El Gobierno salva su alianza con el PNV gracias al fallo favorable a Bildu

Cuando el lunes por la noche, el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero le comunic¨® al l¨ªder del PNV, I?igo Urkullu, que diera un "margen de confianza" a la decisi¨®n del Constitucional ya apunt¨® la pista de que el alto tribunal podr¨ªa revocar la que adopt¨® el domingo el Supremo de dejar fuera de las elecciones a todas las candidaturas de Bildu. Zapatero no hizo ning¨²n pron¨®stico a Urkullu, seg¨²n fuentes peneuvistas conocedoras de la conversaci¨®n, pero s¨ª se sinti¨® con fuerza como para pedirle que se tomara un tiempo antes de romper con su apoyo al Gobierno, como hab¨ªa anunciado unas horas antes al conocer la decisi¨®n del Supremo.

Zapatero y su n¨²mero dos, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, dise?aron la estrategia para Bildu. Decidieron que la Abogac¨ªa y la Fiscal¨ªa impugnaran sus listas ante el Supremo para que fueran los mismos tribunales que ilegalizaron las anteriores marcas de la izquierda radical los que decidieran si confirmaban o revocaban dicha decisi¨®n, en este caso mucho m¨¢s compleja porque en Bildu convive con partidos legales: Eusko Alkartasuna y Alternatiba.

Tambi¨¦n contaban con que Bildu recurrir¨ªa ante el Constitucional la previsible decisi¨®n del Supremo de rechazar las candidaturas de Bildu. Aunque nada estaba escrito ni ama?ado, en los medios judiciales estaba muy extendida la idea de que el Constitucional, un tribunal garantista de los derechos elementales, como la participaci¨®n electoral, iba a ser reacio a dejar fuera de las elecciones a una coalici¨®n con partidos legales. Una expectativa que creci¨®, tras la votaci¨®n tan apretada en el Supremo, con unos votos particulares fundamentados en derecho.

El Gobierno complet¨® su estrategia con el compromiso de respetar las decisiones judiciales, la del Supremo y la del Constitucional. Y reclam¨® un clima de serenidad para que los tribunales decidieran sin presiones. Pero no lo logr¨®. El PP inici¨® hace d¨ªas una campa?a de declaraciones contra la presencia de Bildu, identific¨¢ndola "con ETA/Batasuna", con la pretensi¨®n de condicionar las decisiones judiciales e involucrar al Gobierno en esa decisi¨®n.

Durante la deliberaci¨®n del Constitucional, el PNV presion¨®, como antes el PP, en direcci¨®n favorable a Bildu. Tambi¨¦n lo hicieron dirigentes socialistas, como el lehendakari Patxi L¨®pez.

El Gobierno, emparedado entre estas dos presiones, ha tratado de no moverse de su posici¨®n de respeto a la decisi¨®n de los tribunales. As¨ª, cuando se supo el domingo la decisi¨®n del Supremo de rechazar las listas de Bildu, Rubalcaba dijo que la respetaba y pidi¨® el mismo respeto para la pr¨®xima decisi¨®n del Constitucional. Con esta actitud, Rubalcaba trat¨® de hacerse fuerte sobre la decisi¨®n del Supremo para adquirir fuerza legitimadora si el Constitucional la revocaba, lo que acaba de suceder. Ayer, los dirigentes del PSOE Marcelino Iglesias y Elena Valenciano reclamaron respeto a la decisi¨®n del Constitucional.

En clave pol¨ªtica, esta decisi¨®n, seg¨²n los nacionalistas, tranquiliza la situaci¨®n en Euskadi, abocada a una inestabilidad pol¨ªtica y desafecci¨®n hacia las instituciones del Estado, de haber quedado fuera Bildu. Tambi¨¦n asegura el apoyo del PNV al Gobierno, cuya ruptura hab¨ªa amenazado si Bildu quedaba fuera. La cruz para el Gobierno es que tendr¨¢ que afrontar una dura campa?a del PP en la que le responsabilizar¨¢ de que Bildu est¨¦ el 22-M.