Mourinho como problema
Mourinho ha sido castigado por la UEFA con cinco partidos de sanci¨®n a cuenta de sus disolventes acusaciones de parcialidad arbitral a favor del Barcelona despu¨¦s del partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones. Lo probable es que la sanci¨®n acent¨²e la paranoia (real o ficticia) de un entrenador que tanto est¨¢ da?ando el clima del f¨²tbol espa?ol (ya se ha cargado el paciente bordado de convivencia en la selecci¨®n espa?ola) y europeo. Este castigo deber¨ªa ser la ¨²ltima concesi¨®n; el pr¨®ximo exabrupto mouriniano, la siguiente imputaci¨®n de parcialidad o sugerencia de complot orquestado en su contra (las conjuras se orquestan contra ¨¦l en el Chelsea, el Inter o el Madrid) deber¨ªa ser causa inmediata de inhabilitaci¨®n. Si la competici¨®n espa?ola est¨¢ adulterada por el Sporting de Preciado y la Champions se enfanga a favor del Barcelona, lo propio es que el Real Madrid o bien renuncie a jugarlas o bien presente las denuncias debidas ante las autoridades deportivas.
Pero ya no es tiempo de Mourinho. Es tiempo de mirar hacia la directiva del Real Madrid, que est¨¢ consintiendo el discurso sollozante e insidioso de su entrenador, al que paga millones al a?o solo para que al final este culpe a los ¨¢rbitros de sus fracasos y se entregue al abandonismo pueril. Es in¨²til apelar a valores elementales como saber perder con elegancia y respetar al contrario. Desde que denunciar los perjuicios arbitrales "tambi¨¦n es madridismo" (todo es madridismo, pues, el ser y la nada, la elegancia y la zafiedad, la sobriedad y el histrionismo) la causa est¨¢ perdida. Quiz¨¢ produzca m¨¢s efecto mostrar la hostilidad que la actitud del portugu¨¦s concita contra la instituci¨®n y el da?o que le est¨¢ causando.
Este Mourinho, con sus ma?as y su aparente incapacidad para dominar el resentimiento amenaza con desprestigiar la instituci¨®n (por el momento ya la ha convertido en la diana de las cr¨ªticas de la prensa europea) si el club no decide pararle los pies en seco. La responsabilidad es de la directiva, no de Mourinho. El Real Madrid es una instituci¨®n para millones de espa?oles y un gran club: no deber¨ªa dejar de serlo nunca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.