Pontevedra, ciudad en tr¨¢nsito
Los problemas de tr¨¢fico y el futuro del hospital canalizan las principales preocupaciones - Vecinos y expertos valoran los avances de los ¨²ltimos a?os
"Pontevedra es una ciudad que est¨¢ cambiando y con ella muchas de las costumbres rancias y tradicionales que se les atribuyen a los pontevedreses", resume Xes¨²s Lage, soci¨®logo de la Universidade de Vigo. Tras 12 a?os de Gobierno bipartito con el BNG al frente, Lage coincide con economistas, asociaciones de vecinos y arquitectos en que la ciudad ha cambiado para mejor, pero sigue presentando desaf¨ªos. La eterna cuesti¨®n de la f¨¢brica de celulosas en la r¨ªa, el futuro de la sanidad, con un hospital semiprivado en proyecto que despierta no pocos recelos, o los problemas de tr¨¢fico y transporte siguen preocupando a los pontevedreses.
Lage echa mano de una an¨¦cdota en una de sus clases para describir al pontevedr¨¦s medio. A una pregunta sobre el modo de vestirse de sus habitantes, una estudiante respondi¨®: "B¨¢sicamente, modelo Inditex". Para el profesor el ejemplo ilustra la preponderancia de las clases medias en una ciudad que por su condici¨®n de capital provincial concentra a un buen n¨²mero de funcionarios y donde el sector servicios es primordial. "Les gusta mucho vivir en la calle, disfrutar de la ciudad. La peatonalizaci¨®n se valora de forma muy positiva", apunta.
La peatonalizaci¨®n es una de las medidas que concita m¨¢s alabanzas
Los empresarios lamentan la falta de un verdadero tejido industrial
La peatonalizaci¨®n es el punto que m¨¢s unanimidad concita. Las federaciones de vecinos -tres en una ciudad de 83.000 habitantes- coinciden en que fue buena idea y ha potenciado el atractivo tur¨ªstico. "Cuando llegu¨¦ a vivir aqu¨ª me choc¨® mucho que la gente cog¨ªa el coche para todo. Ha tenido que haber un cambio de mentalidad, sobre todo de los mayores. El proceso ha sido interesante para la ciudad", apunta Mar¨ªa Jos¨¦ Fari?a, presidenta del Colegio de Arquitectos, que tambi¨¦n elogia el cambio obrado. El presidente de la asociaci¨®n de pymes (Aempe), Jos¨¦ Mar¨ªa Corujo, opone con iron¨ªa: "Todos queremos una ciudad c¨®moda en la que sea f¨¢cil moverse, pero para que uno pueda andar tiene que llevar algo en el bolsillo". Corujo explica que a la peque?a empresa la crisis la ha golpeado duro. "Somos los que m¨¢s sufrimos, a lo mejor un pel¨ªn m¨¢s que en otras zonas. Tenemos poco tejido industrial y m¨¢s de servicios y consumo, que es el que est¨¢ cargando con la crisis. Hay muchas ideas bonitas, pero faltan proyectos industriales", lamenta, en la misma l¨ªnea que el presidente de la C¨¢mara de Comercio, Francisco Moldes, para quien "faltan empresas que creen puestos de trabajo".
Menos negativa es la visi¨®n de Miguel Gonz¨¢lez Loureiro, coordinador el equipo de investigaci¨®n G4plus de la Universidade de Vigo, especializado en el an¨¢lisis para el desarrollo empresarial en las ¨¢reas metropolitanas, que, aunque admite el frenazo de la crisis, cree que la ciudad "se est¨¢ configurando como un lugar ¨®ptimo para vivir y producir". "Las principales dificultades de futuro pasan por la capacidad de los sectores empresarial y p¨²blico para actuar en conjunto de forma coordinada", advierte.
Uno de los puntos de fricci¨®n en la ciudad es la decisi¨®n de la Xunta de apostar por un hospital nuevo, cuyos costes se pagar¨¢n en un plazo de 25 a?os. Con el Ayuntamiento radicalmente en contra, dos de las federaciones vecinales se oponen y una est¨¢ a favor, pero las opiniones m¨¢s enfrentadas se encuentran en el gerente del complejo hospitalario, Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez, que, aunque pide la colaboraci¨®n del Ayuntamiento, conf¨ªa en el compromiso de Feij¨®o de tener el centro listo esta legislatura, y el portavoz de la Asociaci¨®n para a Defensa da Sanidade P¨²blica, Manuel Mart¨ªn, que abomina de "un hospital privado gestionado por un consorcio de empresas que hipotecar¨ªa el dinero que hay aqu¨ª para sanidad". Y vaticina m¨²ltiples problemas de acceso.
La cuesti¨®n del tr¨¢fico tambi¨¦n atribula a los vecinos. La ronda urbana no arranca, con otro rifirrafe entre Xunta y Ayuntamiento. La ausencia de un verdadero transporte p¨²blico tampoco ayuda. "El Ayuntamiento no tiene claro lo que debe hacer, pero en la ciudad hay 32 concesiones que tiene que coordinar la Xunta", aduce Ver¨ªsimo Pazos, de la federaci¨®n vecinal Castelao. En las otras dos, Boa Vila y Teucro, se quejan de la ausencia de voluntad de los partidos para atajar la cuesti¨®n. "Es caro y complicado, pero en alg¨²n momento alguien tendr¨¢ que coger el toro por los cuernos", se?ala Miguel Vilacova, presidente de Teucro.
El tema que permanece inalterable entre las preocupaciones vecinales es, en cualquier caso, el futuro del complejo Ence-Elnosa en la r¨ªa, cuyo plazo para salir de la zona termina en 2018. Los colectivos vecinales quieren que siga en la comarca. Para la Asociaci¨®n pola Defensa da R¨ªa, el momento actual es fundamental. Su portavoz, Ant¨®n Masa, critica a los partidos, cuya oposici¨®n a que la factor¨ªa contin¨²e donde est¨¢ no cree producto de la convicci¨®n sino del oportunismo. "La cuesti¨®n no es ad¨®nde trasladarla; no puede estar ah¨ª y punto. Los partidos no est¨¢n para solucionar los problemas de la empresa".
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