"Me hice c¨®mico porque quer¨ªa hacer re¨ªr a mi madre"
El director m¨¢s taquillero del cine franc¨¦s se pas¨® unos meses record¨¢ndose a s¨ª mismo que el director m¨¢s taquillero del cine franc¨¦s es un ser corriente, tan corriente como los protagonistas de Bienvenidos al norte, su bombazo cinematogr¨¢fico. Lograr 20,5 millones de espectadores en un pa¨ªs de 65 millones de habitantes con una comedia -aunque se r¨ªa de la estupidez humana y hable de algo tan real como la brecha entre norte y sur- es un milagro dif¨ªcil de digerir incluso para alguien como Dany Boon (Armenti¨¨res, 1966), famoso actor, director y c¨®mico.
"Ten¨ªa que desmitificar el ¨¦xito, as¨ª que hubo un tiempo en que bromeaba con mi mujer y le hablaba de m¨ª en tercera persona. Le dec¨ªa: 'El n¨²mero 1 del cine franc¨¦s tiene hambre'. O, '?qu¨¦ manera es esa de hablar al n¨²mero 1 del cine franc¨¦s?". Resulta que, a fuerza de vivir a trav¨¦s de otro, este mestizo de ojos azules, dos veces casado y padre de cinco hijos, ha acabado por asumirlo: "No me considero el n¨²mero 1. No me importa cu¨¢nta gente vaya a la sala, lo que me obsesiona es c¨®mo sale. Estamos saliendo de una ¨¦poca en que la comedia ha estado muy influenciada por Hollywood, con un super¨¢vit de belleza, buen rollo y frivolidad. ?Necesitamos comedias con algo de fondo!".
El cineasta que conmovi¨® a Francia defiende la comedia con "algo de fondo"
Boon, traje gris, camisa negra y alianza, irrumpe sobriamente vestido en el hall del hotel Madrid Reina Vitoria. La excusa de la cita -un brunch a base de fruta, caf¨¦, boller¨ªa e ib¨¦ricos- es el estreno hoy en Espa?a de su nueva pel¨ªcula, Nada que declarar, una historia de amor, racismo y xenofobia vista solo en Francia por ocho millones de espectadores en ocho semanas. La trama es simple y, el guion, de los que hace pensar. Se acerca el 1 de enero de 1993 y un agente de aduanas franc¨¦s (Boon) afectado por la desaparici¨®n de las fronteras europeas lucha por mantener una relaci¨®n imposible con una mujer belga de una familia de franc¨®fobos. ?Es un homenaje a sus padres? "Es un homenaje a su coraje", admite.
Su padre, exboxeador, era argelino de origen kabyle; su madre, francesa y muy joven cuando se qued¨® embarazada. Las biograf¨ªas del cineasta se limitan a decir que ella fue rechazada por su familia. La distensi¨®n de este redesayuno casi l¨ªquido -Boon jura que su glotoner¨ªa de primera hora le ha quitado el hambre- anima a profundizar. ?Qu¨¦ fue exactamente lo que pas¨®? El cineasta r¨ªe por el atrevimiento, y responde: "Digamos que una parte de la familia de mi madre rechaz¨® a mi padre, que conoc¨ª poco a mi abuela y nada a mi abuelo. Y hubo algo que me marc¨®", confiesa. "El d¨ªa de la boda de mi t¨ªo materno, el peque?o, nos pusimos elegantes y fuimos al Ayuntamiento. No pudimos entrar. Tendr¨ªa yo seis a?os y todo me parec¨ªa absurdo. Y era por la locura de mi abuelo. Estas cosas marcan. Yo intento hacer re¨ªr a la gente porque quer¨ªa que mi madre estuviese bien. Creo que ese es el punto de partida de mi carrera".
Lo que vino despu¨¦s fue la Escuela de Bellas Artes, las actuaciones en las calles de ciudades como Par¨ªs, los teatros, la televisi¨®n, la m¨²sica -s¨ª, tambi¨¦n compone-, el cine y, con ¨¦l, el ¨¦xito total. Siempre como c¨®mico, como cabe esperar en alguien que cree en la risa como terapia. Y tambi¨¦n siempre, con su pasado bien presente. Lo mismo cuando habla de xenofobia -"los racistas pueden cambiar a nivel pr¨¢ctico, pero no en lo te¨®rico"- que cuando se presta a grabar y enviar esta entrevista con su m¨®vil. El viejo magnet¨®fono muri¨® antes de que apurara su expreso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.