Una inyecci¨®n de optimismo
La inauguraci¨®n de La Luz de las Im¨¢genes ha supuesto para Alcoi una inyecci¨®n de optimismo. Viene a coincidir, adem¨¢s, con la reciente apertura del Centro de Arte de Alcoi (CADA), que tanto ¨¦xito ha tenido en la ciudad. Dir¨ªa que ambos hechos se han producido en el momento justo, cuando la poblaci¨®n m¨¢s lo necesitaba. Hace tiempo que Alcoi es una ciudad estancada, falta de ¨¢nimo, una situaci¨®n que la actual crisis econ¨®mica se ha encargado de acentuar. A?os atr¨¢s, la alcald¨ªa de Sanus cre¨® un espejismo, probablemente excesivo, que, al no concretarse, produjo una cierta frustraci¨®n. Los alcaldes que le sucedieron fueron incapaces de levantar el vuelo. Como regidores, Peralta y Sedano han sido hombres de una insignificancia manifiesta. Quiero decir que han estado m¨¢s preocupados por defender sus intereses y los de sus amigos que de las necesidades reales de la ciudad.
En estas circunstancias, el alcoyano ha acogido La Luz de las Im¨¢genes con los brazos abiertos. Ha visto en la muestra un reconocimiento a su tierra que ha tomado por una estimaci¨®n de sus m¨¦ritos: somos importantes, existimos para el mundo, se han dicho los alcoyanos. No hay m¨¢s que asomarse a las p¨¢ginas de la prensa y leer los comentarios publicados para percatarse de la importancia que ha tenido el suceso en la poblaci¨®n. El hecho de que Alcoi se convierta en un eventual destino tur¨ªstico ha sido considerado un asunto muy serio. Quien m¨¢s, quien menos, todo el mundo sue?a con la posibilidad de que, a partir de ahora, Alcoi tenga plaza fija en los mapas del turismo valenciano. En esas condiciones, nadie pod¨ªa preguntarse si el patrimonio que se muestra merec¨ªa el esfuerzo y el enorme gasto realizado.
No quisiera amargarles la fiesta a mis amigos alcoyanos pero, antes de lanzar las campanas al vuelo, deber¨ªan averiguar que supuso La Luz de las Im¨¢genes para las poblaciones que acogieron la exposici¨®n. Conozco de primera mano los casos de Orihuela y Alicante: puedo asegurar que su repercusi¨®n sobre el turismo fue muy escasa en ambas ciudades. Naturalmente, se produjeron visitas mientras la muestra permaneci¨® abierta, que desaparecieron tras la clausura. Es seguro que las cosas podr¨ªan haberse hecho de una manera m¨¢s efectiva, pero tal cosa no estaba en el ¨¢nimo de los organizadores. Para ellos, lo importante era la exposici¨®n y su efecto a corto plazo, es decir, lo que ten¨ªa de propaganda. Si somos realistas, admitiremos que Alcoy carece de un patrimonio religioso de relieve como para convertirse en un polo de atracci¨®n. Tiene, en cambio, un patrimonio arquitect¨®nico e industrial del mayor inter¨¦s que podr¨ªa servir muy bien a ese prop¨®sito.
La Luz de las Im¨¢genes es otro ejemplo de c¨®mo Francisco Camps entiende el gobierno de la Comunidad Valenciana. Estamos ante una enorme operaci¨®n de propaganda donde, con el dinero de los valencianos, el Gobierno restaura el patrimonio de la Iglesia Cat¨®lica. El ¨¦xito de la maniobra ha sido absoluto y, en la pr¨¢ctica, se ha desarrollado sin oposici¨®n. La idea que se ha trasladado a los valencianos es que nos encontramos ante un proyecto extraordinario que beneficia a todo el mundo. La esplendidez de Camps con nuestro dinero es manifiesta. Es posible que en este asunto todos ganemos algo, no lo niego; pero las diferencias entre los que unos y otros perciben son incomparables. No deja de ser una iron¨ªa que la consejera de Cultura afirme que "Alcoi ha logrado convertirse en un referente de la recuperaci¨®n patrimonial" cuando la ciudad se est¨¢ quedando sin patrimonio industrial que es, probablemente, su mayor riqueza tur¨ªstica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.