La f¨¢bula del agua
Cuente ocho segundos. Ese es el breve lapso que pasa sin que se despache en el mundo un bote de la crema facial Aquasource. Da v¨¦rtigo. Es el producto estrella de Biotherm, firma nacida en M¨®naco en 1952 y que pertenece al grupo L'Or¨¦al desde 1970. "Se trata de nuestro emblema, del pilar de la casa. Su secreto son las texturas en gel, muy agradables y frescas, y su composici¨®n", explica Charlotte Franceries, directora internacional de Biotherm. Franceries lo cuenta en una carpa, un extra?o igl¨². Ha movilizado en Par¨ªs a medios de medio mundo. La ocasi¨®n: el lanzamiento de una nueva f¨®rmula de Aquasource. Sobra decir que es la ni?a de sus ojos.
El liderazgo del ung¨¹ento tiene ecos de leyenda. Su composici¨®n se basa en un ingrediente de origen m¨ªtico, el plancton termal. Los galos ve¨ªan en esta microflora un elemento m¨¢gico. Cuentan que tras una batalla, los soldados acud¨ªan a las fuentes de los Pirineos a sanar y cerrar sus heridas. Dichas aguas son ricas en plancton. Claro que, tambi¨¦n seg¨²n la leyenda, el ingrediente es una especie de santo grial capaz de otorgar la juventud eterna y transformar sapos en palomas...". Lo llamaban el ba?o de las delicias", precisa Franceries. "Est¨¢ demostrado que esa agua, rica en plancton, suaviza, calma y refresca. No solo es agradable, sus propiedades curativas son alucinantes".
El 43,7% de los hombres admite usar hidratantes corporales, y el 30,5%, faciales. Dos porcentajes en aumento
Jeanine Marissal, la mujer que lo empez¨® todo, investig¨® sus poderes curativos, demostr¨® sus beneficios e ide¨® varios productos en torno al legendario ingrediente. "Era la mujer de un rico empresario franc¨¦s. Su pasi¨®n era la cosm¨¦tica. Ella no trabajaba, pero le encantaba la biolog¨ªa. Marie, obsesionada por la cosm¨¦tica y la belleza, decidi¨® formular cosm¨¦ticos con el plancton. En aquella ¨¦poca se recolectaba a mano, en la fuente. Marissal era una cocinitas y elaboraba cosm¨¦ticos que luego probaba. "Eran productos que se adaptaban a las necesidades femeninas. Ella se los pon¨ªa. Elabor¨® soluciones para la celulitis, los senos, el abdomen. El resto de las marcas tardaron a?os en desarrollar productos parecidos. Ella conoc¨ªa de primera mano los problemas de la mujer". Bas¨¢ndose en su vanguardista legado, Biotherm naci¨® en 1952.
Su crema m¨¢s famosa, Aquasource, se lava la cara. La f¨®rmula de la estrella de la casa mejora. Combina el plancton con la manosa, un elemento algo "divino". La manosa se encuentra en los ¨¢rboles del Sina¨ª. Sale citada en la Biblia. Es el alimento del que se aliment¨® el pueblo de Israel en su traves¨ªa por el desierto. As¨ª lo describen las escrituras. "Era como semilla de cilantro, blanco; y su sabor era como de galletas con miel". Se trata de un az¨²car de origen vegetal que procede de la pulpa de la madera, concretamente del tamariz. Sus beneficios: act¨²a sobre la dermis profunda y prolonga el efecto hidratante de Aquasource. La reformulaci¨®n existe en tres versiones, dependiendo de su untuosidad: gel, gel-crema y crema.
El emblema de la marca ha conseguido que esta se posicione como la octava m¨¢s vendida entre las mujeres. En el cuidado masculino, la firma francesa es l¨ªder mundial. Y en Espa?a, tambi¨¦n. El estereotipo de hombre peludo, mal afeitado, con barriga y uno o dos productos en el neceser -un desodorante y un perfume- est¨¢ trasnochado. Basta encender la televisi¨®n para entenderlo. Anuncios de hidratantes, cremas para el contorno de ojos, reductoras... Ung¨¹entos espec¨ªficos para cada una de las partes del cuerpo masculino. Un despliegue medi¨¢tico que no infla el fen¨®meno. Las cremas tienen aceptaci¨®n entre los hombres. Es un hecho.
Si hasta hace poco solo entre el 10% y el 20% reconoc¨ªa usar cosm¨¦ticos (los del afeitado no cuentan), hoy, el 43,7% admite consumir hidratantes corporales, y el 30,5%, faciales. Porcentajes que, seg¨²n la empresa Sigma Dos, van en aumento.
Detr¨¢s de esta revoluci¨®n destaca Biotherm. Fue la primera en interesarse por reducir las arrugar de los hombres, matizar sus l¨ªneas de expresi¨®n y los signos de cansancio y hacerles perder tripita. Hasta el nacimiento de Biotherm Homme en 1985, el mercado de ung¨¹entos masculinos era un secarral. "Que el hombre consumiera productos distintos a una espuma de afeitar o after-shave era impensable. Pero en solo un cuarto de siglo, el consumidor masculino ha irrumpido en la cosm¨¦tica. Ha sucedido sin prisa, pero sin pausa. Y lo m¨¢s importante, se ha convertido en protagonista de l¨ªneas de producto completas", indica Christian Marcos, director de Biotherm Espa?a. Seg¨²n Marcos, los que m¨¢s han crecido son los antiedad, un 67% en 25 a?os.
Cambiar su mentalidad no fue f¨¢cil. Y menos a¨²n en Espa?a. "Hicimos un gran esfuerzo en educar al consumidor, aport¨¢ndole informaci¨®n sobre los productos, su aplicaci¨®n y resultados. Insistimos en desmitificar la creencia de que el hombre no deb¨ªa usar cosm¨¦ticos", asegura Marcos. Se acab¨® eso de probar furtivamente las cremas de la novia o de la mujer. "Seg¨²n nuestra ¨²ltima encuesta, 95 de cada 100 hombres compran sus propios tratamientos faciales", insiste el Marcos.
A Biotherm le sali¨® bien la jugada. Hoy es l¨ªder del cuidado masculino. Su imperio se extiende desde Europa hasta Asia. Es l¨ªder en todas las gamas, contorno de ojos, hidrataci¨®n... y en todos los segmentos. "La cuota de Biotherm Homme en Espa?a es del 53,4% en el canal selectivo [grandes almacenes y perfumer¨ªas]. Adem¨¢s, es n¨²mero uno en cada uno de los 70 pa¨ªses en los que est¨¢ presente".
Objetivo: Asia
?Qui¨¦n no aspira a triunfar all¨ª? Pero el mercado asi¨¢tico de la belleza tiene particularidades. Los productos de blanqueamiento de la piel, por ejemplo, son fundamentales. "China es nuestro tercer mercado en el mundo, por detr¨¢s de Alemania y Espa?a", concede Franceries. "Cuando lanzamos Aquasource, las firmas asi¨¢ticas se lanzaron a copiar nuestros c¨®digos de expresi¨®n. ?Cambiaron sus colores por el azul y el blanco y lanzaron productos con nombres que hac¨ªan referencia al agua!", relata. El agua en Oriente es todo un s¨ªmbolo, es parte de su cultura. L¨®gico que el mensaje haya calado.
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