Econom¨ªa- ficci¨®n
Hay s¨ªntomas de divisi¨®n de personalidad en la Junta de Andaluc¨ªa.
Cuando en 2007 la multinacional Delphi, fabricante de piezas para coches, huy¨® de la Bah¨ªa de C¨¢diz en busca de mayor ganancia, hacia Ruman¨ªa o Marruecos, o eso se dijo entonces, la Junta recoloc¨® en una f¨¢brica de piezas para aviones a los obreros de Delphi. Ahora la empresa aeron¨¢utica, Alestis Aerospace, quiere deshacerse de 195 de los 348 obreros a los que salv¨® del paro, y ha presentado un ERE, sigla famosa estos d¨ªas, expediente de regulaci¨®n de empleo. Alestis quiere liquidar, econ¨®micamente hablando, a los ya liquidados una vez en 2007.
El consejero de Econom¨ªa, Innovaci¨®n y Ciencia de la Junta, Antonio ?vila, en cuanto Alestis present¨® su ERE, justific¨® a la empresa. "Est¨¢ motivado", dijo. Un ERE nunca es agradable, pero Alestis no tiene pedidos, no tiene trabajo para esos 195 trabajadores. Y, una semana despu¨¦s, en el Parlamento, el consejero de Econom¨ªa ha pedido que Alestis retire su ERE. Es como si el consejero fuera dos personas distintas. Ahora dice que la Junta no aceptar¨¢ las condiciones de la empresa. Pero la Junta, adem¨¢s de ser la Junta, tambi¨¦n es accionista fundamental en la empresa que ha presentado el ERE, Alestis.
No son simples las cosas, aunque los motivos de la empresa (es decir, tambi¨¦n de la Junta, o de la mitad de su doble personalidad) sean terminantes: no hay trabajo. La f¨¢brica de Puerto Real en la que iban a trabajar los antiguos obreros de Delphi nunca ha llegado a abrir. Es una nave vac¨ªa, f¨¢brica zombi antes de cobrar vida. ?Qu¨¦ han hecho entonces los trabajadores estos a?os? Cursos de formaci¨®n, que no depend¨ªan de la propia empresa, sino de otra rama o negociado de la Junta. Alestis dice que los 195 trabajadores jam¨¢s han estado "bajo el ¨¢mbito de direcci¨®n y organizaci¨®n de Alestis".
El nuevo trabajo para algunos de los perjudicados de Delphi fue una ficci¨®n con dinero real y seres humanos reales, trabajadores sin trabajo, inc¨®modos, en la Bah¨ªa de C¨¢diz, despu¨¦s de la asfixia de los astilleros y la experiencia Delphi, esa multinacional inconstante, porque el dinero es poco fiel, que tambi¨¦n disfrut¨® en su d¨ªa de la generosidad de la Junta. La econom¨ªa ficticia no es s¨®lo propaganda, pero, cuando la buena voluntad confunde la propaganda con la realidad, llega un momento en que tanta irrealidad empieza a resultar insostenible. El caso Delphi-Alestis tiene su origen en una ¨¦poca de euforia econ¨®mica, cuando las autoridades promet¨ªan pleno empleo en Andaluc¨ªa para las mismas fechas (estas de ahora, precisamente) en las que el paro iba a alcanzar su dimensi¨®n m¨¢xima.
Los veteranos de Delphi son trabajadores experimentados, desaprovechados, un tipo de trabajador molesto, de otro tiempo, vigilante, afiliado a sindicatos, esos terribles ogros para los empresarios: gente rara que sabe que uno a uno, sin capacidad de negociar colectivamente, los trabajadores est¨¢n condenados a volver al pasado m¨¢s feo, cuando el patr¨®n contrataba al que se ofrec¨ªa por menos, al m¨¢s servil, al que no se mete en nada. Por ejemplo: trabajadores de Delphi acabaron en otra f¨¢brica, tambi¨¦n en C¨¢diz, subvencionada por la Junta, tambi¨¦n con algo de ficci¨®n. Produc¨ªa paneles fotovoltaicos, pero no se los vend¨ªan a nadie. Los trabajadores se preocuparon por el futuro de una f¨¢brica que se tragaba su propia producci¨®n. Se preocupaban por su propio futuro laboral. La empresa decidi¨® echar cuanto antes a los veteranos de Delphi.
En oto?o, en unas jornadas aeron¨¢uticas de la UGT, el consejero delegado de Alestis anunci¨® sacrificios en su empresa. Un par de d¨ªas antes del anuncio del ERE, Pedro Gorospe publicaba en las p¨¢ginas de Negocios de este peri¨®dico un informe sobre la posible y necesaria uni¨®n o alianza de tres aeron¨¢uticas espa?olas, incluida Alestis. Supongo que la uni¨®n exige un periodo previo de limpieza o purificaci¨®n econ¨®mica.
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