Un elefante para animar el Ateneo

Para entrar en el Ateneo hay que cruzar tres puertas, subir dos tramos de escaleras y saltar por encima de un prejuicio: Esta es una instituci¨®n arcaica. Viejuna, como se dice ahora. Para salvar los obst¨¢culos, tanto f¨ªsicos como psicol¨®gicos, que lo alejan del p¨²blico -sobre todo del p¨²blico joven- el Ateneo de Madrid, a la vanguardia desde hace 175 a?os, se ha sacado un elefante de la chistera. Esta ser¨¢ decimon¨®nica, pero el elefante es rosa.

"El hall no invita a entrar, hay una barrera emocional entre la calle y la actividad vibrante de esta casa que organiza unos 70 eventos al mes", explica el secretario primero del Ateneo, Carlos Garc¨ªa, en el vest¨ªbulo de Prado, 21. Es angosto y oscuro, escalera de m¨¢rmol y techo alt¨ªsimo. La estrecha fachada del edificio no anuncia lo que uno encuentra dentro (un precioso sal¨®n de actos o la biblioteca m¨¢s bonita de Madrid). Por ello, los atene¨ªstas convocaron un concurso de ideas bautizado Enter Ateneo. "Quer¨ªan algo fresco que crease un v¨ªnculo entre la calle y el edificio", explica Javier Olivar, de Opengap, la agencia que organiz¨® el concurso. Las bases: el presupuesto ten¨ªa que ser bajo y el proyecto reversible, ya que el edificio est¨¢ protegido.

"Usted todav¨ªa no lo sabe pero ya est¨¢ dentro", es el lema del proyecto ganador

Llegaron 145 proyectos de 35 pa¨ªses entre los que hay de todo. Uno propone crear un escenario en la base de la escalera, otro proyectar cine en las paredes y que la gente se siente en los escalones con almohadillas taurinas. Entre las propuestas abundan materiales como las telas, el cart¨®n o las cuerdas, poco invasivos y f¨¢ciles de retirar. Por lo mismo, hay muchos que giran en torno a la iluminaci¨®n: neones, proyecciones, l¨¢mparas con forma de mariposa... Los m¨¢s atrevidos transforman completamente el espacio abriendo lucernarios o creando pisos extra para alojar locutorios de Internet o bibliotecas colgantes (www.opengap.net).

El ganador, obra de Atelier Paip¨¢i (formado por las j¨®venes hermanas Vilaplana de Miguel y Blanca Lora) saca el programa del Ateneo a la calle. Un c¨®digo de luces de colores en la puerta anuncia al viandante lo que sucede en el interior. Su lema es "usted todav¨ªa no lo sabe pero ya est¨¢ dentro". Es el proyecto que m¨¢s dialoga con el pasado de la casa. Las bombillas est¨¢n colocadas en los huecos de la rejer¨ªa que quedaron cuando, en el Franquismo, se retiraron unas estrellas decorativas consideradas mas¨®nicas. Esas estrellas se recuperan tambi¨¦n, ingeniosamente rotas, en la decoraci¨®n del vest¨ªbulo, donde se recrea el tramo de la escalera desaparecido en una reforma de los a?os cincuenta. La idea tiene un ramalazo literario: sus misteriosas formas y fosforescencias remiten a los Shandy, una sociedad secreta ficticia creada por Enrique Vila Matas que recuerda a los masones.

M¨¢s f¨¢cil de explicar es el proyecto de Gonzalo Pardo y Marta L¨®pez, que qued¨® segundo. Consiste b¨¢sicamente en colocar en medio del recibidor un enorme elefante de malla met¨¢lica rosa. Se titula Ceci n'est pas un ¨¦l¨¦phant por el cuadro de la pipa de Magritte y juega con la frontera entre la realidad y la ilusi¨®n ("es de aire").