El Bar?a afina con vistas a Madrid

Avistada la serie del cl¨¢sico, el Bar?a se puso en forma en Donetsk. Los azulgrana recuperaron alguno de sus mejores signos de identidad contra el Shakhtar. Ha regresado Messi, el¨¦ctrico y goleador, nada autista; la mec¨¢nica del juego funciona de forma m¨¢s natural con Busquets de volante, y, a falta de Puyol, no es mala soluci¨®n poner de central a Mascherano o, al menos, funcion¨® bien contra el inexperto Shakhtar. Acaso preocupa la mala racha de Villa, que ya suma nueve jornadas sin marcar, y tampoco Pedro est¨¢ en su mejor momento, detalles que pueden rebajar su competitividad por la falta de gol. A nivel global, sin embargo, los azulgrana cada d¨ªa parecen m¨¢s a punto, repuestos de unas jornadas de cierta angustia. Convirtieron al Shakhtar en un rival convencional, nada que ver con el peligroso equipo que visit¨® el Camp Nou, un cambio muy revelador.

Ya no especula ni regula. Se ha vuelto tenso y jug¨®n. La mejor medicina

Los azulgrana se tomaron muy en serio el partido, tanto que apenas dur¨® un cuarto de hora, el tiempo que tard¨® m¨¢s o menos en rendirse el Shakhtar, 10 minutos antes de que Messi firmara su gol n¨²mero 48, una cifra jam¨¢s alcanzada por un delantero del Barcelona. No hubo concesiones en la alineaci¨®n de Guardiola y el equipo se despleg¨® muy bien en la cancha a partir de Busquets como pivote mientras Mascherano cerraba sin apuros como central diestro al lado de Piqu¨¦. No pareci¨® un cambio cualquiera: si era un ensayo para la final de Copa, sobre todo si se tiene en cuenta que El Jefecito no jugar¨¢ el s¨¢bado el partido de Liga del Bernab¨¦u por sanci¨®n, la prueba fue resultona. El ¨²nico inconveniente es que el Madrid no es el Shakhtar.

El Bar?a fue un equipo m¨¢s reconocible y, por momentos, record¨® a una de sus mejores versiones. Los azulgrana acortaron de nuevo el campo, recuperaran poco a poco la fluidez en el juego y atacaron mejor, circunstancia que les permiti¨® no ser tan exigidos en la defensa, una l¨ªnea bien protegida por la buena forma de Vald¨¦s. Al equipo, en cualquier caso, le llev¨® un rato gobernar la contienda. Ausente Iniesta, a Busquets le faltaban socios para combinar y necesitaba m¨¢s profundidad de los delanteros. El encuentro arranc¨® de manera lenta, sin intensidad, p¨¦rdidas reiteradas del bal¨®n y escasa presencia barcelonista en el ¨¢rea del Shakhtar.

Los muchachos de Lucescu aguardaban pacientemente en su feudo, como si todav¨ªa estuvieran espantados por la tunda de la ida, r¨¢pidos en la anticipaci¨®n y selectivos en la contra, siempre verticales. Las llegadas fueron tan escasas como concretas y Vald¨¦s respondi¨® excelentemente a un tiro de Douglas Costa. La anestesia azulgrana tard¨® media hora en ser efectiva. Mejor puestos y m¨¢s agrupados, los barcelonistas aseguraron la l¨ªnea de pase, activaron la circulaci¨®n de la pelota y eliminaron de forma progresiva la l¨ªnea de presi¨®n del Shakhtar. Adriano y Messi enfilaron a Pyatov y hasta Piqu¨¦ se arrim¨® en el ataque despu¨¦s de constatar que Mascherano no solo funcionaba como corrector, sino que tambi¨¦n atacaba con los cambios de orientaci¨®n.

El gol se anunciaba en el fondo sur del Donbass, donde los seguidores del Shakhtar se sacaron la zamarra y recibieron a pecho descubierto a la delantera azulgrana. La situaci¨®n demandaba una fotograf¨ªa y Messi se puso al aparato. Tom¨® la pelota Busquets, conect¨® con Alves y La Pulga la cruz¨® ante Pyatov. La eliminatoria hab¨ªa quedado finiquitada por si quedaban dudas. La cuesti¨®n que se planteaba a partir del descanso era si el Bar?a tambi¨¦n ser¨ªa capaz de ganar el partido de vuelta al Shakhtar. La palabra la ten¨ªa la delantera de Guardiola frente a la poca defensa de Lucescu. Ocurre que Villa est¨¢ seco y Afellay es tan acad¨¦mico como poco resolutivo.

Las largas posesiones se sucedieron y muy de vez en cuando aceleraba Messi para despertar la admiraci¨®n de la hinchada. La Pulga dio un gol pr¨¢cticamente hecho a Afellay. La respuesta del holand¨¦s fue una rosca, como si hubiera nacido en La Masia, un delantero m¨¢s que prefiere dejar la pelota en la porter¨ªa en vez de romper la red. La falta de punter¨ªa y de remate emborron¨® el estupendo ejercicio barcelonista, tan bien dise?ado que permiti¨® las sustituciones oportunas de Piqu¨¦, Xavi y Villa, que se retir¨® da?ado en una rodilla. La rueda de cambios ayud¨® al Shakhtar a practicar el remate a porter¨ªa. Tampoco acert¨® por la buena estampa de Vald¨¦s, de manera que el Barcelona pudo defender el gol de Messi y ganar tambi¨¦n en Donetsk.

Fue la mejor medicina con vistas al encuentro del Madrid. Ya no especula ni regula el Bar?a, sino que, avistada la serie del cl¨¢sico, se ha puesto tenso y jug¨®n, dos de sus mejores rasgos. Ahora, como otras veces, le falta recuperar la pegada. El gol descansa en las botas de Messi, uno solo, pero el mejor.