Ahora viene lo bueno
Rodr¨ªguez Zapatero se despide de todos nosotros una vez termine la actual legislatura, pero antes echar¨¢ una manita a su partido en las pr¨®ximas campa?as electorales. No debe ser del todo exacto lo que anda vociferando Rita Barber¨¢ respecto de que lo han echado los suyos, porque si tan malsano fuera para ellos, no le pedir¨ªan que arrime el hombro hasta mayo. Pese a los numerosos claroscuros, yo dir¨ªa que la presidencia de Zapatero ha sido m¨¢s positiva que negativa, sobre todo durante su primera legislatura, antes de que las cosas empezaran a venir mal dadas para todos. En un cierto momento, har¨¢ casi un a?o, estaba claro para todos que tendr¨ªa que marcharse a fin de no seguir con unas pol¨ªticas que le repugnan y acaso tambi¨¦n a su partido. Todo ante el contento apenas disimulado de un Partido Popular que se ha dedicado a estorbar todo lo posible y a dejar caer la pera madura a sabiendas de que la situaci¨®n no era f¨¢cil de resolver para nadie y convencidos de que van a salir escaldados de su toma del poder, si lo consiguen, que yo creo que s¨ª, para desdicha general. Est¨¢ claro que un partido m¨¢s o menos de izquierda (m¨¢s que menos) no puede contentar a nadie con una pol¨ªtica de numerosos rasgos derechistas, ni siquiera a la derecha m¨¢s o menos extrema que desea esas medidas y otras todav¨ªa m¨¢s duras para su propia ejecutoria. No en vano algunos dirigentes de esa derecha asilvestrada tienen ya anunciado su prop¨®sito de derogar algunas leyes muy progresistas si llegan a La Moncloa, si es que para entonces les conviene todav¨ªa, porque no es elasticidad-hasta-cierto-punto lo que les falta.
Pero antes tenemos auton¨®micas y municipales, donde me temo que los socialistas se van a dar el batacazo. Y no por nada, sino porque el car¨¢cter mismo de esas convocatorias hace que el personal vote seg¨²n lo que le afecta como m¨¢s pr¨®ximo, y en ese sentido bien puede ocurrir que lo m¨¢s cercano sea la percepci¨®n dom¨¦stica de una situaci¨®n desastrosa en lugar de delimitar responsabilidades de m¨¢s alto vuelo. En ese sentido, es de temer que el se?or Camps y los suyos (cuya arrogancia infundamentada solo es comparable a la desahogada actitud de algunos tiranuelos de catxirulo) se alcen una vez m¨¢s con el santo y la limosna, ya que su algo m¨¢s que presunta implicaci¨®n en corruptelas de mucho calado les hace pasar por gente lista a los ojos de buena parte del electorado, hasta ese punto han degradado las virtudes que se le supone al ejercicio democr¨¢tico del poder pol¨ªtico.
Si vamos a disfrutar de Rita y Camps, Camps y Rita, para rato, va siendo hora de que los socialistas de aqu¨ª dediquen m¨¢s horas a analizar lo que realmente ocurre que a se?alar con el ¨ªndice a los malos que siempre ganan. Ser¨ªa una manera saludable de empezar a evitar que sigan haci¨¦ndolo.
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