La locomotora turca
El sector inmobiliario se convierte en el motor de la econom¨ªa euroasi¨¢tica
Cuando en 1999 un terremoto de 6,8 puntos en la escala Ritcher sacudi¨® el oeste de Turqu¨ªa, matando a m¨¢s de 180.000 personas, se encendieron todas las alarmas. Turqu¨ªa descansa entre dos placas tect¨®nicas y sus construcciones no estaban preparadas para resistir temblores. Entonces una fiebre se apoder¨® de Turqu¨ªa. Las familias empezaron a hacer acopio de bebidas y alimentos, a dormir con linternas y silbatos junto a la cama. Las televisiones aconsejaban saltar por la ventana antes que quedarse dentro de un edificio. Incluso llegaron a fabricarse c¨¢psulas de hierro, en las que una persona pod¨ªa sobrevivir una semana mientras esperaba a ser rescatada de los escombros. Gobiernos locales, como el de Estambul, iniciaron planes de evaluaci¨®n de edificios para identificar los que requer¨ªan refuerzos o su inmediata demolici¨®n. Hoy, al pasear por alguno de los barrios del centro de Estambul salta a la vista que estos proyectos, que hicieron frotarse las manos a los constructores turcos, no se llevaron a cabo.
En Estambul hay 300.000 viviendas vac¨ªas, mientras se expande la periferia
Sin embargo, el anuncio marc¨® el inicio de una d¨¦cada de prosperidad para el sector de la construcci¨®n. Doce a?os despu¨¦s, las gr¨²as forman parte del paisaje de toda ciudad turca. Los rascacielos crecen en los distritos financieros de Ankara y Estambul, donde se han inaugurado 40 torres en los ¨²ltimos seis a?os y, seg¨²n el instituto turco de estad¨ªstica, cada a?o se construyen medio mill¨®n de viviendas nuevas en el pa¨ªs, adem¨¢s de autopistas y ra¨ªles de alta velocidad.
La construcci¨®n es, sin duda, la cara m¨¢s visible del milagro econ¨®mico turco. Plenamente recuperada de la crisis de 2001, Turqu¨ªa es hoy una econom¨ªa din¨¢mica y joven que creci¨® un 8,9% en 2010. En diez a?os, el pa¨ªs ha conseguido reducir la inflaci¨®n del 70% al 9% y situar su deuda p¨²blica en el 49% del PIB. "En los a?os noventa todo el mundo quer¨ªa entrar en la banca, ahora el lugar donde estar es la construcci¨®n", afirma Onur Ozger, gerente del Bilgili Holding, una de las compa?¨ªas m¨¢s importantes del sector inmobiliario turco. Ozger explica que el sector creci¨® un 15% el a?o pasado, con una inversi¨®n de capital extranjero de 2.500 millones de d¨®lares. "Las previsiones para 2011 son a¨²n mejores", asegura.
El inicio del boom inmobiliario se sit¨²a en 2003, cuando el Gobierno reform¨® la ley que restring¨ªa la compra de propiedades a los extranjeros, vigente desde 1924. Desde entonces, la compra masiva de segunda vivienda por europeos duplic¨® los precios en la costa del Egeo y Estambul. Sin embargo, para los turcos los intereses del 10% en las hipotecas hacen que solo las clases acomodadas puedan aspirar a una segunda residencia, lo que "aleja el peligro de una burbuja inmobiliaria como la espa?ola", seg¨²n Ozger.
En cuanto al mercado de primera vivienda, la demograf¨ªa turca -m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n tiene menos de 30 a?os- y el aumento del poder adquisitivo de las clases medias lo convierten en sector muy atractivo para las constructoras, un mercado que lleva a?os dominado por la agencia semiestatal TOKI. Este organismo, creado en 1981 por los generales golpistas, controla y vende gran parte del suelo urbano perteneciente al Estado y, desde la llegada del AKP al poder, se ha convertido en el mayor propietario de tierras del pa¨ªs. Adem¨¢s, desde 2007 tiene los derechos de expropiaci¨®n y planificaci¨®n de los asentamientos chabolistas, gecekondu b?lges, en turco. Sus viviendas copan el 20% del mercado inmobiliario e inundan la periferia de las ciudades de bloques de edificios baratos y de mala calidad, seg¨²n los datos del colectivo de arquitectos Imece.
Las exenciones fiscales, los subsidios y tratos de favor a las grandes empresas como TOKI, han influido en la falta de planificaci¨®n urbana de las ciudades. En Estambul hay 300.000 viviendas vac¨ªas, sin embargo, la periferia de la ciudad se expande cada a?o. "En Turqu¨ªa primero se hace y luego se crea la ley que lo regule, eso ha permitido que se hagan barbaridades", explica el famoso estudio de arquitectura Tabanlioglu.
Colectivos como el Imece denuncian la estrecha relaci¨®n entre la clase pol¨ªtica y las grandes empresas, y el uso de TOKI por parte del Gobierno con fines electoralistas. "Su director, Erdogan Bayraktar, se presenta como candidato del Gobierno a las elecciones de junio. Es un claro ejemplo de esa relaci¨®n", explican.
Una relaci¨®n que se reproduce en el exterior: los frecuentes viajes de los pol¨ªticos turcos se han convertido en la excusa perfecta de los constructores para aumentar su presencia en el mercado euroasi¨¢tico, cuya cartera de negocios asciende a 130.000 millones de d¨®lares, seg¨²n la Agencia Turca de Inversi¨®n (Ispat). "La actual pol¨ªtica, bautizada como neotomanismo, no se entender¨ªa sin los importantes lazos econ¨®micos que las empresas turcas han creado con los pa¨ªses de su entorno", explica el profesor Cengir Aktar de la Universidad de Bah?esehir.
Pero la construcci¨®n de viviendas solo aporta el 10% de las ganancias al sector. Dentro de las ciudades, rascacielos, hoteles y centros comerciales se llevan la parte del le¨®n. Las clases medias, con sus ojos puestos en Europa, han abandonado la cultura del bazar, tan enraizada en las generaciones anteriores, por Starbucks y H&M. En ocho a?os, se han inaugurado 150 centros comerciales en todo el pa¨ªs. Un crecimiento solo comparable al de los hoteles, cuya construcci¨®n se ha disparado debido a los casi 30 millones de turistas que Turqu¨ªa recibe anualmente. "Existe una gran demanda de hoteles de 3 y 4 estrellas de est¨¢ndar europeo en Estambul, pero tambi¨¦n en el centro y sureste", explica Orhan G¨¹nd¨¹z, cuya empresa planea construir hoteles en el centro del pa¨ªs. "Es un mercado prometedor con pocos operadores internacionales", afirma.
El resto del pastel son obras p¨²blicas, el transporte y las plantas energ¨¦ticas. Seg¨²n un informe de la Embajada alemana, Turqu¨ªa necesita financiaci¨®n para acometer estos proyectos pero, sobre todo, "necesita importar conocimiento para infraestructuras de alto componente tecnol¨®gico". El informe apunta que el 25% de la inversi¨®n extranjera de los ¨²ltimos siete a?os ha sido en este segmento de la construcci¨®n. El programa de inversiones p¨²blicas 2009-2011 del Gobierno, que contempla la expansi¨®n de la alta velocidad al centro de Anatolia y el refuerzo de puentes, viaductos y carreteras frente a posibles movimientos tel¨²ricos, ha sido uno de los grandes beneficiarios de estas inversiones.
Empresas alemanas y, sobre todo, italianas se han subido a la ola. Tambi¨¦n China, que con 28.000 millones de dolares se convierte en la m¨¢xima inversora en la alta velocidad turca. No as¨ª las empresas espa?olas. Su acercamiento al mercado turco ha sido hasta la fecha bastante t¨ªmido. Unas trescientas empresas tienen presencia en este pa¨ªs, tres veces menos que las italianas.
Turqu¨ªa, consciente de su encanto, se deja querer. Su rendimiento y su posici¨®n estrat¨¦gica han atra¨ªdo a 70 nuevas empresas en lo que va de a?o en busca de alta rentabilidad. La locomotora contin¨²a en 2011 a todo gas, mientras mira con desd¨¦n a una Europa en crisis. -
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