Capitalismo vikingo
Una de las secuelas m¨¢s preocupantes de la larga crisis es la enorme distancia que genera entre las ¨¦lites pol¨ªticas, econ¨®micas y financieras -que aplican ahora de nuevo parecidas recetas a las que llevaron a la Gran Recesi¨®n- y los ciudadanos, que se consideran estafados y los paganos finales de unos problemas que ellos no generaron. Gobierno tras Gobierno, de izquierdas o de derechas, los que gestionaron la crisis van cayendo como fichas de domin¨® en cuanto se convocan elecciones y aumentan los ¨ªndices de abstenci¨®n.
Esa irritaci¨®n ciudadana ha tenido una manifestaci¨®n muy pl¨¢stica en Islandia, esa peque?a isla de 320.000 habitantes que en apenas un a?o ha votado dos veces en refer¨¦ndum contra la iniciativa de su Gobierno de que se devuelvan con dinero p¨²blico 4.000 millones de d¨®lares al Reino Unido y Holanda. El caso es el siguiente: cuando estalla la fase financiera de la crisis, en el oto?o de 2008, el Gobierno island¨¦s -entonces de derechas- decide avalar sin l¨ªmites todos los dep¨®sitos bancarios que hab¨ªa en la isla; pero se desentendi¨® de los que estaban colocados en los bancos islandeses que actuaban en el exterior y que hab¨ªan captado miles de ahorradores de otros pa¨ªses, fundamentalmente del Reino Unido y Holanda, atra¨ªdos por los altos tipos de inter¨¦s que pagaban.
A Islandia fue varias veces Milton Friedman para defender su modelo y su presencia en el Chile de Pinochet
Cuando se desploma la banca islandesa, Londres y ?msterdam garantizan los dep¨®sitos de los bancos islandeses en sus territorios y, a continuaci¨®n, se los reclaman al Gobierno island¨¦s. Este -que ya ha cambiado de signo ideol¨®gico- decide devolver ese dinero (4.000 millones), pero el presidente del pa¨ªs, mediante una prerrogativa constitucional, consulta en refer¨¦ndum a los ciudadanos y estos votan tenazmente que no se reintegre ese dinero con sus impuestos -se vota dos veces porque cambian las condiciones de la devoluci¨®n- y que si alguien debe responder fue quien estaf¨®: los banqueros.
Tan ins¨®lita decisi¨®n, con tan escasos precedentes en los pa¨ªses europeos, se produce en el contexto del modelo econ¨®mico island¨¦s, que lleg¨® a denominarse capitalismo vikingo. A partir de la revoluci¨®n conservadora de los a?os ochenta de Thatcher y Reagan, Islandia deviene en uno de los paradigmas del capitalismo m¨¢s neoliberal: privatizaci¨®n de su industria, desregulaci¨®n casi total de su banca, bajada de impuestos, etc¨¦tera. Los dos pa¨ªses a los que se ha llevado m¨¢s al extremo el laboratorio ultraliberal han sido Islandia (una democracia) y la dictadura de Pinochet. Hasta la isla acudi¨® en varias ocasiones el padre espiritual de ese neoliberalismo, el gur¨² de la Escuela de Chicago y premio Nobel de Econom¨ªa Milton Friedman, a defender las bondades del modelo. En 1984, en la Universidad de Reikiavik, tuvo lugar un famoso debate en el que Friedman tuvo que defender su papel como asesor filos¨®fico de la pol¨ªtica econ¨®mica de Pinochet. Ese modelo es el que hace tres a?os estall¨® como la suma de distintas burbujas en Islandia.
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