Se vende Coliseo antes de que se deteriore m¨¢s
La precariedad del patrimonio cultural por los recortes lleva a privatizar monumentos - Algunas voces consideran populista la soluci¨®n italiana
Estos d¨ªas se emite en las televisiones italianas un v¨ªdeo que promociona el turismo cultural. Se titula M¨¢gica Italia y el presentador es el propio Silvio Berlusconi, que sonr¨ªe y recita: "Visita el pa¨ªs que ha regalado al mundo el 50% de los bienes art¨ªsticos tutelados por la Unesco". Falla un peque?o detalle. Al porcentaje le sobra un cero. Italia cuenta exactamente con el 5% de los 911 sitios protegidos que forman parte del patrimonio de la Unesco. "M¨¢s de 100.000 iglesias y monumentos, 40.000 edificios hist¨®ricos, 3.500 museos, 2.500 sitios arqueol¨®gicos y m¨¢s de 1.000 teatros. ?Lo sab¨ªas?".
La pol¨ªtica cultural italiana, el pa¨ªs del Grand Tour, del Renacimiento y del Imperio Romano, de Piero della Francesca y de Verdi, de Dante y de Pasolini, se ha convertido poco a poco en algo parecido a un tesoro en descomposici¨®n. La sucesi¨®n de malas noticias de los ¨²ltimos meses ha sido un martilleo abrumador, casi diario. Tres derrumbes en Pompeya, el anuncio de una amnist¨ªa para los bienes arqueol¨®gicos robados, los recortes a las fundaciones l¨ªricas, el grave deterioro del Puente de Rialto en Venecia, los cierres de teatros y bibliotecas; las manifestaciones y huelgas de artistas y trabajadores por todo el pa¨ªs; la amenaza de cierre del Istituto Luce, la filmoteca hist¨®rica de Cinecit¨¤; la contrataci¨®n de algunos mafiosos excarcelados para cuidar del Museo Abatellis de Palermo; el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en la Protecci¨®n Civil que se encargaba de organizar grandes eventos culturales (y religiosos) y de gestionar bajo opacas y excepcionales condiciones de emergencia sitios arqueol¨®gicos, teatros y museos como la Galer¨ªa de los Uffizi de Florencia.
El del patrimonio "es un suicidio lento y obstinado", dice Stella
Un museo cierra y abre alas cada hora y media por falta de vigilantes
"M¨¢s que un funcionario soy el administrador de una quiebra"
La financiaci¨®n a la cultura ha ca¨ªdo un 50% y la mayor parte va a personal
La zapatera Tod's gestionar¨¢ la imagen y el alquiler del recinto romano
Los presupuestos han menguado, como el personal que cuida del arte
De hecho, la ¨²nica buena noticia de los ¨²ltimos tiempos parece ser que el Coliseo va a ser restaurado. Con fondos privados. Las obras han empezado ya con unas primeras catas: se han limpiado algunas columnas, y bajo la capa gris¨¢cea formada por la poluci¨®n han aparecido los matices y tonalidades de un m¨¢rmol rosa de una belleza ins¨®lita. Las im¨¢genes de la restauraci¨®n que pagar¨¢ el magnate del calzado Diego della Valle (25 millones de euros) han contribuido a relajar un poco la feroz pol¨¦mica que levant¨® la poco transparente firma del contrato entre el comisario especial del ¨¢rea arqueol¨®gica de Roma, la Sobreintendencia de los Bienes Culturales y la empresa zapatera.
A cambio de sufragar la restauraci¨®n del anfiteatro del siglo I, Tod's gestionar¨¢ en exclusiva los alquileres y los derechos de imagen del Flavio dentro y fuera de Italia, podr¨¢ poner su logotipo en las entradas y en los andamios, y construir un centro de servicios en el ¨¢rea arqueol¨®gica m¨¢s protegida del mundo.
El acuerdo fue firmado el 27 de enero, pero el texto solo se ha dado a conocer hace un par de semanas, cuando el sindicato UIL present¨® un escrito ante la Fiscal¨ªa de Roma y el Tribunal de Cuentas en el que expresaba sus dudas sobre el alcance del acuerdo y ped¨ªa que se aclaren posibles indicios de delito.
Tod's mantendr¨¢ durante 15 a?os prorrogables la exclusiva sobre la imagen mundial del monumento romano, y, mientras duren las obras, se ocupar¨¢ de la comunicaci¨®n y los derechos de comercializaci¨®n. Della Valle firm¨® el trato con el comisario extraordinario del ¨¢rea arqueol¨®gica de Roma, el arquitecto Roberto Cecchi, apoderado por un decreto especial de la presidencia del Gobierno. Cecchi es uno de los nombres que el Ejecutivo emplea desde 2001 para acometer su pol¨ªtica de "puesta en valor del patrimonio cultural". Su superior es Mario Resca, exconsejero delegado de McDonald's Italia. Silvio Berlusconi le nombr¨® para explotar los monumentos y museos con una actitud comercial y privada.
Algunas voces alertan de que se trata de una estrategia populista m¨¢s, basada en convertir la conservaci¨®n del patrimonio en emergencia permanente, lo que ayuda a adjudicar contratos a privados sin concurso ni control, mientras se promueven los recortes p¨²blicos y se vac¨ªan las plantillas de profesionales y t¨¦cnicos al cuidado del arte. La alerta sobre la incuria con la que Italia trata su patrimonio ha sido lanzada varias veces por el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano. Pero eso no ha frenado la carrera. Un reciente reportaje del programa de televisi¨®n Ballar¨° ha revelado que en el Coliseo solo hay ya 10 personas vigilando el monumento m¨¢s visitado de Italia.
Entretanto, a las empresas privadas de servicios culturales les va de f¨¢bula. Las taquillas y las visitas guiadas del anfiteatro, y las de la mayor¨ªa de museos y zonas arqueol¨®gicas del pa¨ªs, est¨¢n ya en sus manos. Las empresas ganan un porcentaje de hasta el 30% sobre las entradas. Solo en el Coliseo hay entre 15.000 y 20.000 visitantes por d¨ªa, a 12 euros cada uno. El mercado de los "servicios culturales a?adidos" es selecto: 10 o 12 empresas se reparten el pastel.
La otra noche, en una cena de cuatro horas con corresponsales extranjeros, el primer ministro tuvo tiempo para hablar unos segundos sobre cultura y patrimonio. Hace dos semanas ha aceptado la dimisi¨®n del ministro de Bienes Culturales, Sandro Bondi, su poeta de c¨¢mara, que se ha ido a su casa desesperado por los continuos recortes de los presupuestos dedicados a la cultura (casi mil millones en la ¨²ltima d¨¦cada), y Berlusconi ha nombrado en su lugar al anterior ministro de Agricultura, Giancarlo Galan.
De forma que el primer ministro recit¨® otra vez de carrerilla la lista del anuncio, a?adiendo por su cuenta otra cifra m¨¢gica: "Tenemos el 70% del patrimonio europeo de la Unesco". Y luego anunci¨® que Galan, hasta ahora conocido como un especialista en ganado bovino, "es un hombre muy culto y estar¨¢ aconsejado por grandes consejeros independientes, como nuestro Vittorio Sgarbi, que es un genio". Sgarbi es el cr¨ªtico de arte m¨¢s pol¨¦mico del pa¨ªs, defensor de Berlusconi en la televisi¨®n p¨²blica.
"Es una situaci¨®n que me enfurece. Es como asistir a la violaci¨®n repetida de la mujer a la que amas, te estremece", estalla Gian Antonio Stella, periodista de Il Corriere della Sera que firma con el colega Sergio Rizzo el libro de investigaci¨®n Vandali, l'assalto alle bellezze d'Italia (V¨¢ndalos, el ataque a las bellezas de Italia), donde los dos reporteros trazan un an¨¢lisis descorazonador de la degradaci¨®n del patrimonio aut¨®ctono, gracias a la ceguera de una pol¨ªtica demasiado centrada en su supervivencia para ocuparse de ello.
La imagen que abre el reportaje de los autores de La Casta es fulminante: las ruedas de los coches oficiales corren disparadas sobre los adoquines de la V¨ªa Apia, la Regina Viarum, una de las m¨¢s importantes calzadas de la antigua Roma, trazada en el 312 antes de Cristo por voluntad del c¨®nsul Apio Claudio, el Ciego.
En la actualidad est¨¢ cerrada al tr¨¢fico urbano por temor a da?ar los antiguos lastres pensados para las herraduras de los caballos o el pisoteo de los viandantes. Sin embargo, la antigua v¨ªa que conectaba Roma con Brindisi est¨¢ abierta a los coches oficiales (y a las ambulancias). Por eso se ha transformado en el camino preferencial que los pol¨ªticos utilizan para llegar al aeropuerto, cada jueves por la tarde, una vez terminados los trabajos parlamentarios semanales, para esquivar los atascos de la capital.
"Los neum¨¢ticos de los coches blindados que pisotean aquel fr¨¢gil adoquinado, construido hace 23 siglos para las cuadrigas, son la met¨¢fora de c¨®mo la clase dirigente de este pa¨ªs ofende cotidianamente los grandes tesoros italianos", escriben los autores. "No tenemos petr¨®leo. No tenemos gas natural, ni oro, ni diamantes. Solo poseemos una ¨²nica, grande, incluso inmerecida, riqueza: la belleza de nuestros sitios arqueol¨®gicos, la belleza de nuestras aldeas medievales, la belleza de nuestras mansiones patricias, la belleza de nuestros museos, de nuestras ciudades de arte". Y la desperdician. "Es un suicidio lento y obstinado, porque se quita ox¨ªgeno al recurso nacional m¨¢s abundante", argumenta Stella.
Se trata de un problema de visi¨®n pol¨ªtica, de miop¨ªa. "Cualquier Estado serio actuar¨ªa de forma opuesta: ?sabes que tu excelencia es el turismo (12% del PIB)? Entonces all¨ª pones a tu mejor hombre, al directivo m¨¢s capaz y preparado que tengas, para revalorizarlo, para que crezca. Y no. Ellos meten a una se?orita que no tiene ning¨²n merito ni experiencia en el sector (la ministra Michela Vittoria Brambilla). Resultado: ?Hasta China adelanta a Italia como destino preferido de los turistas mundiales!".
"?Sabes -porque as¨ª lo afirman estudios y datos- que cada euro invertido en cultura cunde m¨¢s que en el sector de la manufactura? Entonces, si hay una crisis, aumentas las inversiones en los museos, en el espect¨¢culo, en la manutenci¨®n de monumentos y sitios arqueol¨®gicos". Esto dictar¨ªa la l¨®gica. Pero en Italia las cifras pintan un cuadro exactamente opuesto. Las financiaciones a la cultura se han diezmado desde que gobierna Berlusconi, cayendo un 40% entre 2001 y 2011: de 2.386 a 1.429 millones de euros (Ley de Presupuestos). Si se calcula la inflaci¨®n, el derrumbe es a¨²n m¨¢s ruidoso: 50,5%.
"Para dar una sacudida a la crisis que amordaza la econom¨ªa estadounidense -recuerda Stella- Barack Obama se ha reunido con los directivos de Twitter y Facebook. Aqu¨ª Berlusconi prepara el Plan Vivienda, para que sea m¨¢s f¨¢cil esparcir cemento y construir. Una receta buena para la d¨¦cada de los sesenta, vieja, y totalmente inadecuada".
Llegan de cada rinc¨®n del Belpaese muestras del descuido generalizado en el que dormita el patrimonio transalpino. En Bolonia, por ejemplo, ciudad del centro norte, burgu¨¦s y acomodada, destino favorito de los Erasmus, con la universidad m¨¢s antigua del mundo y una vida cultural original y propositiva, la Pinacoteca Nacional est¨¢ obligada a turnar las salas a los visitantes. En Palermo sucede lo mismo en el Palacio Abatellis, donde solo hay gu¨ªas disponibles en japon¨¦s y el maravilloso retrato de la Anunziata de Messina solo se puede ver por la ma?ana.
Bajo el soportal color rojizo de Bolonia, la placa dice: "Pinacoteca Nacional. Abierta de martes a domingo de 9 a 19 horas". No especifica que, en realidad, el visitante no va a poder entrar en las 30 salas del antiguo convento que alberga obras maestras del Medievo, Renacimiento y Barroco italianos. Habr¨ªa que a?adir a la l¨¢mina informativa que algunas van a estar cerradas. Cerradas por recortes.
"Cada hora y media clausuramos un ala del museo para abrir otra. Hacemos turnos, porque los vigilantes somos pocos y no ubicuos", cuenta Massimo Trezza, que desde 1987 custodia el espl¨¦ndido pol¨ªptico dorado de Giotto, los ¨®leos de Rafael o las pinceladas barrocas de los Carracci, maestros de la escuela bolo?esa. Fue trabajador precario, en 1994 gan¨® la oposici¨®n y ahora es funcionario. Pero no est¨¢ tranquilo: "La cosa va fatal. Hasta hace pocos meses, los electricistas controlaban la iluminaci¨®n cuatro veces por semana. Ahora hemos recortado el contrato y se ha quedado en una. Los de la climatizaci¨®n acuden solo si pasa algo gordo". Son las 10.30 y hay que cambiar de ala. "Salgan se?ores, vamos a abrir la parte barroca".
Maria Rosaria San Giovanni, licenciada y funcionaria desde hace 11 a?os, tiende la cinta de terciopelo que impide el acceso a la sala: la Santa Cecilia de Rafael se queda sola resoplando su ¨¦xtasis mel¨®mano. Los turistas desconcertados se encaminan hacia los revuelos del Guido Reni. "Si uno de nosotros se pone enfermo es un l¨ªo, y para coger vacaciones hay que ganar una rifa", comenta la empleada.
Un panorama desolador, que ha llevado a dimitir no solo a Bondi sino a sus ¨²ltimos n¨²mero dos: primero al profesor Salvatore Settis y despu¨¦s a Andrea Carandini, quien finalmente ha decidido volver a su puesto cuando el Gobierno ha prometido recuperar parte de los 150 millones retirados este a?o al Fondo ?nico del Espect¨¢culo (FUS) subiendo un c¨¦ntimo el precio de la gasolina.
El Gobierno argumenta que en tiempos de crisis el coste del personal cultural supone el 70% de la financiaci¨®n p¨²blica. Afirma que hay que reducir plantillas, y para hacerlo bloquear¨¢ hasta 2013 las nuevas contrataciones en el sector p¨²blico cultural. "Nos est¨¢n estrangulando", dice Luigi Ficacci, superintendente de la pinacoteca bolo?esa. "He tenido que rescindir el contrato con una asociaci¨®n de jubilados que supl¨ªa la falta de personal (40 vigilantes para 30 salas) por pocos euros a la hora. Enel amenaza con cortarnos la luz. No tengo para pagar la electricidad. Ahora estamos pagando las facturas del a?o pasado, con sobreprecio de morosidad. Y ya estoy seco. Es imposible organizar exposiciones temporales que llamar¨ªan a visitantes y a mecenas privados. De esta forma desapareces del mapa. Te conviertes en un sujeto pasivo que solo da p¨¦rdidas".
Un animal herido: los visitantes eran casi 46.000 en 2008; se han reducido a menos de 33.000 el curso pasado, a medida que menguaba la financiaci¨®n estatal. "Me porto como el administrador delegado de una sociedad al borde de la quiebra, no como un funcionario: no hago m¨¢s que preparar proyectos y llevarlos a bancos, fundaciones, empresas. Intento recaudar fondos, pero es arduo". La Fundaci¨®n Prada acaba de asumir la restauraci¨®n de cuatro yesos del siglo XVIII. "Van a gastarse solo 25.000 euros, pero vinculan su firma a un arquetipo de la belleza. Sin ellos hubiera sido imposible hacer nada. Quiz¨¢s esta sea la ¨²nica v¨ªa".
El conflicto de intereses no pod¨ªa faltar. Electa Mondadori, divisi¨®n art¨ªstica del grupo que preside Marina Berlusconi, hija mayor del primer ministro, gestiona en concesi¨®n 43 librer¨ªas de museos y monumentos, desde el Coliseo y el Foro Romano a Capodimonte o el Madre de N¨¢poles. En 2009, factur¨® 29 millones de euros y recibi¨® el 70% del total de las concesiones estatales a las empresas de servicios culturales. La Sobreintendencia, en cambio, obtuvo cinco millones por ese mismo concepto, recordaba Ballar¨°.
La ministra de Turismo, Michela Vittoria Brambilla (inductora del spot M¨¢gica Italia), anunci¨® recientemente en un programa de televisi¨®n: "Mi ministerio est¨¢ haciendo folletos en varios idiomas y tantas, tantas, tantas cosas para poner en valor el patrimonio italiano".
Pompeya se cae, del Coliseo se ocupa un zapatero, los teatros cierran, la cultura y el espect¨¢culo agonizan y la gesti¨®n del patrimonio m¨¢s bello del mundo est¨¢, cada vez m¨¢s, en manos privadas. En un par de manos. ?Lo sab¨ªa?
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