Medicina y literatura
NARRATIVA. La medicina es una profesi¨®n muy especial. Navega a trav¨¦s de aguas agitadas, aquellas en las que confluyen oc¨¦anos que pueden estar relacionados, pero que tambi¨¦n pueden ser muy diferentes, como son los de la ciencia, la t¨¦cnica, la psicolog¨ªa (para tratar a los pacientes) o los negocios. Es, adem¨¢s, una profesi¨®n con la que todos terminamos, inevitablemente, relacion¨¢ndonos. Precisamente por esta naturaleza poli¨¦drica y multidimensional, por combinar la b¨²squeda del conocimiento (qu¨¦ son las enfermedades) y su aplicaci¨®n (c¨®mo combatirlas), con todo aquello m¨¢s b¨¢sicamente, m¨¢s dram¨¢ticamente humano, constituye la medicina algo as¨ª como un -valga la paradoja- gigantesco microcosmos en el que se pueden encontrar pr¨¢cticamente todas las situaciones imaginables en las que los humanos nos desempe?amos. Por eso tambi¨¦n, el mundo de la profesi¨®n m¨¦dica puede servir fenomenalmente de protagonista para obras literarias de altura, como de hecho as¨ª ha sido.
Doctor Arrowsmith
Sinclair Lewis
Traducci¨®n de Jos¨¦ Manuel ?lvarez
N?rdicalibros. Madrid, 2011
616 p¨¢ginas. 26 euros
Uno de los grandes ejemplos de esa literatura es la novela que el estadounidense Sinclair Lewis (1885-1951) public¨® en 1925 y por la que el a?o siguiente recibi¨® el Premio Pulitzer: Doctor Arrowsmith. La historia que narra es la de Martin Arrowsmith, natural de Elks Milks, "una poblaci¨®n desangelada de edificios de ladrillo que ol¨ªa a manzanas" en el ficticio Estado estadounidense, mitad Este, mitad Medio Oeste, de Winnemac, que tambi¨¦n aparece en otras obras suyas. Y su historia es la de un joven idealista y descaradamente burdo que muestra una temprana afici¨®n por la medicina ("a base de puro descaro y obstinaci¨®n se hab¨ªa convertido, a los catorce a?os, en el ayudante extraoficial, am¨¦n de decididamente no pagado, de El M¨¦dico"), que estudia en la universidad y que aspira a realizar descubrimientos m¨¦dicos, tarea para la que parece estar bien dotado, cuando al entorno que le rodea, tanto a sus compa?eros de estudio como a sus profesores, lo que le interesa es "hacer negocio", viendo a los pacientes como meros objetos comerciales y las novedades t¨¦cnicas que se van introduciendo en los comienzos del siglo XX como llamativos recursos publicitarios -no muy diferentes de un mueble de moda o un cuadro- para atraer clientes. Sus deseos, a los que a menudo se opone la triste realidad, le llevar¨¢n por muy diversos caminos, que, naturalmente, no se deben adelantar aqu¨ª. No perjudicar¨¢ a los lectores, sin embargo, decirles que el universo compuesto por Lewis -que de ning¨²n modo se limita a la medicina, extendi¨¦ndose a diferentes escenarios sociales, desde la Am¨¦rica "profunda" (el padre de Lewis fue m¨¦dico rural) hasta la elitista y rica sociedad neoyorquina- es profundamente cr¨ªtico con esa parte de la profesi¨®n m¨¦dica que ve a Arrowsmith como un bicho raro. Raro y peligroso para sus intereses (no acepta, por ejemplo, fraudes, ni anuncios precipitados de descubrimientos). Ni tampoco les entorpecer¨¢ la lectura que sepan de antemano que encontrar¨¢n en esta novela frecuentes e interesantes referencias a apartados de la medicina, as¨ª como de las bases qu¨ªmico-f¨ªsicas de ¨¦sta; una medicina que se estaba abriendo entonces a un nuevo mundo (el propio Arrowsmith llega a realizar un importante descubrimiento: un fago que destruye bacterias..., s¨®lo que descubre que otro investigador se le adelant¨® por poco). Al contrario que algunos de los remedios recetados por ciertos colegas de Arrowsmith, no les har¨¢ da?o familiarizarse con pasajes de la historia de la medicina (el coraz¨®n de este cr¨ªtico se estremeci¨® de gozo cuando encontr¨® citado en una de sus p¨¢ginas a Hermann von Helmholtz, uno de mis h¨¦roes cient¨ªficos).
Para narrar esta historia, Sinclair Lewis recurre a un lenguaje en cierto sentido tan abrupto como la personalidad de Arrowsmith, algo que le permite transmitir con realismo los escenarios y situaciones que ¨¦ste recorre. Lo hace, adem¨¢s, con un profundo sentido del humor (un ejemplo en este sentido es el siguiente pasaje: "Martin era, como la mayor¨ªa de los habitantes de Elk Mills antes de la inmigraci¨®n eslavo-italiana, un t¨ªpico americano anglosaj¨®n de pura cepa, lo que significa que era una mezcla de alem¨¢n, franc¨¦s, escoc¨¦s, irland¨¦s, quiz¨¢s un poco de espa?ol, posiblemente un poco de las cepas englobadas como 'jud¨ªo' y una gran cuant¨ªa de ingl¨¦s, que es por su parte una combinaci¨®n de brit¨¢nico primitivo, celta, fenicio, romano, alem¨¢n, dan¨¦s y sueco"). Entendi¨® bien la Academia Sueca cuando al adjudicarle el Premio Nobel de Literatura de 1930 lo anunci¨® con la siguiente declaraci¨®n: "Por su vigoroso y gr¨¢fico arte para describir y por su habilidad para crear, con sabidur¨ªa y humor, nuevos tipos de personalidades". Es una buena caracterizaci¨®n para el autor de esta muy entretenida novela.
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