Fukushima, grado 7
El accidente dura m¨¢s de lo anunciado y tendr¨¢ consecuencias duraderas para el sector nuclear
La semana pasada, justo un mes despu¨¦s del terremoto de magnitud 9 y el catastr¨®fico tsunami que sufri¨® la costa noreste de Jap¨®n, la agencia supervisora de seguridad nuclear (NISA) elev¨® la calificaci¨®n del accidente nuclear de la planta de Fukushima desde 5, considerada demasiado baja por la mayor¨ªa de los expertos, a 7. Esta es la m¨¢xima prevista para accidentes en instalaciones nucleares, que hasta el momento solo hab¨ªa sido asignada al caso Chern¨®bil. La magnitud de los da?os para la salud de la poblaci¨®n y los trabajadores de la central, as¨ª como el material radiactivo liberado, est¨¢n lejos de alcanzar lo ocurrido en la planta ucrania, pero la escala de siete niveles no permite hacer demasiadas distinciones.
En todo caso, la elevaci¨®n de la calificaci¨®n responde al hecho cierto de que cuatro de los reactores de Fukushima siguen emitiendo radiaci¨®n al ambiente y no acaban de poder ser estabilizados en parada segura, muy en contra de las predicciones tras los primeros d¨ªas del accidente. Si bien los niveles de radiaci¨®n en la zona exterior de la central siguen disminuyendo, dentro del recinto la contaminaci¨®n es elevada, no se ha conseguido parar las emisiones de forma completa y grandes cantidades de agua contaminada se escapan y acaban en el mar. Por otra parte, no pueden descartarse nuevos episodios de calentamientos locales de los n¨²cleos de algunos de los reactores o las piscinas de combustible usado, con la posibilidad de nuevas explosiones o m¨¢s emisiones de materiales radiactivos. El resumen de la situaci¨®n es que el accidente ha durado m¨¢s y est¨¢ teniendo m¨¢s consecuencias de lo esperado; de ah¨ª el cambio en la calificaci¨®n.
Cada vez resulta m¨¢s claro que el accidente tendr¨¢ consecuencias duraderas sobre el sector nuclear. A las medidas tomadas por algunos pa¨ªses europeos de paradas de los reactores m¨¢s antiguos se suma la iniciativa de proceder a ex¨¢menes de fiabilidad de las plantas en funcionamiento en Europa. De estos ex¨¢menes se extraer¨¢n consecuencias que aumentar¨¢n las medidas de seguridad, lo que implicar¨¢ m¨¢s costes, y extremar¨¢n las condiciones para la localizaci¨®n de las plantas. La posibilidad de da?os diferidos en la salud de las personas y el enorme coste de la reparaci¨®n de da?os en este tipo de instalaciones, requieren medidas de seguridad exigentes. Lo ocurrido en Jap¨®n no puede sino comprometer el futuro, e incluso el presente, de esta tecnolog¨ªa energ¨¦tica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.