Insectos
Si estudi¨¢ramos como entom¨®logos el asunto que afecta al presidente del FMI, el franc¨¦s Dominique Strauss-Kahn, obtendr¨ªamos m¨¢s certezas que haci¨¦ndolo desde perspectivas morales, medi¨¢ticas o conspiranoicas. Los medios de su pa¨ªs lo apodaban DSK para ahorrar tinta, tambi¨¦n por la querencia francesa hacia los diminutivos y hasta quiz¨¢ por ese denodado esfuerzo por convertir a las personas en marcas comerciales en el que vivimos inmersos. El ser humano, se llame Galliano, Tiger Woods o encabece las encuestas presidenciales, es demasiado humano, y pocas veces responde a la l¨®gica, para bien del espect¨¢culo de la vida.
Lo sorprendente es que despu¨¦s de tantos a?os de estrenos y promociones, por ejemplo, Woody Allen siga siendo brillante en sus declaraciones. Por no hablar de su ausencia de presuntuosidad en un mundo plagado de autorreconocidos genios. Lo ¨²ltimo que escuch¨¦ decir a Woody Allen en Cannes me pareci¨® para enmarcar: "La vida es como Las Vegas, a veces ganas unas monedas de premio, pero nunca saltas la banca".
Si alguien est¨¢ cercano a saltar la banca tiene que ser el presidente del FMI, se dir¨ªa alguno. La semana pasada, sin embargo, ya corrieron por las redacciones los soplos sobre sus gastos excesivos y finalmente la prueba del delito, el tipo subi¨¦ndose a un Porsche. La foto era dolorosa. Luego result¨® que el coche era de un amigo. La foto que nos habr¨ªa matado de la sorpresa es la del presidente del FMI viajando en metro, ?no? Pero el descarrilamiento ha resultado m¨¢s f¨¢cil de lo previsto. En las rivalidades brutales de la pol¨ªtica francesa, la ambici¨®n no se esconde. En esta ocasi¨®n parece sencillo concluir que el peor rival de alguien es uno mismo, pero qu¨¦ f¨¢cil es contar el partido los lunes por la ma?ana.
Los medios sacan ahora punta al pasado sexual de DSK, rendidos ante la detenci¨®n en el asiento de primera clase del avi¨®n tras abandonar la suite de 2.000 euros la noche. Ahora cotizan los detalles que contribuyan a la demolici¨®n. Reconozcamos que los humanos nos hemos convertido en bichos escrutados las 24 horas por microscopios de aumento llamados medios de comunicaci¨®n. Nadie sabe si eso nos har¨¢ m¨¢s fuertes o m¨¢s hip¨®critas, pero es un reto m¨¢s para tantos insectos aspirantes a C¨¦sar.
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