De la soluci¨®n al problema
El recalentamiento de China podr¨ªa ser pronto un problema global. Los datos publicados el 14 de abril mostraban una subida del PIB del 9,7% en el primer trimestre y unos precios de consumo lanzados al 5,4%. La preocupaci¨®n no es solo que la pol¨ªtica china pueda volverse m¨¢s r¨ªgida y que el crecimiento se ralentice, sino que los salarios chinos por las nubes, el aumento de la inflaci¨®n y un yuan que necesita subir m¨¢s deprisa puedan generar una fuente de inflaci¨®n mundial.
Anteriormente, China contribuy¨® a mantener la inflaci¨®n baja en Occidente porque su abundante mano de obra barata y su moneda controlada manten¨ªan los precios chinos de exportaci¨®n muy bajos (excesivamente bajos, en opini¨®n de sus competidores). Mientras que el precio medio de las importaciones estadounidenses desde pa¨ªses industrializados ha aumentado un 31% desde 2000, el precio de las importaciones desde China solo ha subido un 2,7%.
Eso ha permitido a los pa¨ªses occidentales mantener los tipos bajos, porque aunque los consumidores cometieron excesos, la inflaci¨®n se mantuvo bajo control. Y las enormes reservas de moneda extranjera y compras de deuda occidental de China trajeron otro regalo, a la larga envenenado: abundancia de cr¨¦dito barato.
Ahora que China se est¨¢ inflando, la imagen empieza a cambiar. Al menos 12 municipios y provincias han subido sus salarios m¨ªnimos este a?o, seg¨²n la agencia de noticias estatal Xinhua, la mitad de ellos en m¨¢s de un 20%. La inflaci¨®n se est¨¢ volviendo end¨¦mica. Un peque?o ejemplo: en la zona rica en exportaciones de Guangzhou, los residentes se quejan de que los cortes de pelo est¨¢n hasta un 50% m¨¢s caros, seg¨²n la prensa local.
La subida de los precios y los salarios se reflejar¨¢ en los precios de las exportaciones, lo que incrementar¨¢ las presiones inflacionistas para los socios comerciales de China. Y la probable respuesta de China a su propia inflaci¨®n -dejar que la moneda se revalorice- empeorar¨¢ las cosas. Se ha permitido que el yuan suba un 4,5% respecto al d¨®lar desde junio. Pero est¨¢ claro que se necesita m¨¢s para reducir el impacto de los elevados precios del petr¨®leo y los productos b¨¢sicos, y para frenar la emisi¨®n de moneda asociada a las abultadas reservas de moneda extranjera.
A los competidores de China les gustar¨ªa que el yuan subiese m¨¢s deprisa, pero esto tambi¨¦n tendr¨ªa un inconveniente inflacionista para Occidente: los productos chinos exportados se volver¨¢n m¨¢s caros. Los Gobiernos occidentales se quedar¨¢n sin el desahogo libre de inflaci¨®n que China les proporcionaba antes. Puede que la inflaci¨®n y los tipos tiendan a subir. Eso podr¨ªa conllevar un crecimiento m¨¢s lento y sufrimiento para los prestatarios (entre los que se encuentran algunos Gobiernos occidentales ya apurados).
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