Tartufer¨ªas
Hace d¨ªas, ve¨ªamos a DSK subiendo a un Porsche en compa?¨ªa de su mujer. Apenas unos d¨ªas despu¨¦s, lo ve¨ªamos detenido por la polic¨ªa neoyorquina, acusado de intentar violar a una camarera del hotel en que se hospedaba. En principio, no tendr¨ªamos por qu¨¦ ver una secuencia l¨®gica entre ambos acontecimientos, pero basta con la personalidad de su protagonista para que esa vinculaci¨®n se imponga, pues se da la circunstancia de que Dominique Strauss-Kahn, adem¨¢s de conducir un Porsche y de haber sido detenido, es socialista. Y ah¨ª lo tenemos convertido en icono de la intr¨ªnseca maldad sociata. DSK es rico y vive como tal, lo que ni me va ni me viene. ?Puede un rico defender ideas socialistas y seguir viviendo como un rico, o debe operarse en ¨¦l inmediatamente una transformaci¨®n, digamos, tolstoiana?
Supongo que algo tendr¨¢n que decir al respecto los compa?eros socialistas de DSK y los ciudadanos franceses, quienes no parec¨ªan tener en cuenta ese dato para situarlo en las encuestas como virtual ganador de las pr¨®ximas presidenciales francesas. Pero la que s¨ª ha tenido en cuenta ese dato ha sido la derecha, esa misma que tan bien defiende el "sed libres para enriqueceros". Y aprovechando la onda, ah¨ª tenemos a su versi¨®n espa?ola criticando el chic de Zapatero y del resto de oradores del mitin de Zaragoza. ?Era un chic con dinero ajeno como el chic de Camps? No, pero, ?ay, amigo!, tambi¨¦n la elegancia es privilegio ¨²nico de la derecha. A la izquierda le corresponden la pobreza, la modestia y la honestidad; esos son sus valores. ?No es ¨¦sta una forma de reconocer su superioridad moral cuando se pretende acusarla de lo contrario?
Sab¨ªamos tambi¨¦n que DSK era un seductor, un mujeriego, lo que tampoco nos va ni nos viene. Pero si adem¨¢s resulta ser un violador se merecer¨¢ la pena que le impongan, y ah¨ª s¨ª que no encontramos paliativo alguno. Veamos, sin embargo, la novela de la abyecci¨®n sociata que comienzan ya a apuntar algunos comentaristas derechosos. DSK no habr¨ªa violado a una mujer, sino a una criada, en un ejercicio de sumisi¨®n, de dominio amo/esclavo, una vieja pr¨¢ctica de se?oritos de buena familia. ?Se pueden reconocer en esa su clase dirigente los pobres y desheredados de la tierra?
Si la izquierda no puede ser rica, pero s¨ª la derecha; si la izquierda no puede ser elegante, pero s¨ª la derecha; si la izquierda no puede cometer ciertos delitos sin atenerse a los principios de la lucha de clases... ?entonces? Es curioso que la derecha considere negativos ciertos "valores" que s¨ª ve buenos para ella. Es la misma tartufer¨ªa de la que est¨¢ haciendo gala en esta campa?a. ?C¨®mo pod¨¦is votar a quienes han realizado esos recortes en salarios y presupuestos? Votadnos a nosotros, que los haremos mayores. Pero la derecha s¨ª puede. Es lo que la izquierda hab¨ªa olvidado estos ¨²ltimos tiempos. Son los valores, amigo, y no s¨®lo la eficacia, que tambi¨¦n. Y hay que predicarlos con el ejemplo. Y con buenas razones.
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