Par¨®n para el uranio espa?ol
La crisis nuclear de Jap¨®n paraliza un proyecto que planeaba explotar de nuevo varios yacimientos en Salamanca
El eco de las explosiones en los reactores nucleares de Fukushima, en Jap¨®n, ha llegado a Salamanca. Los planes para volver a extraer uranio en la zona de Saelices el Chico a partir de 2012 se retrasan. As¨ª lo ha confirmado la compa?¨ªa australiana Berkeley Resources, que en 2009 lleg¨® a un acuerdo con la empresa p¨²blica espa?ola Enusa, controlada por la SEPI, para volver a explotar los yacimientos de uranio que la espa?ola dej¨® de trabajar en 2000. Sobre el retraso en la puesta en marcha de los planes, Enusa se limit¨® a se?alar que "por el momento no ha habido ning¨²n cambio digno de menci¨®n".
Las dos compa?¨ªas deber¨ªan haber constituido una sociedad conjunta para la explotaci¨®n de los yacimientos salmantinos el pasado 18 de marzo. As¨ª lo hab¨ªa comunicado Berkeley a la Bolsa de Sidney, en la que cotiza. La nueva sociedad, llamada Newco, estar¨ªa en manos de la compa?¨ªa australiana en un 90%. El otro 10% del capital corresponder¨ªa a la empresa p¨²blica espa?ola.
El precio del metal ha ca¨ªdo con fuerza tras el desastre de Fukushima
Pero el proceso, de momento, est¨¢ paralizado. La versi¨®n de Berkeley es que est¨¢ negociando un aplazamiento del proceso con Enusa. Sin fecha fija. No obstante, fuentes conocedoras de los contactos que ambas partes mantienen desde hace ya dos a?os, creen que cualquier nuevo compromiso no se concretar¨¢ antes del 22 de mayo, fecha prevista para las elecciones municipales y auton¨®micas. Con el retraso en la constituci¨®n de la nueva sociedad Newco, queda aplazado tambi¨¦n, seg¨²n el portavoz de Berkeley, el desembolso previsto por la empresa australiana de 20 millones de euros a favor de Enusa.
La ca¨ªda en los precios de la materia prima, el uranio, y del valor de los activos de las empresas mineras que se dedican a la extracci¨®n del mineral, es una consecuencia directa de la alarma desatada en Jap¨®n. En el caso de Berkeley, es una importante dificultad a?adida. La empresa australiana ha trabajado muy duro en los dos ¨²ltimos a?os para convencer al mercado de que el proyecto de Salamanca es viable y rentable. Incluso lleg¨® a aliarse con el l¨ªder mundial del negocio, la francesa Areva, para impulsar sus planes en la Pen¨ªnsula, aunque Areva vendi¨® su participaci¨®n de en torno al 3% en 2010.
El de Areva no ha sido el ¨²nico movimiento importante en torno a Berkeley, lo que ha dado pie a sus cr¨ªticos a destacar que la compa?¨ªa australiana act¨²a m¨¢s en clave financiera que en clave industrial. En el verano de 2010, Berkeley anunci¨® la firma de un protocolo de intenciones con la coreana Kepco con la producci¨®n futura de Salamanca involucrada en garant¨ªas y en octubre se baraj¨® la posibilidad de una opa sobre la compa?¨ªa de la rusa Severstal.
En torno a Berkeley, admiten fuentes cercanas al proyecto espa?ol, existe mucha desconfianza. La raz¨®n es simple. Demasiado a menudo determinadas compa?¨ªas, denominadas junior, impulsan espirales financieras a partir de informaciones optimistas. Con ellas obtienen recursos en el mercado para abrir explotaciones y aprovechar posibles coyunturas favorables de precios. Hasta que la situaci¨®n explota. No son casos te¨®ricos, en Espa?a se han dado casos (Rio Narcea Gold Mines, Minas de Almagrera, Boliden...). Por eso, los planes de Berkeley en Salamanca se miran con lupa.
Lo que est¨¢ en juego en Salamanca es el mineral existente en las antiguas explotaciones de Enusa, los dep¨®sitos de Retortillo y la planta de procesamiento de mineral Quercus. Las preguntas a responder son, cu¨¢nto mineral hay y su rentabilidad. A la primera, Berkeley con el respaldo de la Universidad de Salamanca ya ha respondido. En 2010, la compa?¨ªa baraj¨® estudios que duplicaban cifras previas y que estimaban las existencias de mineral en m¨¢s de 50 millones de libras.
Pero la rentabilidad de la extracci¨®n depende, entre otros factores, de la calidad del material y del precio. Y ambas cosas, en el caso de Salamanca, est¨¢n en cuesti¨®n. Quiz¨¢ ello explica que Enusa haya solicitado aclaraciones y ampliaciones de detalle a los planes presentados por Berkeley en noviembre pasado.
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