Valent¨ªn Solagaistua, mediador 'abertzale' de Su¨¢rez ante ETA

"Que tenga que demostrar a estas alturas que soy vasco no deja de ser una broma de mal gusto y una barbaridad". De forma vehemente, Valent¨ªn Solagaistua (Algorta, 1937), fallecido este martes, repet¨ªa incansable esta frase al pregunt¨¢rsele si se sent¨ªa amenazado y si segu¨ªa con escoltas (que, efectivamente, le han acompa?ado hasta sus ¨²ltimos d¨ªas).

Recorriendo como militante o dirigente casi por completo todo el abanico de la izquierda vasca, Valent¨ªn inici¨® sus primeros pasos pol¨ªticos durante el franquismo al ingresar en la llamada "primera ETA". Detenido a principios de los sesenta, la justicia franquista lo encarcel¨® durante cuatro a?os. A su salida se exili¨®, primero en Paris y poco despu¨¦s en Venezuela. All¨ª, en ese pa¨ªs americano, rompi¨®, como muchos de su generaci¨®n, con la organizaci¨®n terrorista, y se apunt¨® a ANV despu¨¦s de contactar con hist¨®ricos dirigentes del partido como Pello Irujo o Gonzalo Nardiz. Pocos a?os despu¨¦s, a la muerte de Franco, "quema las naves" y se presenta en Euskadi, siendo nombrado secretario general del partido. Ese cargo le permite participar en algunas reuniones de la llamada Convergencia Democr¨¢tica en casa de Enrique Tierno Galv¨¢n, junto a Jordi Pujol, Julio Jauregui o Roberto Lertxundi. Al iniciarse la transici¨®n se entrevista con Adolfo Su¨¢rez -entonces presidente del Gobierno-, quien le facilita un pasaporte para contactar con los dirigentes etarras, Jos¨¦ Miguel Be?aran Argala y Dolores Gonzalez Catarain Yoyes, en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. Tambi¨¦n se entrevista en la c¨¢rcel de C¨®rdoba con Javier Izko y Mario Onaindia.

Su papel de mediador, sus cr¨ªticas a la Mesa de Alsasua (antecedente de Batasuna) respecto a la no participaci¨®n de la izquierda abertzale en las instituciones y, sobre todo, su rechazo de la violencia etarra, provocan su expulsi¨®n. En una entrevista a EL PA?S hace tres a?os Valent¨ªn Solagaistua, me lo reconoc¨ªa: "Pas¨¦ miedo y pod¨ªan haberme pegado un tiro". "Culo inquieto", no pod¨ªa verse apartado de la pol¨ªtica, y con m¨¢s o menos ¨¦xito recorri¨® como fiel militante de izquierdas distintas formaciones, como el Partido Comunista, cuando formaba parte de la reci¨¦n nacida Ezker Batua, recalando finalmente en el PSE-EE, con el que fue elegido concejal en Sopelana (Vizcaya).

Con sus grandes gafas, esmirriado, sin un gramo de grasa, su sentido del humor, perenne sonrisa, talante para el di¨¢logo, optimismo inquebrantable y respeto al adversario pol¨ªtico, Valent¨ªn era un animal pol¨ªtico que segu¨ªa obsesionado por deslegitimar a ETA y su entorno. En su ¨²ltima entrevista declaraba: "La actual ANV no tiene nada que ver con el partido de izquierda liberal, republicano, laico y autonomista nacido el d¨ªa de San Andr¨¦s de 1930". Esa misma indignaci¨®n la trasladaba a ETA, afirmando que ten¨ªa que desaparecer, "una vez se d¨¦ cuenta de que no tiene ninguna salida, que su debilidad es manifiesta y que no tiene apoyo. Que no hay pueblo trabajador vasco apoy¨¢ndole. Pero en ETA siempre hay alguno que cree tener m¨¢s cojones que el otro. Saca la pipa y se acab¨®".

Pero estas ¨²ltimas semanas Valent¨ªn supo transmitir a los suyos un rayo de esperanza al comentar el pr¨®ximo fin de ETA. Era su sue?o, que hoy siguen compartiendo la mayor¨ªa de los vascos.