Illa de Arousa, a precio de oro
Todos los partidos isle?os se levantan contra el Plan de Ordenaci¨®n del Litoral de la Xunta - El Gobierno local, del PSdeG, anuncia que desobedecer¨¢ la norma
Vivir en A Illa de Arousa era bastante m¨¢s caro despu¨¦s de la construcci¨®n del puente. Una revalorizaci¨®n del suelo que casi se multiplic¨® por diez tras la aprobaci¨®n del Plan de Ordenaci¨®n Urbana en 2002, que impuso fuertes restricciones a la expansi¨®n del ladrillo. Pero ahora, el Plan de Ordenaci¨®n del Litoral (POL) reduce en un 70% aquellas previsiones, lo que elevar¨¢ a precio de oro los pocos terrenos donde se permite construir. Una licencia que, adem¨¢s, tendr¨¢ car¨¢cter auton¨®mico, relegando las competencias en urbanismo del Gobierno local.
Las previsiones del POL han provocado una rebeli¨®n entre los habitantes del ¨²nico municipio insular de Galicia y han unido al PSdeG, en el Gobierno local, al PP y al BNG. Los tres partidos consensuaron las alegaciones al plan de la Xunta pero todas fueron desestimadas y sin posibilidades de negociaci¨®n. Ahora, el grupo de Gobierno socialista ha emprendido acciones judiciales contra la Xunta para evitar que el urbanismo del municipio "sea una decisi¨®n discrecional del conselleiro o la conselleira de turno". Ser¨¢ el Tribunal Superior de Xustiza (TSXG) el que decida si las normas auton¨®micas vulneran los derechos adquiridos por los vecinos, que est¨¢n pagando como suelo urbano lo que se convertir¨¢ en r¨²stico, y si invade el principio de autonom¨ªa municipal. Porque los territorios que no est¨¢n afectados se incorporan a un fichero de la Xunta, bajo unos criterios a¨²n sin definir, en los que no podr¨¢ decidir el Ayuntamiento.
Pol¨ªticos y vecinos pretenden que sean los tribunales los que reconozcan la viabilidad del planeamiento municipal, donde impl¨ªcitamente ya se recoge la definici¨®n de "singularidad" de la isla. Un tratamiento especial que por su propia orograf¨ªa y las caracter¨ªsticas del territorio insular, en su mayor parte no apto para la creaci¨®n de nuevos n¨²cleos urbanos, puso techo al crecimiento hace ya nueve a?os. Pero la "singularidad" de A Illa de Arousa est¨¢ sin concretar en el planeamiento auton¨®mico pese a los intentos de hacerlo por parte del Gobierno insular, que solicit¨® una reuni¨®n con el director general de Sostibilidade e Paisaxe, Manuel Borobio, y la secretaria general de Urbanismo, Encarna Rivas.
De las 108 hect¨¢reas que el Ayuntamiento contempl¨® en sus previsiones de crecimiento y cuyas ordenanzas permiten construir en sus principales calles un m¨¢ximo de edificabilidad de bajo, dos alturas y bajo cubierta, la normativa auton¨®mica s¨®lo deja 32 abiertas a futuras licencias, adem¨¢s, en zonas que est¨¢n urbanizadas. Pero la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSXG podr¨ªa tardar a?os en resolver el recurso y mientras tanto, el Gobierno local tiene claro que ser¨¢ el plan de urbanismo municipal el que regule la construcci¨®n y no las normas de la Xunta. La soluci¨®n convertir¨ªa al Ayuntamiento en infractor, una medida que podr¨ªan imitar otros municipios costeros en similares circunstancias donde el impacto del POL es notable. Es el caso, por ejemplo, de O Grove, que tampoco descarta la v¨ªa del contencioso, o Sanxenxo, tambi¨¦n molesto con el bloqueo urban¨ªstico impuesto por la Xunta.
Con un crecimiento vegetativo positivo y una poblaci¨®n de 5.020 habitantes, que casi se triplica en verano, la propiedad en A Illa tambi¨¦n tiene sus peculiaridades, que quedan perfectamente reflejadas en un curioso plano del catastro, donde cientos de rayas casi imperceptibles delimitan min¨²sculas tiras de terreno que apenas tienen un metro de fachada. Por tradici¨®n, en A Illa la tierra se divide en partes iguales entre los herederos, por lo que cada vecino puede ser propietario de varias fracciones y hay que ponerse de acuerdo para reunir la superficie necesaria donde poder construir. El impacto del POL, en t¨¦rminos econ¨®micos, convertir¨¢ a la mayor¨ªa de los isle?os en bastante m¨¢s pobres y a unos pocos mucho m¨¢s ricos. "Aqu¨ª todo el mundo est¨¢ afectado porque la propiedad est¨¢ muy dividida y la gente no entiende de ideolog¨ªas cuando le tocan su patrimonio", afirma el alcalde, Manuel V¨¢zquez.
Un acto de "mala fe"
Aunque el regidor y candidato socialista a la reelecci¨®n en A Illa de Arousa prefiere dejar aparcadas las valoraciones pol¨ªticas, Manuel V¨¢zquez vierte duras acusaciones contra el Gobierno gallego. "Pod¨ªamos hacer mucha demagogia con esto, pero no voy a entrar en partidismos. El nuevo mapa de ordenaci¨®n del territorio es la prueba de que la Xunta ha actuado de mala fe", afirma el regidor.
"En estos 12 a?os nunca conoc¨ª una Administraci¨®n tan nefasta para el municipalismo, algo que no ocurr¨ªa ni en el Gobierno de Fraga. Con ¨¦l no nos hubieran tenido de despacho en despacho, unos pasando la pelota a otros, como si fu¨¦semos una bola de pimp¨®n. Y esta apreciaci¨®n no es s¨®lo m¨ªa, muchos alcaldes la compartimos, pero en pet¨ª comit¨¦", comenta.
"Despu¨¦s de rechazarnos el 100% de las alegaciones, nadie en la Xunta nos ha dado la m¨¢s m¨ªnima explicaci¨®n, las v¨ªas de negociaci¨®n est¨¢n agotadas y ni siquiera han contestado las reclamaciones de particulares. Esto es contestar con el silencio administrativo y al menos los ciudadanos merecen una explicaci¨®n, es una tomadura de pelo", se lamenta el alcalde. Esta no ser¨¢ la primera vez que A Illa defienda en los tribunales su modelo de urbanismo. El recurso contra Costas del Estado permiti¨® el desbloqueo de algunas zonas urbanas vetadas por la ley.
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