El juez excarcela a Strauss-Kahn con una fianza de un mill¨®n de d¨®lares
- El gran jurado inculpa al exdirector del FMI, que ser¨¢ juzgado en Nueva York - El pol¨ªtico socialista franc¨¦s permanecer¨¢ en situaci¨®n de arresto domiciliario
Tras pasar tres noches en una celda de 12 metros cuadrados en la peligrosa prisi¨®n de Rikers Island de Nueva York, Dominique Strauss-Kahn preparar¨¢ su juicio fuera de la c¨¢rcel. Un juez neoyorquino le concedi¨® ayer la libertad bajo fianza despu¨¦s de imponerle unas condiciones dur¨ªsimas: un mill¨®n de d¨®lares (700.000 euros) en efectivo de fianza y un dep¨®sito bancario de cinco millones de d¨®lares; la obligatoriedad de vivir, 24 horas al d¨ªa y los siete d¨ªas de la semana, con un brazalete electr¨®nico y bajo la vigilancia permanente de un guardia armado que, adem¨¢s, pagar¨¢ el propio Strauss-Kahn de su bolsillo. Adem¨¢s, el pol¨ªtico socialista franc¨¦s quedar¨¢ en situaci¨®n de arresto domiciliario (todo indica que en la casa de su hija en Manhattan). Tras la vista, DSK volvi¨® a la c¨¢rcel a pasar su ¨²ltima noche en prisi¨®n a fin de dar tiempo a los abogados y al fiscal para preparar todas las condiciones aceptadas.
DSK llevar¨¢ un brazalete electr¨®nico y ser¨¢ vigilado por un guardia armado
El acusado debe aportar otros cinco millones de d¨®lares como garant¨ªa
Un camarero que abri¨® la habitaci¨®n del hotel figura como testigo
As¨ª, los abogados del ya ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) convencieron al juez de que el hasta el domingo candidato preferido de los franceses para sustituir a Sarkozy en 2012 no huir¨¢ de Nueva York. Para eso presentaron, entre otras cosas, el contrato de alquiler de un piso que la esposa de DSK, Anne Sinclair, la multimillonaria y conocida periodista francesa, ha firmado ya en Manhattan. El fiscal no estuvo de acuerdo y describi¨® a DSK -presente en la sala, vestido con una camisa azul claro y un traje verde oliva, ojeroso y cansado- como una persona de "conducta compulsiva". Tambi¨¦n su mujer y una de sus hijas, que vive en Nueva York, siguieron la vista en la sala.
Es, por tanto, una peque?a victoria para los prestigiosos abogados penalistas que defienden al ex director general del FMI y que se enfrentan, a partir de ahora, a una verdadera batalla judicial que ya ha comenzado: ayer, un jurado popular compuesto por 20 personas de Nueva York elegidas al azar decidi¨® que las pruebas aportadas por la Fiscal¨ªa son suficientes como para inculpar a Dominique Strauss-Kahn de intento de violaci¨®n a una limpiadora en una suite del hotel Sofitel, en Nueva York.
El mi¨¦rcoles, este mismo jurado popular escuch¨® el testimonio de la limpiadora, que, seg¨²n su abogado, Jeffrey Saphiro, insiste en que en ning¨²n momento hubo relaci¨®n sexual consentida y s¨ª un intento de violaci¨®n por parte de Strauss-Kahn al que ella se resisti¨®.
Seg¨²n la prensa estadounidense, hay otros elementos acusadores: las pruebas de ADN han revelado, al parecer, rastros de ara?azos en la espalda de DSK, lo que llevar¨ªa a pensar en una pelea. La polic¨ªa tambi¨¦n analiza un trozo de la moqueta de la habitaci¨®n en la que la camarera, seg¨²n su testimonio, escupi¨® despu¨¦s de que DSK la obligara a realizarle una felaci¨®n.
Por su parte, el exdirector del Fondo Monetario, en la carta que remiti¨® ayer al organismo anunciando su dimisi¨®n, niega las acusaciones y dice que est¨¢ dispuesto a emplear toda su energ¨ªa y su tiempo en probar su inocencia.
Poco a poco se van sabiendo m¨¢s del caso: cuando la empleada del hotel entr¨® el s¨¢bado pasado a limpiar la suite n¨²mero 2.806 del hotel Sofitel, encontr¨® la puerta entreabierta y hab¨ªa una tercera persona dentro, seg¨²n revel¨® ayer Le Figaro. Se trata de un camarero que, en ese momento, retiraba los cubiertos de una mesa. Seg¨²n una fuente del hotel, este camarero indic¨® a la limpiadora que pod¨ªa entrar, que la habitaci¨®n se encontraba vac¨ªa. La mujer entr¨®, empujando un carrito con productos de limpieza, y el camarero se fue. Poco despu¨¦s, seg¨²n la denuncia, Strauss-Kahn surgi¨® desnudo del cuarto de ba?o e intent¨® violar a la empleada.
Este tercer testigo podr¨¢ aportar varios elementos cruciales. Entre otros, la hora exacta a la que ocurri¨® todo. Los abogados de Dominique Strauss-Kahn han sostenido que hay ciertas incoherencias en el relato policial en cuanto a esto. En principio, daba la impresi¨®n de que las c¨¢maras de seguridad del hotel hab¨ªan grabado la salida de la mujer de la habitaci¨®n. Seg¨²n Le Figaro, esas c¨¢maras solo se encuentran en la planta baja del hotel, en el vest¨ªbulo, y no en los pasillos de las habitaciones.
Mientras, en Francia, que sigue el caso estupefacta, a¨²n noqueada por la impresi¨®n de ver el hasta el domingo el pol¨ªtico m¨¢s prometedor acusado de violaci¨®n, en el banquillo de los acusados, comienzan a calibrar las primeras consecuencias pol¨ªticas de la ca¨ªda del ya exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional. Seg¨²n dos sondeos aparecidos ayer, el gran beneficiario de la ca¨ªda de DSK es su compa?ero de partido, el ex primer secretario del Partido Socialista franc¨¦s Fran?ois Hollande, candidato declarado ya para las primarias de oto?o.Una encuesta publicada en Le Figaro demuestra que, si estas primarias se organizaran ahora, Hollande ser¨ªa proclamado candidato socialista con un 49% de los votos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.