Hungr¨ªa redobla su desaf¨ªo a la UE

"Se?or, bendice a los h¨²ngaros": un verso patri¨®tico de 1823 abre una Constituci¨®n reci¨¦n redactada y sancionada por un Parlamento de un miembro de la Uni¨®n Europea. La flamante Ley Fundamental de Hungr¨ªa -actual presidente de turno de la UE- ha levantado ampollas en Bruselas y Berl¨ªn, donde un alto funcionario de Exteriores dijo ayer que "consolida un concepto de derecho dif¨ªcilmente compatible con los principios de la UE".

El texto constitucional ensalza la tradici¨®n cristiana de Hungr¨ªa, constri?e la familia a la "uni¨®n entre hombre y mujer" y llama a proteger al feto "desde el momento de la fecundaci¨®n". Tambi¨¦n dicta que har¨¢ falta una mayor¨ªa parlamentaria de dos tercios para anular o reformar las leyes org¨¢nicas que, seg¨²n el texto, regular¨¢n aspectos cruciales de la administraci¨®n. El primer ministro V¨ªktor Orb¨¢n, cuyo partido conservador Fidesz (Fe) ocupa casi tres cuartas partes de la C¨¢mara Legislativa (Orsz¨¢ggyl¨¦s), consagra as¨ª la "revoluci¨®n en las urnas" que anunci¨® tras arrasar en las elecciones legislativas de 2010.

El pa¨ªs no ten¨ªa una Carta Magna desde la aprobada en 1949, bajo el comunismo

El texto recorta las atribuciones del Tribunal Constitucional

La Constituci¨®n h¨²ngara concede al Fidesz una gran influencia en el futuro pol¨ªtico del pa¨ªs. Si bien los h¨²ngaros han demostrado desde 1990 cierta tendencia a los vuelcos electorales, hoy parece dif¨ªcil que la oposici¨®n pueda obtener los dos tercios del Parlamento con los que cambiar las leyes org¨¢nicas que apruebe Fidesz con sus dos tercios parlamentarios tras la entrada en vigor de la Carta Magna el pr¨®ximo uno de enero. Adem¨¢s, el Tribunal Constitucional no podr¨¢ inmiscuirse en asuntos presupuestarios hasta que la deuda p¨²blica caiga por debajo del 50% del producto interior bruto (PIB). Hoy ronda el 80%, as¨ª que pueden pasar lustros hasta que se reduzca al 50%. La nueva Constituci¨®n limita de esta manera la separaci¨®n de poderes y consolida al Poder Ejecutivo frente al Judicial y al Legislativo.

Los cr¨ªticos del Partido Socialista MSZP y del partido ecologista LMP lo acusan de intentar sentar las v¨ªas para perpetuarse en el poder, que algunos sat¨ªricos ya han dado en llamar "Orbanist¨¢n". De lo que no cabe duda es de que Orb¨¢n aprob¨® la nueva Ley Fundamental sin consenso y sin reparar en la frontal oposici¨®n de los dem¨¢s partidos. Tampoco la ultraderecha, representada a orillas del Danubio por el partido Jobbik, apoy¨® la nueva Carta Magna. Seg¨²n explicaba ayer el polit¨®logo de Budapest Zolt¨¢n Kiszelly, "la oposici¨®n est¨¢ tan dividida que ni siquiera fueron capaces de manifestarse unitariamente" contra la nueva Ley Fundamental. Tuvieron que convocarse tres protestas distintas.

El pre¨¢mbulo del texto mantiene una pomposidad decimon¨®nica "en el albor de un nuevo milenio" para, en un tono que recuerda a El se?or de los anillos, proclamar un "voto de fe nacional" con invocaciones a San Esteban y a su tambi¨¦n santa corona. Quiz¨¢ lo m¨¢s extra?o del texto sea el Art¨ªculo Q, seg¨²n el cual la Ley Fundamental "deber¨¢ interpretarse de acuerdo con el voto de fe nacional" y con "los logros de nuestra Constituci¨®n hist¨®rica". Es decir, que el rimbombante pre¨¢mbulo ha de guiar el futuro legal de Hungr¨ªa.

Los h¨²ngaros no se hab¨ªan dado una Constituci¨®n desde la aprobada bajo el r¨¦gimen estalinista de M¨¢ty¨¢s R¨¢kosi en 1949. Ha sido el ¨²ltimo pa¨ªs del antiguo bloque comunista en adoptar una nueva. Con este argumento, Orb¨¢n promueve su nueva Ley de Leyes como un avance necesario en la emancipaci¨®n de la antigua dictadura y hacia la recuperaci¨®n econ¨®mica. El pa¨ªs todav¨ªa sufre las consecuencias de la crisis, de la que est¨¢ saliendo a buen paso: Su PIB cay¨® un 6,3% en 2009, pero el a?o pasado creci¨® un 1,2% y se espera que gane un 2,8% hasta diciembre. A Orb¨¢n, adem¨¢s, su Constituci¨®n le parece "muy bonita". Hungr¨ªa rechaz¨® ayer como "injerencia" las cr¨ªticas alemanas a su nuevo texto. Igual que lo hizo cuando Berl¨ªn alz¨® la voz contra la ley contra la prensa aprobada por Budapest a principios de a?os.

Pese al aumento de la confianza de los inversores y a la gradual recuperaci¨®n, los votantes pasar¨¢n factura a Orb¨¢n si no se asienta la econom¨ªa. Por otra parte, las inevitables reformas constitucionales (por ejemplo, las derivadas de los cambios legislativos en la UE o la hipot¨¦tica adopci¨®n del euro) podr¨ªan permitir a la oposici¨®n imponer otras condiciones a partir de las pr¨®ximas elecciones de 2014.