El concurso de Noriega se enquista

La crisis econ¨®mica ha colapsado los juzgados espa?oles por la ruina de las empresas y las consecuencias legales que acarrean. Los concursos de acreedores ocupan extensos espacios de las oficinas. Y los macroconcursos de grandes grupos suponen una carga de trabajo inusitada, que prolongan los tiempos y enervan a los acreedores, quienes esperan una pronta resoluci¨®n para cobrar su parte. Eso ha pasado en C¨®rdoba con el concurso de siete empresas del grupo Noriega, una de las mayores constructoras de la regi¨®n. Casi 2.500 acreedores miran preocupados la prolongaci¨®n de la primera fase concursal.

El de Noriega se ha convertido en el m¨¢s importante concurso de acreedores de Andaluc¨ªa. Lo reconoce el juez de lo Mercantil de C¨®rdoba que lo instruye, Fernando Caballero. "Cuando terminamos los 25 tomos del informe, vimos que el concurso de Noriega superaba en el pasivo al concurso de Aifos. Si el de Aifos eran alrededor de 1.100 millones de euros, el de Noriega ha subido hasta los 1.158,4 millones de euros", destaca el juez. Adem¨¢s, el caso de Noriega cuenta con otros 420 millones de euros de cr¨¦ditos contingentes, es decir, una deuda de la que no se tiene plena certeza de su cuant¨ªa e incluso de su existencia.

Los juicios fijados para 2012 podr¨ªan retrasarse por las 251 impugnaciones

En siete concursos hay 2.437 afectados que representan 14.790 cr¨¦ditos

La clave para entender el prolongado proceso que requieren estos concursos radica su propio volumen. En los siete concursos de Noriega, hay 2.437 acreedores que representan 14.790 cr¨¦ditos, ya que cada acreedor puede tener varios cr¨¦ditos diferentes. Pero a pesar de todos los logros del juzgado, que ha conseguido agilizar los tr¨¢mites con diversas innovaciones, existe una piedra en el zapato que puede ralentizar el proceso: las impugnaciones. El proceso se encuentra ahora terminando el plazo de impugnaci¨®n de la lista de acreedores. Y han aparecido 251 incidentes concursales que dudan de diferentes cr¨¦ditos. Fundamentalmente son de la empresa (175) y no se esperan muchos m¨¢s. "Se trata de un n¨²mero importante de impugnaciones que puede alargar la tramitaci¨®n. F¨ªjese que en 2010 se presentaron en estos juzgados 93 incidentes en todos los concursos que se tramitaron", explica el juez Caballero.

La duraci¨®n de los mismos va a depender de la posici¨®n de la Administraci¨®n Concursal -el ¨®rgano gestor colegiado de las entidades concursadas que incluye abogados, economistas y acreedores- con respecto a los incidentes. "Si la Administraci¨®n considera que tienen raz¨®n los que han impugnado, lo que se conoce como un allanamiento, no habr¨¢ controversia. Pero en otros casos ser¨¢ necesario aportar pruebas y habr¨¢ que se?alar vistas", apunta el juez de lo Mercantil. En C¨®rdoba ya se han producido algunos allanamientos. En cuanto a los juicios, la sala los est¨¢ se?alando para finales de enero de 2012. "Si son muchos los incidentes para los que hay que se?alar juicios, l¨®gicamente se prolongar¨¢ todo bastante", advierte el juez.

Este hecho retrasar¨ªa el comienzo de la segunda fase del concurso, la del convenio. En esa fase, las siete empresas concursadas tienen que presentar una propuesta de convenio para satisfacer a los acreedores. Si ¨¦stos lo aprueban en asamblea, termina el concurso. Si no, se entra en la fase de liquidaci¨®n, con lo cual se vende todo el patrimonio -la masa activa- para pagar a los acreedores.

Eso supone m¨¢s tiempo y m¨¢s esfuerzo para los afectados. Y los acreedores no quieren pasar por ah¨ª. "Tememos que se pueda dilatar mucho m¨¢s, lo que postergar¨ªa la fase de convenio", afirma Rafael Serralbo, portavoz de la plataforma de acreedores. "Las empresas que est¨¢n adheridas a la plataforma hemos conseguido que todos los incidentes concursales que han surgido con estas empresas se solventasen en un solo acto", destaca. Pero los 251 cr¨¦ditos que han impugnado el deudo son de empresas que no pertenecen a esta plataforma. Por eso, los acreedores asociados quieren saber qui¨¦nes son los otros afectados para intentar mediar y solventar la soluci¨®n. "Hasta que no tengamos los nombres de las empresas no podemos hacer nada". Es decir, cobrar se aleja.