La mec¨¢nica del microchip

Coja un tel¨¦fono de ¨²ltima generaci¨®n. Abra la aplicaci¨®n de fotograf¨ªas. Si pone el tel¨¦fono en horizontal, la imagen se muestra en horizontal. Si vuelve a girar el m¨®vil a posici¨®n vertical, la imagen se coloca en vertical. ?Alguna vez se ha preguntado c¨®mo detecta la posici¨®n? Es porque, dentro del terminal, adem¨¢s de microchips electr¨®nicos hay una min¨²scula pieza mec¨¢nica. Esa pieza se mueve. Y nota cuando usted cambia de posici¨®n el tel¨¦fono. Ese sensor es caro porque no se puede fabricar masivamente y hay que incluirlo a posteriori dentro de un microchip, uno a uno, para lograr lo que todo junto se conoce como MEMS. Si se pudieran fabricar en obleas usando el proceso est¨¢ndar, y con el microchip incluido de serie, todo ser¨ªan ventajas: un proceso r¨¢pido y m¨¢s barato. Es lo que llevan a?os buscando ingenieros de todo el mundo. La empresa catalana Baolab dice haberlo logrado.

Josep Montany¨¤, ingeniero, sujeta entre sus manos una oblea. Una placa redonda, dorada, reflectante. Si se mira de cerca, se aprecian peque?as muecas, diminutos caminos, cuadraditos sombreados. Son microchips con sensores incorporados. Proceden de una tanda de fabricaci¨®n de prueba que Baolab hizo en Singapur, donde se producir¨¢ su invento en serie. En junio espera las muestras definitivas. Ya est¨¢n en contacto con los mayores fabricantes de componentes para m¨®viles del mundo. Quieren convencerles para que cambien las piezas mec¨¢nicas que usan ahora por las que ellos han inventado. Su proceso permitir¨¢ tener el componente por 30 centavos la unidad, en vez por m¨¢s de un d¨®lar como ahora.

Adem¨¢s de conseguir un sensor en serie, el reto era poder fabricarlo en CMOS, un est¨¢ndar internacional aceptado por las grandes f¨¢bricas de microchips. Montany¨¤ dice que lo han logrado con el fin de instalarlos en m¨®viles o aparataos similares. Pero las posibles aplicaciones de sus MEMS "son infinitas". Su idea, asegura Joan Maj¨®, exministro de Industria y presidente de la empresa, es una revoluci¨®n que muy pronto millones de personas llevaremos en nuestro m¨®vil. Sin saberlo.