Bildu remarca su distancia con ETA
Durante las ¨²ltimas horas, los representantes de Bildu han tomado algunas decisiones sorprendentes en la trayectoria de la izquierda abertzale: advertir al preso de ETA Ander Errandonea, que esgrimi¨® una pancarta de Bildu al ser excarcelado, que nada tienen que ver con la banda; anunciar una querella por injurias contra algunos medios por identificarles con la ETA, y expresar su solidaridad con el pueblo de Lorca, suspendiendo la campa?a electoral como las dem¨¢s formaciones.
La izquierda abertzale sabe que sobre su cabeza pende una espada de Damocles: la enorme presi¨®n del PP sobre el Gobierno y los tribunales para que Bildu quede fuera de la ley, tras la decisi¨®n del Constitucional de tolerar su presencia electoral. Y ha decidido remarcar con todo tipo de pronunciamientos las distancias con la violencia, incluida la de ETA. Trata de ganar credibilidad, que es la mejor manera de evitar riesgos. En realidad, la tarea ya la hab¨ªan realizado hace un mes. Todos los candidatos de Bildu firmaron junto al acta su compromiso de rechazo de la violencia, incluida la de ETA, siguiendo la estela de los estatutos de Sortu, la nueva marca pol¨ªtica de la izquierda abertzale.
Pero ya han aprendido que no basta con ello, que tienen que exteriorizarlo para ser cre¨ªbles. Su batalla empieza a cuajar. Una amplia mayor¨ªa de vascos cree que Bildu no es ETA y, en este momento, ya son la mitad de los espa?oles los que tambi¨¦n lo creen.
En este sentido, la izquierda abertzale ha valorado la decisi¨®n de Errandonea de esgrimir una pancarta de Bildu, al salir de la c¨¢rcel, como una "torpeza", por el clima explosivo que ha generado el PP. Pero la historia puede repetirse. El colectivo de presos de ETA -que componen m¨¢s de 700 reclusos en Francia y Espa?a- est¨¢ dividido en tres bloques: una minor¨ªa, inferior al 10%, que ha abandonado la banda de forma expresa; otra minor¨ªa, a¨²n menor, que se manifiesta a favor del terrorismo, y una amplia mayor¨ªa que, con matices variados, sigue la apuesta de la izquierda abertzale en favor de las v¨ªas pol¨ªticas y de abandono de la violencia. Su debate interno ha sido paralelo y con resultados similares al de la izquierda abertzale. Esto es, bastantes presos de ETA est¨¢n a favor de Bildu.
En otro tiempo, el gesto de Errandonea se hubiera interpretado como un gesto de reinserci¨®n social, como una victoria de la pol¨ªtica sobre la violencia. Hoy, el PP lo utiliza para tratar de debilitar al Gobierno, que se coloca a la defensiva.
En estas condiciones, y tras la presencia electoral de Bildu, a quien le toca mover pieza es a la izquierda abertzale, que tiene que sacudirse la desconfianza acumulada. Sus l¨ªderes aseguran que seguir¨¢n reaccionando frente a cualquier manifestaci¨®n de violencia. Con la constituci¨®n de Sortu, cuya legalizaci¨®n esperan, pretenden avanzar en el reconocimiento de las v¨ªctimas del terrorismo, una asignatura que tienen pendiente.
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