En torno a la reestructuraci¨®n del sector bancario
En los ¨²ltimos meses, Espa?a se ha visto obligada a adoptar reformas estructurales de gran calado para hacer frente a la crisis, en un contexto en el que la debilidad de la recuperaci¨®n econ¨®mica y el elevado nivel de endeudamiento pasaban factura en t¨¦rminos de nuestra prima de riesgo. Si uno mira al cuadro macroecon¨®mico, el desempleo sigue siendo el principal elemento de preocupaci¨®n. Sin embargo, lo que est¨¢ siendo sometido en estos momentos a mayor escrutinio es el sector bancario como consecuencia de su elevada exposici¨®n al sector m¨¢s duramente castigado por la crisis: el sector inmobiliario. En la medida en que los valores inmobiliarios se siguen deteriorando, la desconfianza sobre el verdadero valor de los activos potencialmente problem¨¢ticos y el capital necesario para hacerles frente siguen siendo objeto de debate. En todo caso, se han realizado esfuerzos importantes para recuperar la confianza y en los pr¨®ximos meses, aspectos tan determinantes como los nuevos tests de estr¨¦s y la recapitalizaci¨®n de una buena parte del sector bancario pueden ser un elemento de valoraci¨®n por parte del mercado.
Es importante incrementar a¨²n m¨¢s la transparencia, aportando la informaci¨®n que exigen los inversores
Las entidades tienen que separar la parte del negocio que debe reducirse de la destinada a generar valor
Si analizamos d¨®nde se encuentra la reestructuraci¨®n bancaria en estos momentos, es preciso se?alar que en Espa?a, a diferencia de otros pa¨ªses, el coste de las ayudas p¨²blicas ha sido reducido, ya que los fondos hasta ahora dedicados a facilitar la reestructuraci¨®n est¨¢n en torno al 2%-2,5% del PIB. Sin embargo, como recoge nuestro art¨ªculo publicado en el n¨²mero 221 de Cuadernos de Informaci¨®n Econ¨®mica, de Funcas, los desequilibrios acumulados en la ¨¦poca del boom inmobiliario han pasado factura, lo que ha exigido a las autoridades econ¨®micas instrumentar medidas de gran calado como la aprobaci¨®n del FROB, la reforma de la ley de cajas, una nueva normativa en materia de provisiones y, m¨¢s recientemente, la exigencia de un mayor nivel de solvencia a las entidades. A pesar de las medidas adoptadas, los desequilibrios acumulados hacen que los mercados sigan sin confiar plenamente en la salud del sector bancario espa?ol, como demuestran las dificultades de muchas entidades para acceder a la financiaci¨®n de los mercados mayoristas.
El motivo fundamental que hay detr¨¢s de la falta de confianza es la elevada exposici¨®n de la banca al sector inmobiliario y el abultado importe de los activos potencialmente problem¨¢ticos (180.800 millones de euros, seg¨²n el Banco de Espa?a, en junio de 2010). Por tanto, a pesar del saneamiento que han hecho las entidades (96.000 millones de euros en los tres ¨²ltimos a?os) y de la reestructuraci¨®n en curso siguen existiendo incertidumbres.
Al hablar del sector bancario espa?ol se han confundido aspectos competitivos -una necesaria reestructuraci¨®n de un sector con exceso de capacidad y elevado n¨²mero de competidores- con factores de inestabilidad financiera, al tiempo que el propio acoso al que fue sometida Espa?a en el contexto de la crisis de la deuda soberana tampoco ha ayudado al sector. Conviene tambi¨¦n se?alar que en muchas ocasiones se confunde la parte con el todo. Desgraciadamente, la incertidumbre sobre un n¨²mero reducido de entidades acaba distorsionando la imagen del sector, de forma que todas las entidades acaban sufriendo las consecuencias. Por ello, es importante incrementar a¨²n m¨¢s la transparencia informativa, aportando al mercado la informaci¨®n que exigen los inversores. En este sentido, el reciente anuncio del Banco de Espa?a de que en breve publicar¨¢ informaci¨®n detallada de las carteras de las entidades una vez auditados los datos va en la direcci¨®n correcta. En todo caso, existen retos importantes para el conjunto de las entidades financieras porque hay que tratar de conciliar dos cuestiones aparentemente contrapuestas como son completar el proceso de desapalancamiento que afecta al sector financiero y al conjunto de la econom¨ªa espa?ola, y favorecer el crecimiento del cr¨¦dito, aunque sea dif¨ªcil en el actual contexto de d¨¦bil crecimiento del PIB.
De cara al futuro pr¨®ximo es importante la perspectiva estrat¨¦gica del sector bancario minorista. Para despertar el inter¨¦s de los inversores privados, las entidades tienen que separar claramente la parte del negocio que debe reducirse necesariamente con la otra parte del negocio destinada a financiaci¨®n de nuevas actividades que generen valor. Todos los planes de negocio y de captaci¨®n de recursos propios deben apoyarse en una equity story -argumentos convincentes para los inversores-, instrumentada a trav¨¦s de un negocio nuevo y creciente. Esta separaci¨®n puede ayudar a mejorar el valor de venta del capital de las entidades financieras.
Gran parte de la reestructuraci¨®n se ha centrado en las cajas de ahorros. Como principales entidades financiadoras de la econom¨ªa espa?ola en los ¨²ltimos a?os, expandieron r¨¢pidamente su capacidad instalada y sufrieron en mayor medida los problemas de exposici¨®n inmobiliaria y deterioro de activos, si bien esta situaci¨®n es tambi¨¦n extensible a los bancos. La exigencia que la propia crisis ha llevado consigo de m¨¢s tama?o y m¨¢s capital est¨¢ suponiendo para las cajas cambios muy importantes que se han materializado en una combinaci¨®n de disposiciones normativas y condiciones competitivas que han propiciado un proceso de integraci¨®n y de cambios en su estructura organizativa, con una tendencia a la agrupaci¨®n del negocio financiero en torno a un banco. Cabe esperar que con los cambios realizados las cajas contin¨²en compitiendo con fuerza por mantener su liderazgo en el sector bancario minorista, pero para ello ser¨¢ preciso completar con ¨¦xito el proceso iniciado hacia una mayor concentraci¨®n, despolitizaci¨®n y profesionalizaci¨®n, y que sigan manteniendo su car¨¢cter diferencial social. Y, por supuesto, en el corto y medio plazo, por un saneamiento y una resoluci¨®n del problema de los activos deteriorados.
Restaurar la confianza en el sector bancario espa?ol exige acelerar el proceso de reestructuraci¨®n en curso para as¨ª ganar eficiencia. Con una d¨¦bil recuperaci¨®n econ¨®mica, la actividad crediticia no puede aportar el flujo de ingresos del pasado, lo que unido a la presi¨®n de los costes financieros (con tipos pasivos elevados en medio de una guerra por la captaci¨®n de dep¨®sitos) anticipa un 2011 de dificultades. En este contexto, el recorte de los costes y la ganancia de eficiencia es vital para afrontar el futuro. La crisis ha demostrado la importancia de una buena gesti¨®n y las consecuencias que tiene la infravaloraci¨®n de la concentraci¨®n de riesgos. Por tanto, es necesario mejorar la gesti¨®n de las entidades, convergiendo a la estructura de gobierno corporativo de las entidades m¨¢s sometidas a la disciplina del mercado.
Los nuevos tests de esfuerzo a los que se someter¨¢ en breve la banca europea son una buena oportunidad para recuperar la confianza. Al considerar escenarios de estr¨¦s, parte de la exposici¨®n inmobiliaria que a¨²n est¨¢ en cuesti¨®n ser¨¢ finalmente evaluada de forma din¨¢mica. Adem¨¢s, muchos pa¨ªses, al contrario que Espa?a, han protegido del examen a un buen n¨²mero de entidades, por lo que vuelven a surgir las dudas sobre la estabilidad y viabilidad de un buen n¨²mero de entidades financieras centroeuropeas que nos recuerda que el proceso de reestructuraci¨®n bancaria que est¨¢ tendiendo lugar en Espa?a no se ha producido en otros pa¨ªses europeos.
Si bien las medidas adoptadas van en la direcci¨®n adecuada, hay que mantener la tensi¨®n del proceso de reestructuraci¨®n hasta el final si queremos que los inversores conf¨ªen en la banca espa?ola. Y las recetas son: 1. Avanzar m¨¢s deprisa en la correcci¨®n del exceso de capacidad instalada. 2. Aumentar la transparencia informativa, aportando con regularidad la informaci¨®n que exigen los inversores. 3. Mejorar la profesionalizaci¨®n de la gesti¨®n de las entidades. 4. Proseguir con el saneamiento del activo. 5. No adoptar decisiones cortoplacistas (como remunerar con extratipos el pasivo) que acaban pasando factura a medio plazo. En nuestra opini¨®n, a?adir un elemento como un esquema de protecci¨®n de activos -que proteja a los inversores de p¨¦rdidas no esperadas m¨¢s all¨¢ de un cierto nivel- ayudar¨ªa a completar el proceso con ¨¦xito porque conciliar¨ªa las expectativas oficiales de p¨¦rdidas de las autoridades espa?olas con la confianza solicitada a los inversores.
Santiago Carb¨® Valverde es catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Granada y director de Estudios Financieros de Funcas. Joaqu¨ªn Maudos Villarroya es catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valencia e Investigador del Ivie.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.