Corresponsables de la estabilidad
Espa?a se encuentra ya en primera l¨ªnea de la defensa econ¨®mica de la zona euro. Disponemos, sin duda, de una posici¨®n mucho m¨¢s s¨®lida que la de los baluartes que han ido cayendo. A¨²n as¨ª, es evidente que a partir de ahora la atenci¨®n internacional va a seguirnos todav¨ªa m¨¢s de cerca.
Nuestra trayectoria futura depender¨¢ de Europa y de nosotros mismos. Europa ya nos ha puesto sus condiciones: austeridad y reformas estructurales. Independientemente de nuestra opini¨®n sobre su importancia relativa debemos atender a ambas. Por lo que respecta a nosotros mismos, est¨¢ claro que disponemos de fortalezas que permiten superar el reto. Pero para conseguirlo deber¨ªamos evitar dos riesgos.
Si el paro es tan cr¨®nico en Espa?a es por la organizaci¨®n del mercado de trabajo
El primero es que sectores, grupos e instituciones sociales y pol¨ªticas reaccionen ante la crisis y los procesos de ajuste anteponiendo intereses particulares a intereses generales. Es el discurso que dice entender la necesidad del ajuste pero que a¨²n as¨ª vuelca sus esfuerzos en preservar posiciones adquiridas, a menudo, con una visi¨®n muy a corto plazo. Un proceso de ajuste puede asimilar una cierta dosis de resistencia pero hay un punto cr¨ªtico m¨¢s all¨¢ del cual todo puede irse a pique. Adem¨¢s, con el escrutinio internacional a que estamos sometidos, el punto cr¨ªtico puede precipitarse.
El segundo riesgo potencial es que a las autoridades pol¨ªticas, quiz¨¢s condicionadas por esta resistencia al cambio, les falte decisi¨®n para, si no hay otro camino, establecer con firmeza y rapidez las reformas que la situaci¨®n impone. En el cat¨¢logo de reformas exigidas por Europa cabe mencionar la reforma del mercado de trabajo. Efectivamente, ser¨¢ muy dif¨ªcil salir de esta crisis sin insistir en ella. Hay que crear puestos de trabajo para los muchos ciudadanos que intensamente los desean. No deber¨ªamos aceptar con conformismo una estructura de an¨¢lisis que ve la recuperaci¨®n del empleo como una tarea lenta y muy a largo plazo. Si el paro es tan cr¨®nico en Espa?a, y su nivel tan at¨ªpico en Europa, no es porque los habitantes de esta pen¨ªnsula sean distintos del resto de los europeos. Ha de ser en raz¨®n de la organizaci¨®n del mercado de trabajo.
Otro factor ineludible a considerar es c¨®mo incide nuestra organizaci¨®n territorial sobre el proceso de ajuste. Es un error com¨²n contemplar la relaci¨®n entre la Administraci¨®n central y las comunidades aut¨®nomas como si fuera semejante a la de los Estados miembros de la Uni¨®n Europea con la Uni¨®n. No es as¨ª ya que aqu¨ª tenemos un sistema fiscal integrado y por lo tanto internacionalmente se nos percibe, correctamente, como un todo. En consecuencia, el ajuste exige la cooperaci¨®n y la participaci¨®n corresponsable de todas las Administraciones p¨²blicas. A las comunidades aut¨®nomas corresponde llevar a cabo programas de austeridad severos que, al implicar la provisi¨®n de servicios p¨²blicos b¨¢sicos, no es cosa precisamente f¨¢cil. A la Administraci¨®n central corresponde llevar a cabo las reformas estructurales que solo ella puede impulsar a la vez que apoyar y facilitar los programas de austeridad de las autonom¨ªas. Y todo ello debe hacerse en colaboraci¨®n: con mutua transparencia, comunicaci¨®n constante y confianza rec¨ªproca. De lo contrario, acabar¨¢ sufriendo la reputaci¨®n de ambas Administraciones as¨ª como el coste de su cr¨¦dito.
Por lo que respecta a Catalunya quiero destacar el incondicional y firme compromiso de su Gobierno, y de la fuerza pol¨ªtica que lo sustenta, con la causa de la estabilidad financiera. Este compromiso se manifest¨® en mayo del a?o pasado con el voto favorable, y crucial, en el Congreso del real decreto-ley de medidas de ajuste del gasto p¨²blico. Se manifiesta ahora con la preparaci¨®n de un Presupuesto para el 2011 que, en l¨ªnea con el esfuerzo requerido en los escenarios de estabilidad vigentes, incorpora una disminuci¨®n del 10% del gasto p¨²blico de la Generalitat (y que est¨¢ acompa?ado de un decreto de pr¨®rroga del Presupuesto de 2010 muy restrictivo con el mismo). Ser¨¢ un Presupuesto que pedir¨¢ sacrificios importantes a los ciudadanos y que est¨¢ en el l¨ªmite de lo posible y, por lo tanto, de lo cre¨ªble, un valor esencial que entre todos debemos afianzar. Y, finalmente, se manifiesta tambi¨¦n en el compromiso repetidamente expresado de alcanzar el equilibrio fiscal no m¨¢s tarde de la fecha (2013) establecida en los escenarios vigentes de estabilidad presupuestaria.
Andreu Mas-Colell es Consejero de Econom¨ªa y Conocimiento de la Generalitat de Catalu?a
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