El PSOE concluye resignado a perder parte de su poder auton¨®mico

La campa?a de los socialistas termina casi como empez¨®: con las mismas (malas) expectativas, que invariablemente pasan por la p¨¦rdida de poder en una, dos o tres comunidades aut¨®nomas. Aunque el PSOE aguanta bien en los Ayuntamientos, dos grandes ciudades, Barcelona y Sevilla, est¨¢n en el alero. El golpe puede ser muy duro.

Toda la campa?a se ha basado en pedir, casi suplicar, a los antiguos votantes que no les dejen en la estacada. El efecto de esa llamada se sabr¨¢ el domingo, pero en los ¨²ltimos sondeos apenas hab¨ªan respondido. Todo lo ha jugado el PSOE a que un castigo al Gobierno central, es decir, a Zapatero, en estas elecciones supondr¨ªa un golpe injusto e injustificado a alcaldes y presidentes auton¨®micos socialistas cuya labor ha sido aprobada por los ciudadanos de sus comunidades. Para conseguir su objetivo, esta campa?a ha sido la m¨¢s descentralizada que el PSOE haya hecho nunca, en un intento de poner el foco en sus gobernantes auton¨®micos y municipales. Enfrente ten¨ªan al PP tirando de la cuerda en sentido inverso; es decir, asimilando a los candidatos auton¨®micos y municipales al propio Zapatero.

Los socialistas pueden dejar los Ayuntamientos de Barcelona y Sevilla

Esta es la raz¨®n por la cual hasta anoche mismo las ¨²ltimas catas del PSOE en Castilla-La Mancha se?alaban que el PSOE estaba solo unas d¨¦cimas por encima del PP, lo que significa en la pr¨¢ctica que la victoria est¨¢ m¨¢s que en el aire. Esta superposici¨®n de la pol¨ªtica nacional en la auton¨®mica tambi¨¦n conduce a que, contra todo pron¨®stico hasta hace solo un cuatrimestre, el PSOE de Extremadura y su presidente, Guillermo Fern¨¢ndez Vara, se sientan con el agua al cuello.

El mismo agobio sufre el socialismo asturiano. Aunque posiblemente sea la fuerza m¨¢s votada, la irrupci¨®n del partido de Francisco ?lvarez-Cascos ha perturbado el panorama. Tanto el actual presidente auton¨®mico, Vicente ?lvarez Areces, como el nuevo candidato a la presidencia del Principado, Javier Fern¨¢ndez, tienen claro que a pesar de la agria disputa entre el PP y el Foro Asturiano de Cascos, si pueden pactar¨¢n y expulsar¨¢n al PSOE del poder.

Tampoco tiene dudas el presidente de Baleares, el socialista Francesc Antich, que previsiblemente perder¨¢ el Gobierno de las islas. Y la frustraci¨®n ser¨¢ mucha porque el PSOE de Baleares parece que subir¨¢ en votos pero no tiene ya socios con los que pactar ante el hundimiento por casos de corrupci¨®n de Uni¨® Mallorquina y la divisi¨®n de los peque?os partidos de izquierda. En Arag¨®n tienen m¨¢s esperanzas de mantener el Gobierno y de que Marcelino Iglesias pueda ceder el testigo a la candidata Eva Almunia. A pesar del empuje del PP, los socialistas aragoneses conf¨ªan en que est¨¦ en su mano pactar con el Par o la Chunta Aragonesista.

En las comunidades donde gobierna el PP no hay posibilidad de cambio, pero los socialistas s¨ª aspiran a mantener el poder municipal.

En Madrid, epicentro del Movimiento 15-M, celebr¨® Zapatero el mitin de cierre de esta campa?a en apoyo de Tom¨¢s G¨®mez para la presidencia de la Comunidad y de Jaime Lissavetzky para el Ayuntamiento. El acto estuvo plagado de alusiones directas e indirectas al Movimiento 15-M. "No nos asustan las manifestaciones y reivindicaciones, a los socialistas nos comprometen", entr¨® de frente Zapatero ante las 4.000 personas que llenaron un pabell¨®n de Ifema. Esa quiz¨¢ fue la alusi¨®n m¨¢s comprensiva de Zapatero sobre el movimiento. El resto fue para exhibir el historial del PSOE y para poner el voto en la cima de la expresi¨®n democr¨¢tica. "Respetamos a quien no quiere votar; no estoy de acuerdo, pero lo respeto. Ahora bien, el voto es la m¨¢s poderosa palanca de cambio. La gran fiesta de la democracia es votar". Dej¨® Zapatero para Madrid la petici¨®n directa de voto a los trabajadores y a las mujeres -"que se juegan mucho a partir del lunes en el mantenimiento de pol¨ªticas de igualdad"-, en consonancia con la campa?a que ha hecho Tom¨¢s G¨®mez. En Madrid los socialistas han buscado n¨ªtidamente el voto de la izquierda.