Sergio Garc¨ªa, al rojo vivo

Tiger Woods vest¨ªa ayer de verde. El color con el que se marcan los resultados sobre el par en Augusta. Sergio Garc¨ªa, de rojo, el color del bajo par. Al Ni?o le toc¨® jugar justamente un hoyo por detr¨¢s del Tigre. As¨ª que, cuando el castellonense llegaba al green, se respiraba todav¨ªa una tensi¨®n contenida. Por ah¨ª acababa de pasar Woods.

Mientras Tiger sal¨ªa del green mirando al suelo con el rostro petrificado y maldiciendo sus putts (pese a todo, acab¨® con 71 golpes, uno bajo par), Sergio entraba en ¨¦l con una sonrisa. La misma del d¨ªa anterior, cuando bromeaba sin parar con ?lvaro Quir¨®s en la jornada de entrenamiento. La misma que se torci¨® con un bogey en el ¨²ltimo hoyo tras una gran jornada: 69 golpes, tres bajo par, a cuatro de un incre¨ªble Rory McIlroy, que se sali¨® del mapa con 65.

La reconquista de Am¨¦rica por parte de los europeos ya tiene los dos primeros candidatos. Uno es McIlroy. Tiene solo 21 a?os, juega su tercer Masters y est¨¢ destinado a grandes tardes, como esboz¨® ya el a?o pasado en la primera vuelta del Open Brit¨¢nico con su r¨¦cord de 63 golpes. "Pero esto es un buen inicio, nada m¨¢s", dijo el joven norirland¨¦s como si fuera un experto veterano. El otro es Garc¨ªa. Parece que ha aprendido la lecci¨®n de los ¨²ltimos a?os en Augusta. Ayer firm¨® su tercera mejor actuaci¨®n en el Masters y por cuarta vez bajo de los 70.

Peor le fueron las cosas a uno de las favoritos, el alem¨¢n Martin Kaymer, n¨²mero uno del mundo. Augusta es una especie de pesadilla para ¨¦l. No pas¨® el corte en las tres ediciones anteriores y ayer acab¨® la primera jornada forrado de bogeys: seis golpes sobre par y una cuesta arriba tremenda para poder jugar el fin de semana. Si se quedase por el camino, el domingo podr¨ªa ceder su condici¨®n de mejor jugador mundial.