Un Chern¨®bil a c¨¢mara lenta
Jap¨®n asume al fin la gravedad de Fukushima - La empresa admite que la radiaci¨®n puede superar la de 1986
El sector cr¨ªtico con la energ¨ªa nuclear hab¨ªa hecho suya una frase: "Fukushima es un Chern¨®bil a c¨¢mara lenta". Ayer, m¨¢s de un mes despu¨¦s del tsunami que da?¨® gravemente cuatro de los reactores de la central nuclear, el Gobierno japon¨¦s vino a reconocer algo as¨ª al calificar el accidente como un 7 en la escala internacional INES.
El 7 es el nivel m¨¢ximo y solo Chern¨®bil (Ucrania, 1986) lo hab¨ªa alcanzado. Aunque Tokio se empe?¨® en demostrar las diferencias con la central sovi¨¦tica, la compa?¨ªa el¨¦ctrica due?a de Fukushima, Tepco, admiti¨® que la fuga radiactiva, para la que no ve fin, puede acabar superando la de Chern¨®bil.
El 22 de marzo, 11 d¨ªas despu¨¦s del terremoto, el Instituto franc¨¦s de Radioprotecci¨®n y Seguridad Nuclear dio su c¨¢lculo de cu¨¢nto hab¨ªa emitido la nuclear. Estim¨® que la emisi¨®n de cesio 137 fue de 10.000 terabequerelios (un 1 seguido de 16 ceros) mientras que la de yodo 131 fue de 90.000 terabequerelios. Eso, afirm¨®, supon¨ªa un 10% de lo que emiti¨® Chern¨®bil.
La r¨¦plica del lunes desat¨® un incendio en un reactor de Fukushima
Tokio no dio hasta ayer su c¨¢lculo sobre la magnitud del escape. Y sus conclusiones son similares a las que Francia dio 20 d¨ªas antes. Jap¨®n calcula que la emisi¨®n de yodo 131 ronda los 140.000 billones de bequerelios y la de cesio 137 los 9.000 terabequerelios.
Lo importante no es la primera cifra, sino el n¨²mero de ceros: 17 para el yodo y 16 (o casi) para el cesio. En Chern¨®bil, la fuga, medida en bequerelios, tuvo 18 ceros para el yodo y 17 para el cesio. De ah¨ª que los dos pa¨ªses cifren el escape en el 10% de Chern¨®bil.
Con el c¨¢lculo de la fuga, Jap¨®n elev¨® la gravedad del accidente hasta el 7, el m¨¢ximo. Ese nivel es obligado cuando hay "liberaci¨®n grave de materiales radiactivos con amplios efectos en la salud y el medio ambiente". La calificaci¨®n no es arbitraria, sino que debe evaluarse as¨ª cuando hay emisi¨®n de "decenas de miles de terabequerelios de yodo 131", lo que ocurre en Fukushima.
El cambio de criterio lo hizo p¨²blico en rueda de prensa televisada Hidehiko Nishiyama, subdirector de la agencia japonesa de seguridad nuclear (NISA). El infatigable Yukio Edano eludi¨® ayer la pregunta y se remiti¨® a la comparecencia posterior de Nishiyama, otra de las caras de esta crisis.
Nishiyama puso todo el ¨¦nfasis posible en desmarcar el accidente del de Chern¨®bil. Para ello dio cinco argumentos: que la fuga es solo un 10% de la de la central sovi¨¦tica; que aqu¨ª no hay muertos por la fuga radiactiva mientras que en Chern¨®bil murieron 29 trabajadores directamente por la radiaci¨®n mientras que en Jap¨®n solo 21 trabajadores han recibido m¨¢s de 100 milisievert (la dosis m¨¢xima anual para un empleado nuclear); porque la explosi¨®n en Fukushima ha sido de hidr¨®geno y no del n¨²cleo del reactor, y porque en Fukushima pueden seguir los trabajos para intentar controlar la central mientras que en Chern¨®bil no se pod¨ªa entrar. "En Fukushima por supuesto que no ha pasado esto", dijo Nishiyama, que pareci¨® apuntar a un mal dise?o de la escala INES.
Sin embargo, en otra rueda de prensa, la compa?¨ªa Tepco lanz¨® un mensaje mucho menos comedido: "La fuga radiactiva no ha terminado y nuestra preocupaci¨®n es que pueda superar la de Chern¨®bil". Nadie aventura que Jap¨®n vaya a controlar pronto Fukushima. Ayer, una r¨¦plica del se¨ªsmo de magnitud 6 en la escala de Richter provoc¨® un incendio y humo en uno de los reactores, que fue r¨¢pidamente sofocado.
Eduardo Gallego, profesor de Ingenier¨ªa Nuclear en Madrid, explic¨® que "las cantidades liberadas de yodo 131 ser¨ªan equivalentes a un 6% del total acumulado en el reactor n¨²mero 2 o en el 3. La mayor parte debe de provenir del 2, cuya contenci¨®n es-t¨¢ da?ada". Y a?adi¨®: "Del cesio 137, el porcentaje liberado ser¨ªa equivalente a un 3% del acumulado en el combustible del reactor 2 o del 3. Es muy probable que una parte se haya liberado tambi¨¦n desde las piscinas de combustible gastado". Es un porcentaje peque?o, que a la vez implica que, hasta que Jap¨®n no controle Fukushima, queda mucho dentro de los cuatro reactores da?ados.
Tras los mensajes confusos, el primer ministro japon¨¦s, Naoto Kan, neg¨® de nuevo en un discurso televisado que hayan ocultado informaci¨®n: "Lo que puedo decir de la informaci¨®n que me llega -por supuesto el Gobierno es muy grande y no tengo toda la informaci¨®n- es que ninguna informaci¨®n ha sido eliminada u ocultada tras el accidente".
Kan pidi¨® a los japoneses no afectados que mantengan su vida diaria, que compren productos de la zona azotada por el tsunami y pidi¨® unidad para superar la peor crisis desde la II Guerra Mundial.
FUKUSHIMA
- El accidente de Fukushima ha causado hasta ahora emisiones radiactivas estimadas entre un 7% y un 12% de las provocadas por Chern¨®bil, pero los reactores afectados siguen filtrando radiaci¨®n. La central japonesa cuenta con estructuras de contenci¨®n y las explosiones registradas en los primeros d¨ªas las han afectado pero no destruido. A diferencia de Chern¨®bil, donde decenas de trabajadores murieron en pocas semanas, en Jap¨®n no se han registrado muertos por radiaci¨®n.
Escala de sucesos nucleares
- Nivel 1. Anomal¨ªa.
- Nivel 2. Incidente.
- Nivel 3. Incidente importante, con nivel de radiaci¨®n superior a 10 veces el l¨ªmite establecido.
- Nivel 4. Accidente con consecuencias de alcance local.
- Nivel 5. Accidente con consecuencias de mayor alcance.
- Nivel 6. Accidente importante, con liberaci¨®n significativa de materiales radiactivos.
- Nivel 7. Accidente grave, con liberaci¨®n de material radiactivo con amplio efecto sobre la salud y el medioambiente.
CHERN?BIL
- El desastre de Chern¨®bil provoc¨® una contaminaci¨®n radiactiva grosso modo diez veces superior a la ocasionada hasta ahora por Fukushima. El accidente fue especialmente grave porque la central carec¨ªa de estructura de contenci¨®n. Adem¨¢s, el reactor afectado sufri¨® una fuerte explosi¨®n, que dispar¨® la contaminaci¨®n a gran altura y distancia. El incendio posterior a la explosi¨®n ardi¨® durante diez d¨ªas, echando una pluma de radiaci¨®n al aire sin freno.
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