Vaciado
No es habitual que los periodistas reflexionen sobre su actividad, demasiado concentrados en el ejercicio del oficio, cuando no sencillamente en la supervivencia econ¨®mica. Dos veteranos ilustres lo han hecho en los ¨²ltimos meses, I?aki Gabilondo con su mirada hacia el ocaso de un ciclo en su El fin de una ¨¦poca, y el m¨ªtico locutor de los partidos del Bar?a para Catalunya, Joaquim Mar¨ªa Puyal. Ambos tienen una trayectoria admirable, pero ninguno de los dos regala una visi¨®n demasiado optimista del entorno, demolidas quiz¨¢ a barrenazos de la econom¨ªa de mercado y la falta de exigencia popular casi todas las opciones de mejorar la oferta informativa.
En el caso de Puyal hay propuestas por una nueva televisi¨®n, que deja caer en Aicn¨¤lubma, un t¨ªtulo que habr¨¢ llevado al suicidio a los libreros que carezcan de espejo retrovisor. Casi todas sus tesis est¨¢n orientadas a la consolidaci¨®n de un modelo de televisi¨®n p¨²blica y labor de pa¨ªs, como ¨²nica resistencia al vac¨ªo lucrativo del negocio privado. Los optimistas pensamos que la respuesta ha de venir tambi¨¦n por la oferta particular, sobre todo si seguimos abocados a un ciclo de Gobiernos obsesionados por limitar la cr¨ªtica y la reflexi¨®n sobre el sistema, lo cual lima a los servicios p¨²blicos de cualquier atisbo de personalidad propia y poder de corrosi¨®n.
Puyal ofrece un ejemplo clarividente cuando reproduce el pre¨¢mbulo de la Ley de Televisi¨®n Privada que apareci¨® en el BOE en 1988. All¨ª se dice: "La finalidad de la televisi¨®n ha de ser, ante todo, la de satisfacer el inter¨¦s de los ciudadanos y contribuir al pluralismo informativo, la formaci¨®n de una opini¨®n p¨²blica libre y a la extensi¨®n de la cultura". Eso no significa que nadie vaya a arrancarle las licencias a los canales. M¨¢s f¨¢cil. En el pre¨¢mbulo de la Ley General de Comunicaci¨®n Audiovisual de 2010, como subraya Puyal, ha desaparecido toda menci¨®n a intereses generales, cultura y opini¨®n, porque de lo ¨²nico que se habla es de industria, econom¨ªa y la calidad de la se?al. Es curioso, pero el proceso de vaciado de conceptos podr¨ªa datarse entre ambas fechas. Nosotros somos espectadores privilegiados de tal rebaja.
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