Orquesta Sinf¨®nica, m¨²sica de altura
Recientemente asist¨ª a un concierto en Santiago de Compostela en el que la Orquesta Sinf¨®nica de Galicia (OSG) tocaba la Tercera Sinfon¨ªa de Gustav Mahler. ?Qu¨¦ importantes las partes de tromb¨®n, trompa, trompeta! En realidad, las enormes dificultades t¨¦cnicas de esta obra representan una aut¨¦ntica prueba de riesgo para cualquier solista de estos instrumentos. Por eso, me gust¨® mucho ver entre el p¨²blico a j¨®venes estudiantes, especialmente de instrumentos de metal, escuchando ¨¢vidamente una de las obras de referencia para ellos. En ese momento tuve claro, una vez m¨¢s, el gran cambio que se produjo en la m¨²sica en muy pocos a?os.
Pens¨¦ en lo afortunada que deber¨ªa sentirse la generaci¨®n de m¨²sicos gallegos que, por tener ahora entre 20 y 30 a?os, han crecido en paralelo a la OSG. Hoy pueden considerar que lo normal es tener una gran orquesta en su ciudad, pero hasta hace poco no era as¨ª. Lo cierto es que para formarse en Galicia tuvieron m¨¢s suerte que las generaciones anteriores.
La idea de crear la OSG empezaba a estar clara a finales de la d¨¦cada de los ochenta. Haciendo memoria, resulta hoy gratificante haber seguido de cerca su nacimiento y evoluci¨®n. No es necesario que ponga en marcha un botafumeiro que alabe las calidades t¨¦cnicas de la orquesta. Esa labor ya la han realizado cr¨ªticos y prensa especializada. S¨ª quiero, por justicia, reconocer la importancia de quienes se dieron cuenta previamente de las carencias musicales que ten¨ªamos en Galicia y de lo mucho que podr¨ªa aportar al pa¨ªs -y especialmente a la ciudad que la tuviera como sede- una buena orquesta.
Hac¨ªan falta medios para llevar adelante el proyecto. Se buscaron, aparecieron, y, adem¨¢s, se supo explicar muy bien por qu¨¦ era importante utilizar tantos recursos para este fin. El papel valiente de Francisco V¨¢zquez y Jos¨¦ Lu¨ªs M¨¦ndez Romeu fue decisivo para superar las reticencias del momento.
De aquella idea, gestada con el cuidado de un cultivo in vitro, se pas¨® a la siembra. Y sucedi¨® que las condiciones ambientales eran las adecuadas. La respuesta del entorno -admirable la reacci¨®n entusiasta del p¨²blico- propici¨® la floraci¨®n y el fruto.
Al ¨¦xito contribuyeron muchas personas: su primer director Sabas Calvillo, V¨ªctor Pablo P¨¦rez -director art¨ªstico en casi todos estos a?os-, los sucesivos gerentes y profesores, y el imprescindible personal que no est¨¢ ante el p¨²blico.
El trabajo de la OSG est¨¢ a la vista: la orquesta ha tocado con brillantez el repertorio sinf¨®nico m¨¢s importante; Beethoven, Shostakovich... se escuchan en A Coru?a de forma habitual. Se han encargado obras nuevas, algunas a compositores gallegos de varias generaciones que se han sentido motivados a escribir y acrecentaron nuestro patrimonio musical. Gradualmente fueron surgiendo con naturalidad un buen coro, una orquesta joven y, recientemente, una infantil.
Termino estas l¨ªneas, escritas desde la admiraci¨®n y el cari?o, recordando que en el concierto de presentaci¨®n de la orquesta se estren¨® Ultreia de Rogelio Groba. El t¨ªtulo de esta obra servir¨ªa como eslogan para el camino que habr¨ªa que recorrer en el futuro. Ultreia, es decir, M¨¢s all¨¢.
En casi veinte a?os de labor la orquesta ha hecho mucho, pero se puede ir todav¨ªa m¨¢s all¨¢. Ad multos annos.
Pelda?os
- Primer concierto el 15 de mayo de 1992 en A Coru?a
- 1995 y 1998 Gira europea por Alemania y Austria.
- 1997 La OSG inaugura el ciclo de conciertos del reinaugurado Teatro Real de Madrid.
- 1999 Ofrece la primera ¨®pera representada -El barbero de Sevilla- en la reinauguraci¨®n del Palacio de la ?pera de A Coru?a.
- 2000 Jes¨²s L¨®pez Cobos la escoge para dirigir por primera vez ¨®pera en Espa?a.
- 2003 Orquesta residente en el Festival Rossini de P¨¦saro (Italia) en sus tres ediciones.
- 2009 Ofrece un concierto en la hist¨®rica sala del Musikverein, en Viena.
- 2010 Gana el Premio Cultura Galega da M¨²sica.
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