Gernika clama por la paz

Las banderas a media asta y numerosas ikurri?as con crespones negros en las ventanas recordaban ayer, en Gernika, el 74? aniversario del bombardeo. El 26 de abril de 1937, un lunes de mercado en Gernika, aviones de la Legi¨®n C¨®ndor alemana arrojaron durante casi tres horas cerca de 30 toneladas de bombas y ametrallaron una localidad que contaba entonces con 5.000 habitantes, causando m¨¢s de dos centenares de v¨ªctimas mortales y la destrucci¨®n del pueblo. Ayer, el aniversario se conmemor¨® en Gernika con un programa de actos de recuerdo y homenaje a las v¨ªctimas y de petici¨®n de paz. "Lograr la paz y mantenerla es un trabajo que nunca acaba", dijo el alcalde de Gernika, Jos¨¦ Mar¨ªa Gorro?o (Eusko Alkartasuna). "No m¨¢s violencia, ning¨²n tipo de violencia", a?adi¨®.

El pol¨ªtico irland¨¦s no acudi¨® a recoger el galard¨®n

Jos¨¦ Mar¨ªa Gorro?o reprocha al PP que pida la "ilegalizaci¨®n de EA"

El Ayuntamiento de Gernika entreg¨® ayer sus Premios por la paz y la reconciliaci¨®n. En su s¨¦ptima edici¨®n los galardones recayeron en el pol¨ªtico irland¨¦s Gerry Adams y en la asociaci¨®n Gernikazarra Historia Taldea. La ausencia de Adams, presidente del Sinn F¨¦in y firmante en 1998 del denominado Acuerdo de Stormont para resolver el conflicto de Irlanda del Norte, desluci¨® el acto de entrega de los premios. En nombre del pol¨ªtico irland¨¦s, una referencia para el mundo abertzale que ha visitado el Pa¨ªs Vasco varias ocasiones, recibieron la distinci¨®n dos ediles del Ayuntamiento de Gernika, la teniente de alcalde Bego?a Landa y la concejal Idoia Fern¨¢ndez.

La paz, los derechos humanos y la libertad de ideas fueron defendidos por los portavoces de Gernikazarra Historia Taldea, Alberto Iturriarte y Vicente Palacios, que remarcaron su inter¨¦s en hacer de Gernika "la ciudad de la paz y la cultura". El grupo fue fundado en Gernika en 1985 con el objetivo de estudiar el bombardeo de 1937 y la posterior reconstrucci¨®n de la localidad, y trabajar en la recuperaci¨®n de la memoria popular. En ediciones anteriores fueron galardonados con los Premios Gernika por la paz y la reconciliaci¨®n el premio Nobel de la Paz de 1980 Adolfo P¨¦rez Esquivel, la dirigente de Los Verdes alemanes Petra Kelly, la keniana Dekha Ibrahim Abdi y la asociaci¨®n Mayors for Peace, entre otros.

La actualidad pol¨ªtica consigui¨® colarse en medio de la solemnidad del acto de entrega de los premios. En su intervenci¨®n el alcalde del Gernika, Jos¨¦ Mar¨ªa Gorro?o, reproch¨® a la secretaria general del Partido Popular, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, que defendiera la impugnaci¨®n de la coalici¨®n Bildu, en la que est¨¢ integrado Eusko Alkartasuna, el partido al que pertenece. Gorro?o critic¨® el intento, dijo, "de ilegalizar al alcalde de Gernika y a sus compa?eros" por parte del PP. "Nosotros no excluimos a nadie, ni por sus ideas ni por su adscripci¨®n pol¨ªtica", a?adi¨®.

Gorro?o defendi¨® que "la verdad es el camino de la paz" y una vez m¨¢s reclam¨® que el Congreso de los Diputados reconozca que la Legi¨®n C¨®ndor alemana bombarde¨® Gernika en 1937 por orden de Franco, como ya hizo a?os atr¨¢s el Parlamento alem¨¢n al pedir perd¨®n por el ataque a la villa vizca¨ªna. El alcalde reiter¨® el rechazo total a la violencia y la defensa de los derechos humanos. "Debemos ser claros y decir a ETA 'no estamos contigo" y no a las torturas y no a las ilegalizaciones", a?adi¨®.

Los supervivientes del bombardeo siguen participando en mantener vivo el recuerdo de la tragedia de 1937. Ayer, Mateo Malaxetxebarria, de 84 a?os, salud¨® a John Steer, hijo del corresponsal de guerra George Steer, el periodista que llev¨® a las p¨¢ginas de la prensa internacional el horror causado en Gernika por la Legi¨®n C¨®ndor. El hijo de Steer asisti¨® a la ofrenda floral ante el busto de su padre, colocado en el centro de Gernika en reconocimiento al trabajo que permiti¨® que se conociera en todo el mundo el bombardeo. Malaxetxebarria le mostr¨® las fotograf¨ªas que le hizo Steer cuando hu¨ªa de la localidad destrozada por las bombas junto a su familia. Era entonces un ni?o de 10 a?os que viv¨ªa en una casa de las afueras del pueblo, pero no ha olvidado que las campanas de las iglesias comenzaron a repicar y a sonar las sirenas anunciando el peligro del bombardeo. "Al final, s¨®lo qued¨® una poblaci¨®n en llamas", record¨®.

Gorro?o destac¨® el valor de la generaci¨®n de Malaxetxebarria, a la que "le toc¨® sufrir much¨ªsimo, pero que habla de ello sin rencor. Son los abanderados de la paz y la normalizaci¨®n de este pa¨ªs".