como "una licencia al Congreso para seguir gastando".
Este choque est¨¢ provocando que el Gobierno de EE UU, la mayor corporaci¨®n del mundo, opere desde octubre con un presupuesto limitado que se prorroga cada dos semanas. El viernes d¨ªa 8 expira la ¨²ltima extensi¨®n, concebida para dar margen a la negociaci¨®n y para llegar a un consenso que permita aprobar el paquete de gasto para los seis meses que quedan del ejercicio 2011.
El vicepresidente Joe Biden intervino el mi¨¦rcoles en un intento por mover las cosas y cerrar la brecha cuanto antes. Se reuni¨® con los l¨ªderes del Partido Dem¨®crata en el Senado, donde tiene la mayor¨ªa. "Estamos trabajando en el mismo n¨²mero. Pero, evidentemente, hay diferencias en la composici¨®n de esa cifra; qu¨¦ debe incluir y qu¨¦ no", precis¨® tras el encuentro. Esa cifra son 33.000 millones. La C¨¢mara de Representantes ya adopt¨® un presupuesto que contempla recortes por valor de 61.000 millones para 2011, que fue bloqueado por el Senado. Con las dos ¨²ltimas extensiones se lograron ahorros de 10.000 millones. Ahora los republicanos quieren una concesi¨®n de 23.000 millones m¨¢s, que podr¨ªan ser aceptados por Obama.
Robert Bixby, de la Concord Coalition, compara el choque con la pelea de los tres chiflados en el asiento trasero de un coche que se acerca al precipicio. Por eso pide al Congreso y al presidente Obama que lleguen cuanto antes a un compromiso sobre el presupuesto para lo que queda de 2011 y encaren "con seriedad" el debate sobre la reforma fiscal que necesita el pa¨ªs a largo plazo.
"Estamos intentando dar con una f¨®rmula en la que todos estemos c¨®modos", dijo el republicano Harold Rogers, pero eso llevar¨¢ alg¨²n tiempo. El l¨ªder de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, a?ade que "nada estar¨¢ cerrado hasta que todo est¨¦ acordado". Pero sabe que ese recorte ser¨¢ el mayor en la historia de EE UU y mira a lo que puede conseguir en el de 2012.
La divisi¨®n tambi¨¦n alcanza a los ciudadanos. Cuando se les pregunta qui¨¦n est¨¢ afrontando mejor el debate, el 46% responde a favor de Obama y los dem¨®cratas. El 45% se alinea con los republicanos. Tambi¨¦n es cierto que los progresistas, cuando dominaban las dos c¨¢maras, ya fueron incapaces de aprobar el presupuesto.
Como dice Biden, "no hay raz¨®n para que, con todo lo que est¨¢ pasando en el mundo y con el estado de la econom¨ªa, no evitemos la par¨¢lisis del Gobierno". Pero si no hay alg¨²n tipo de acuerdo para el 8 de abril, Washington empezar¨¢ a cesar actividades no esenciales, con lo que se volver¨¢ a una situaci¨®n muy similar a la que vivi¨® Bill Clinton hace 15 a?os.
![Senadores republicanos adscritos al Tea Party se manifestaron el pasado jueves en Washington en favor del recorte del gasto p¨²blico.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XMZRJPROUB2FHAIQUCZOIEXAIU.jpg?auth=f3fceca7686c6e25cc61e97a7d5233306d64583cb239f9abea3cf7d278688d7c&width=414)
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