"Antes daba consejos, ahora doy ¨®rdenes"
El viernes 4 de marzo, una llamada madrugadora le cambi¨® la vida. A¨²n estaba en la cama, "muerto tras la derrota de la noche anterior ante el Siena". La dimisi¨®n de su "amigo" Ettore Messina le pon¨ªa en la tesitura de dar un paso al frente y convertirse en el entrenador del Real Madrid, en su m¨¢ximo responsable, tras toda una carrera como ayudante, a la sombra de ilustres como Skansi, Obradovic y D'Antoni. Desde entonces, Emanuele Molin (Mestre, Italia; 1960) gestiona con rubor el protagonismo y se esmera en solidarizar cada uno de los logros de un equipo que ha regresado a la ¨¦lite europea 15 a?os despu¨¦s. Novato de largo recorrido, vivir¨¢ su octava final a cuatro, pero ser¨¢ la primera al mando de la pizarra.
"La marcha de Messina fue un 'shock'. Lo viv¨ª como una lucha interior"
"Este grupo tiene un gran coraz¨®n y eso, a veces, compensa la inexperiencia"
Pregunta. ?C¨®mo ha vivido estos dos meses al frente del Madrid?
Respuesta. Ha pasado todo tan r¨¢pido que siempre tengo la sensaci¨®n de que se me puede escapar algo. Ettore dej¨® un hueco grand¨ªsimo y todos ten¨ªamos que compartir la responsabilidad. Lo he vivido con tanto sufrimiento como ilusi¨®n. Tuve muchas dudas. Me hice infinidad de preguntas. Fue una lucha interior. He convivido los ¨²ltimos 10 a?os con ¨¦l, pero, como me dijo mi mujer, "si la historia tiene que ser as¨ª, toma la responsabilidad sin miedo". Y as¨ª lo intento hacer.
P. A pesar de su larga experiencia, m¨¢s de 30 a?os en los banquillos, algunos le consideran un novato.
R. Me gusta. Es como cuando tienes un hijo. Te cambia por completo la vida. Y yo estoy en una nueva vida. Aunque haya llegado tarde, tengo una nueva oportunidad y la voy a vivir con la ilusi¨®n de un entrenador joven. Es retroceder en el tiempo y rejuvenecer. Lo vivo con un gran sentido de la responsabilidad y con la ilusi¨®n de aprender y aprovechar una experiencia ¨²nica.
P. ?Cu¨¢l es la diferencia fundamental entre ser primer entrenador o ayudante?
R. Antes daba consejos, ahora doy ¨®rdenes. Esa es la gran diferencia. Ahora tienes que tomar una decisi¨®n, empujar al jugador... Como ayudante, te puedes acercar a ellos para ayudarles t¨¦cnica o psicol¨®gicamente. Como jefe, tienes que sacar el m¨¢ximo de ellos.
P. Advirti¨® de que tiene la misma idea del baloncesto que Messina, pero que son personas distintas.
R. La idea es sencilla. Buscamos el equilibrio entre la defensa y el ataque con una aplicaci¨®n mental fuerte para tener el mayor orden posible. Lograrlo en un equipo joven no es f¨¢cil. Tiene que haber continuidad en el rendimiento y constancia en el trabajo para aumentar tu dureza mental. Este es el proceso que inici¨® Ettore, pero necesita mucho tiempo. Somos distintos porque la vida nos ha dado experiencias distintas. No creo en eso de que ¨¦l era el malo y yo el bueno.
P. ?Habla con Messina?
R. S¨ª. Ante todo, es mi amigo y le tengo much¨ªsimo respeto. Se march¨® en una decisi¨®n muy dif¨ªcil y dolorosa. Ahora est¨¢ buscando un nuevo equilibrio. Hablamos de la vida y del baloncesto, pero no se entromete. Valora lo que estamos haciendo y est¨¢ contento con lo que hemos logrado.
P. ?Se esperaba o se pod¨ªa imaginar la decisi¨®n que tom¨®?
R. Ufff... La sorpresa fue el momento en que la tom¨®. Que estaba sufriendo era algo que todos sab¨ªamos. No es que no estuviera contento, pero el equipo necesitaba mucha paciencia y muchas veces el entorno no la ten¨ªa. Esa contradicci¨®n le cre¨® un gran desgaste, un gran sufrimiento.
P. Pasado el tiempo, ?considera acertada su decisi¨®n?
R. Coment¨® que lo hac¨ªa para que el grupo asumiera mayor responsabilidad y as¨ª ha sido. Pero tambi¨¦n con ¨¦l ten¨ªamos la opci¨®n de llegar hasta donde ha llegado. Nadie se alegr¨® de su marcha como se dijo.
P. ?Cu¨¢les son las virtudes del equipo?
R. Hay jugadores muy comprometidos con la camiseta blanca. El grupo tiene un gran coraz¨®n y el sufrimiento fortalece. Con mucho orgullo, han sabido reaccionar, aunque los momentos importantes de verdad llegar¨¢n ahora.
P. Tras alcanzar la final a cuatro, ?c¨®mo gestion¨® la euforia?
R. Tenemos que evolucionar en muchos aspectos: en la personalidad, en la t¨¦cnica... La juventud, en ocasiones, te lleva a eludir los problemas. El reto es convencerles de que tienen que seguir manteniendo un compromiso duro. Es como educar a mis hijos. La euforia hay que medirla y remojarla, pero aprovechando la ilusi¨®n, la motivaci¨®n y el sentido del desaf¨ªo que tienen los j¨®venes. Siempre es mejor frenar la euforia que sacarles de la depresi¨®n.
P. ?Qu¨¦ posibilidades tienen?
R. Todos carecemos de experiencia. Yo tambi¨¦n me incluyo, por supuesto. Pero, a veces, el coraz¨®n y la ilusi¨®n compensan otras cosas. Por el momento, estamos en el sitio que corresponde a la historia de este club.
P. ?Se ha imaginado ya con el trofeo?
R. Solo pienso en ganar el pr¨®ximo partido: carpe diem. No tenemos que olvidar quienes somos. Ahora, para muchos, somos buen¨ªsimos, pero tenemos que ir despacito. Sabiendo nuestro l¨ªmite, creciendo y buscando mejorar hasta que podamos andar solos en cualquier territorio.
P. Juan Carlos S¨¢nchez, el director de la secci¨®n, hizo p¨²blico que le han ofrecido la renovaci¨®n.
R. Tras el shock por la decisi¨®n de Ettore, me sorprendi¨® positivamente que el club no tuviera dudas en preguntarme si ten¨ªa fuerzas para asumir el cargo y el reto. Desde la ma?ana en la que me lo comunicaron, siempre me hablaron de futuro. Pero no es correcto tratar de esto ahora. Apenas hemos ganado dos partidos importantes. Tengo que darles las gracias por la oportunidad y trabajar para devolverles esta confianza. Al final, hablaremos. Ahora no es el tiempo de especular.
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