Jap¨®n busca un plan B para refrigerar la central de Fukushima
EE UU sostiene que la situaci¨®n de los reactores ni mejora ni est¨¢ controlada
Jap¨®n busca un plan B para controlar la nuclear de Fukushima, en estado cr¨ªtico desde hace m¨¢s de un mes. Las dificultades para retirar el agua radiactiva, que dificulta enormemente los trabajos en la planta, llev¨® ayer a la Agencia Nuclear Japonesa a anunciar que "piensa en otras opciones". Conforme pasan los d¨ªas sin avances, crece la impresi¨®n de que cualquier r¨¦plica de calado -y ayer ya hab¨ªa 1.003 temblores medidos desde el 11 de marzo- puede dejar la nuclear de nuevo sin refrigeraci¨®n y disparar la alarma otra vez.
El presidente de la agencia nuclear de EE UU (la NRC), Gregoru Jazcko, lanz¨® el mi¨¦rcoles un jarro de agua fr¨ªa al Gobierno de Tokio y al lobby nuclear. La situaci¨®n de los reactores de Fukushima, dijo, no es "estable", sino "est¨¢tica", lo que implica que no solo no est¨¢ controlada sino que no mejora. EE UU, y en especial la NRC, ha mantenido una posici¨®n de cierta cr¨ªtica hacia Jap¨®n. Generalmente han dado una visi¨®n m¨¢s pesimista que la de Tokio y el tiempo les ha ido dando la raz¨®n.
El escape contin¨²a de forma inexorable d¨ªa a d¨ªa, al mar, al aire y al suelo
En rueda de prensa el subdirector de la Agencia de Seguridad Nuclear de Jap¨®n, Hidehiko Nishiyama, reconoci¨® a su manera que no hay progresos significativos: "Puede que sea dif¨ªcil retirar completamente el agua contaminada y que no nos permita realizar los trabajos. Tenemos que buscar otras opciones", admiti¨® ayer. La precaria refrigeraci¨®n de Fukushima ha entrado en un c¨ªrculo vicioso. Los t¨¦cnicos necesitan inyectar agua en los reactores y en las piscinas para evitar que se funda m¨¢s el combustible, lo que aumenta la fuga al exterior. Pero a la vez esa agua se escapa por alguna parte hacia el edificio de turbinas y dificulta enormemente los trabajos.
El resultado es que el escape contin¨²a de forma inexorable d¨ªa a d¨ªa, al mar, al aire y al suelo. Jap¨®n ya ha encontrado pescado con contaminaci¨®n incluso a 35 kil¨®metros de la central, un drama para un pa¨ªs con la mayor flota pesquera del mundo.
Adem¨¢s, lo que mejora un reactor lo pierde otro. Una de las lecciones de Fukushima es lo dif¨ªcil que resulta atajar una crisis al acumular muchos reactores en un emplazamiento. Esto es frecuente en la industria at¨®mica por lo dif¨ªcil que resulta abrir nuevos lugares a la energ¨ªa at¨®mica. Como tantas cosas en la industria at¨®mica, esa pr¨¢ctica ha quedado en entredicho.
El reactor 1 mantiene la presi¨®n elevada en el interior, y mientras los t¨¦cnicos se empe?an en que no suba, ayer anunciaron que hay nuevos problemas en la piscina de combustible gastado del reactor 4, que estaba parado el d¨ªa del terremoto. La emisi¨®n de radiaci¨®n desde esa piscina se dispar¨® ayer, debido probablemente a que pierde agua. Las barras de uranio ya usadas son enormemente radiactivas y est¨¢n en una piscina con agua que se refrigera constantemente.
A los achaques de la nuclear se une que, seg¨²n los japoneses, el terremoto del 11 de marzo no ha sido como los anteriores. Las r¨¦plicas se suceden cada d¨ªa (ayer hab¨ªa 1.003 contabilizadas, 408 de ellas con una magnitud superior a 5 y alguna de magnitud 7). En un pa¨ªs acostumbrado como ninguno a los se¨ªsmos, hay ciudadanos que comienzan a perder los nervios con cada temblor.
El lunes pasado un se¨ªsmo dej¨® a la planta sin refrigeraci¨®n durante una hora. En previsi¨®n de que pueda volver a ocurrir o de que llegue otro tsunami, Tepco, la compa?¨ªa propietaria de la central, planea instalar los generadores di¨¦sel de emergencia a 30 metros de altura, para que sigan funcionando si llega otra ola.
El primer ministro Naoto Kan dijo ayer que las provincias devastadas deben reconstruirse de manera que ofrezcan una calidad de vida ejemplar.
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