Cristianos en Egipto
La junta militar debe poner coto inmediato a la escalada de la violencia sectaria en el pa¨ªs ¨¢rabe
Las comunidades cristianas en el mundo musulm¨¢n se han convertido en muchos casos en especies amenazadas, como lo muestran la sucesi¨®n de ataques y matanzas que las han tenido como blanco durante los ¨²ltimos tiempos, se trate de Irak, Egipto, Pakist¨¢n, Somalia o Malasia. En estos y otros pa¨ªses, sin embargo, las reiteradas agresiones ni siquiera alcanzan la categor¨ªa de noticias.
En Egipto, los ataques contra cristianos coptos, alrededor del 10% de la poblaci¨®n, se han multiplicado alarmantemente desde el atentado de Alejandr¨ªa, en Navidad, y especialmente tras el derrocamiento de Hosni Mubarak. El ¨²ltimo, la semana pasada, en un suburbio cairota donde fan¨¢ticos salafistas incendiaron una iglesia y causaron 12 muertos y m¨¢s de 200 heridos. El patr¨®n suele ser el mismo: rumores propagados por extremistas que desembocan en ataques a propiedades o lugares de culto; y que siembran el miedo, provocan huidas y consolidan una ciudadan¨ªa marginada.
La escalada de la violencia confesional en Egipto amenaza directamente la transici¨®n a la democracia en el pa¨ªs ¨¢rabe de referencia. Y se hace m¨¢s grave por la pasividad de los generales en el poder y la impunidad legal de sus autores, especialmente los grupos salafistas. Los salafistas, una variante especialmente fundamentalista del islam, de inspiraci¨®n saud¨ª, manten¨ªan un perfil bajo antes de la revuelta popular que destron¨® a Mubarak y se han hecho especialmente visibles en el vac¨ªo de poder actual y en el contexto de la pugna entre las diferentes fuerzas que aspiran a configurar Egipto. No est¨¢n solos. Elementos de la polic¨ªa pol¨ªtica en desgracia y del partido oficialista disuelto contribuyen a la agitaci¨®n callejera, acentuada por el colapso de la desacreditada y brutal polic¨ªa de la dictadura.
Los cristianos egipcios, pese a su importancia num¨¦rica, han sido siempre discriminados por el poder, que ha considerado los ataques contra sus personas o intereses meros "sucesos" sin castigo. Es hora de que la junta militar salga de su inaceptable sopor y ponga coto inmediato a la escalada de la violencia sectaria. Egipto est¨¢ en camino de celebrar sus primeras elecciones democr¨¢ticas y alumbrar una nueva Constituci¨®n. Un Estado moderno no puede construirse sobre los cimientos de la opresi¨®n contra quienes no forman parte de las creencias religiosas mayoritarias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.