Crece la tensi¨®n entre Italia y Francia sobre los 'sin papeles'
Par¨ªs endurece los controles fronterizos a los norteafricanos
La tensi¨®n entre Italia y Francia por deshacerse de los 21.000 inmigrantes tunecinos llegados a la isla de Lampedusa desde que estallaron las revueltas en el norte de ?frica subi¨® ayer un nuevo escal¨®n. El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, acus¨® a Par¨ªs de no querer cooperar y de mantener "una actitud de hostilidad" hacia Roma. Su hom¨®logo franc¨¦s, Claude Gu¨¦ant, replic¨®: "Italia tiene un problema, y me doy cuenta de lo dif¨ªcil que es de manejar, pero Francia no tiene intenci¨®n de rendirse a la inmigraci¨®n econ¨®mica".
Mientras Silvio Berlusconi firmaba el decreto que conceder¨¢ los permisos de residencia temporales a los miles de tunecinos que tiene dispersos por el centro y el sur del pa¨ªs, Par¨ªs anunciaba que hab¨ªa dado ¨®rdenes a la polic¨ªa para endurecer los controles en la frontera con Italia. En realidad, Francia lleva varias semanas devolviendo a muchos de los tunecinos que logran llegar a la frontera de Ventimiglia. Las cifras oficiales dicen que ha rechazado a la mitad de los 2.500 controlados desde que empezaron las llegadas masivas.
Roma ha concedido a quienes huyen de Libia permisos de residencia temporal
Ahora, al intuir que Roma iba a optar por concederles permisos temporales, el ministro Gu¨¦ant envi¨® el mi¨¦rcoles una circular a todas las prefecturas del pa¨ªs recordando a la polic¨ªa "la conducta" a seguir. Adem¨¢s del permiso de residencia, los extracomunitarios deber¨¢n cumplir cinco requisitos: tener un pasaporte en vigor, un billete v¨¢lido de viaje, demostrar recursos suficientes para su estancia (62 euros al d¨ªa por persona, y 31 euros si disponen de alojamiento), adem¨¢s de no constituir una amenaza para el orden p¨²blico y no haber entrado en Francia en los ¨²ltimos tres meses. En realidad, se trata de aplicar con toda rigidez las normas que establece la Uni¨®n Europea para permitir la libre circulaci¨®n de extracomunitarios por el espacio Schengen. El matiz es que mientras Italia trata ahora a los tunecinos como refugiados con la esperanza de que se vayan, Par¨ªs insiste en calificarlos como clandestinos para no admitirlos. Los dos titulares de Interior se reunir¨¢n hoy para tratar de acercar posturas, pero entretanto ambos parecen competir en enviar mensajes de demag¨®gica firmeza a sus respectivos electorados.
Mientras los pol¨ªticos guerreaban, los guardacostas italianos prosiguieron ayer la b¨²squeda de posibles supervivientes del tr¨¢gico naufragio del mi¨¦rcoles, cuando una barcaza con cerca de 300 inmigrantes africanos que hu¨ªan de la guerra de Libia se hundi¨® a 39 millas al sur de Lampedusa. Dos aviones y dos barcos inspeccionaron la zona del naufragio, aunque el mal estado del mar y las horas transcurridas dejan muy pocas esperanzas de encontrar a alguien con vida. Las autoridades recuperaron 20 cuerpos, seg¨²n inform¨® la Oficina Internacional para Migraciones. Solo 53 personas lograron sobrevivir.
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