Desprestigio europeo
La negativa de la Euroc¨¢mara a recortar gastos alimenta el desapego de los ciudadanos
Flaco favor le ha hecho la Euroc¨¢mara a la causa europea neg¨¢ndose a reducir gastos por el sistema de limitar el uso de la primera clase para los vuelos de m¨¢s de cuatro horas y congelar las dietas de los eurodiputados. La votaci¨®n del mi¨¦rcoles fue un espect¨¢culo sonrojante, especialmente para los pol¨ªticos espa?oles, que, salvo cuatro (uno del PP, otro de ERC, otro de CiU y un ¨²ltimo de Iniciativa), se opusieron en bloque a las enmiendas que, a propuesta de Los Verdes e Izquierda Unitaria, pretend¨ªan reducir los costes de la instituci¨®n y lanzar de paso un mensaje positivo a los ciudadanos.
El sueldo de los eurodiputados ha sido un permanente e hist¨®rico motivo de esc¨¢ndalo por sus elevados ingresos (un m¨ªnimo de 6.200 euros netos al mes m¨¢s dietas y gastos de oficina), por sus privilegios (alta pensi¨®n garantizada) y por la picaresca desvelada cada cierto tiempo por los medios a la que se agarran sus se?or¨ªas para elevar a¨²n m¨¢s sus emolumentos. El pleno del mi¨¦rcoles alimenta esa mala imagen y llega en el momento m¨¢s inoportuno. Frente a una Europa que pierde peso en el tablero internacional y padece con especial crudeza los embates de una profunda crisis econ¨®mica y financiera, dichos pol¨ªticos se niegan a aplicarse la misma austeridad que sufre ya la pr¨¢ctica totalidad de la ciudadan¨ªa europea, incluidos los parlamentarios nacionales. Es una se?al muy inoportuna tambi¨¦n porque se produce cuando el Parlamento Europeo (la ¨²nica instituci¨®n europea surgida del sufragio universal) alcanza la mayor capacidad decisoria de su historia, especialmente en asuntos presupuestarios y de Justicia e Interior.
En Espa?a, PP y PSOE han intentado minimizar el resultado del voto porque, dicen, no ten¨ªa efecto alguno. Es un alegato de f¨¢cil contraargumento: demuestra a qu¨¦ dedican sus esfuerzos sus se?or¨ªas y evidencia cu¨¢les son sus opiniones y sus preocupaciones. Tales actitudes aumentan el desprestigio de las instituciones de la UE y de sus pol¨ªticos, los mismos que despu¨¦s se rasgan las vestiduras por el alto nivel de abstenci¨®n en las elecciones europeas. El ¨²nico resultado positivo de este lamentable espect¨¢culo es la movilizaci¨®n ciudadana a trav¨¦s de las redes sociales. Adem¨¢s de escuchar sus airadas protestas, har¨ªan bien los eurodiputados en dejar de interpelar a los dem¨¢s sobre su creciente desinter¨¦s por lo europeo y empezar a interpelarse a s¨ª mismos.
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