?Por qui¨¦n doblan las campa?as?
El sistema no existe, los fantasmas no existen. Solo existe el miedo. Pero existe tambi¨¦n la lucha por un mundo mejor. Cada generaci¨®n tiene la obligaci¨®n de cambiar el mundo. Algunas lo consiguen y otras se hacen polvo. Todos los oc¨¦anos est¨¢n llenos de palos de barcos que han naufragado. El sistema no existe cuando existe la gente. Entonces, ni siquiera existe Barcelona. Lo importante son las plazas. Ha tenido que hundirse Grecia para que en todas partes la gente vuelva a las plazas, al ¨¢gora. No puede existir el sistema por encima de lo que la gente ve y sabe. El sistema solo existe cuando cerramos los ojos y nos quedamos ciegos. El sistema se desmonta a golpe de preguntas, esto lo que dijo S¨®crates antes de que le condenaran a suicidarse. Me hubiera gustado que a los pol¨ªticos, cuando han salido de campa?a a los m¨ªtines, a las entrevistas, les preguntasen, por ejemplo, por la chavala que hace un mes pill¨® un permiso en Wad Ras y en cuanto lleg¨® a su casa se tir¨® por la ventana porque ya no pod¨ªa m¨¢s. O que les preguntasen tal vez si un Ayuntamiento tiene derecho a pagar los libros de texto a sus vecinos con el dinero que saca de la especulaci¨®n inmobiliaria. O que les preguntasen adem¨¢s qu¨¦ sienten cuando el reloj del Metro hace bucle y la espera vuelve a alargarse, y entonces llega el vag¨®n lleno de gente que viene hecha polvo de currar, amontonada porque alguien ha decidido quitar asientos para que quepa m¨¢s gente en pie. Pero en p¨²blico no se habla de asuntos inc¨®modos. Aqu¨ª los temas son la Barcelona de los coches el¨¦ctricos (?ir¨¢n con enchufe?) y los barrios de Badalona convertidos en Molokais para inmigrantes.
Lo que de verdad se ha globalizado en el planeta es la corrupci¨®n
Son los chavales de la generaci¨®n 'ni ni', que dicen que "no no"
Estos d¨ªas se ha reunido m¨¢s gente pidiendo democracia en la plaza de Catalunya que en las otras plazas de Barcelona por donde han pasado los candidatos pidiendo el voto. Son los chavales de la generaci¨®n ni ni, que dicen que "no no". Ahora los partidos se les acercan para contarles que tambi¨¦n est¨¢n con ellos, pero eso lo van a tener que demostrar moj¨¢ndose, es decir, transform¨¢ndose. Pensar el mundo es hacerlo nuevo, as¨ª empieza uno de los cantares de Antonio Machado.
Fui el 15 de mayo a ver la manifestaci¨®n que convocaba Democracia Real Ya. Hac¨ªa muchos a?os que no me manifestaba por nada, no porque no crea en nada, sino porque todo me parec¨ªa suciamente dirigido de una u otra manera. Pero esta vez... Qu¨¦ diablos, quise por lo menos ver algo que parec¨ªa de verdad espont¨¢neo. Y vi que lo era. En el mogoll¨®n me encontr¨¦ con los amigotes del barrio que hab¨ªan llegado tambi¨¦n guiados por la curiosidad. Al principio nos sent¨ªamos todos un pu?ado de puretas fumando porros en una mani que convocaban los j¨®venes. Pero es que la democracia real es precisamente eso, es seguir a los chavales a donde quieren ir. Ellos han visto lo que todo el mundo ve una vez en la vida. Pero ellos dicen que no van a renunciar. ?De d¨®nde viene esta pe?a? Se les ve a una legua: vienen del muchacho que se quem¨® en T¨²nez porque le humill¨® el poder (de eso he intentado hablar antes), vienen de que les roben la democracia y les digan que solo habr¨¢ futuro para ellos a cambio de su libertad. ?C¨®mo han llegado hasta la plaza? Igual que llegamos todos, empujados por las ondas de Internet. Los ordenadores llevan meses calientes, luchando para defenderse del control totalitario por parte de la SGAE y de otros grupos privados, y por parte de Gobiernos y de sus leyes de la propiedad intelectual, que son leyes para los ricos. Porque nuestros ordenadores viven, vuelan, entran en las cabezas y en los corazones de la gente, es m¨¢s f¨¢cil creer en ellos que en cualquier partido pol¨ªtico. ?Qu¨¦ ped¨ªan los chavales en la manifestaci¨®n con sus banderas islandesas, sus banderas piratas, sus banderas republicanas, sus banderas de lunares y gritando "el pueblo unido jam¨¢s ser¨¢ vencido" como quilapayunes sin Allende? ?Qu¨¦ piden ahora en las concentraciones? Exactamente, lo mismo que pidieron hace unos meses en Egipto. Zafarrancho de limpieza. Y ese ha sido el s¨ªmbolo con que los manifestantes coronaron sus protestas de la plaza de Tahrir: con una limpieza general. Aqu¨ª estamos lejos de Egipto, a no s¨¦ cu¨¢ntos kil¨®metros, pero en absoluto estamos lejos de Mubarak como en absoluto (cu¨¢nto absolutismo) estamos lejos de Berlusconi. Lo que de verdad se ha globalizado es la corrupci¨®n. En estas elecciones hay por toda Espa?a listas salpicadas de pol¨ªticos sospechosos de corrupci¨®n sino fehacientemente corruptos (alguien ha contado los que est¨¢n imputados y le han salido 51 candidatos). Para los partidos parece que no supone ning¨²n problema, pero hay gente que dice que va a meter en el sobre una rodaja de chorizo en vez una papeleta. A diferencia del burgu¨¦s que proclam¨® hace m¨¢s de 200 a?os la declaraci¨®n de los derechos del hombre y del ciudadano, el burgu¨¦s actual no es capaz de soportar ni el hero¨ªsmo ni el ideal. Queriendo apropiarse del voto ¨²til, los partidos han conseguido que el personal se acoja al voto in¨²til, a la loncha de chorizo ib¨¦rico. O a la abstenci¨®n, que tiene algo de destierro ateniense. Al igual que se supone que hay un voto de izquierdas y otro de derechas, probablemente exista una abstenci¨®n de izquierdas y otra de derechas, pero en el recuento las juntan en la fosa com¨²n de la mayor¨ªa silenciosa. Los votos que no van a los dos partidos mayoritarios se pueden interpretar de mil maneras. La red est¨¢ llena de f¨®rmulas, divisiones, multiplicaciones, al respecto. Por ejemplo, unos dicen que en el recuento la abstenci¨®n beneficia a los partidos peque?os y que el voto en blanco les perjudica. Pero en esta multitud de lecturas lo que m¨¢s se ve es que vivimos una democracia de latifundios, que al margen del bipartidismo no hay aire para respirar. Queda un inmenso campo de refugiados al que se llama mayor¨ªa silenciosa. Me dan un mont¨®n de miedo los gobernantes como Artur Mas que se arrogan el respaldo de las mayor¨ªas silenciosas; porque cuando no pueden quedarse con los votos de los rivales se quedan con los que nadie ha usado. Esta es otra forma de corrupci¨®n de la democracia. La gente, los chavales y los viejos, est¨¢n saliendo a la calle para que cambie todo esto, para pedir que se modifique la ley electoral, que se reformen los aspectos obsoletos de la Constituci¨®n, para echar a los corruptos como han echado a Mubarak, para que la clase pol¨ªtica tome partido y se moje si de verdad quiere seguir vigente.
Estamos en la noche que separa a la democracia del fascismo o de lo que venga ahora. Pero no es por eso por lo que no salgo de noche y me quedo en casa viendo pel¨ªculas antiguas, al contrario, debiera salir m¨¢s para ver lo que pasa. Por eso fui la otra noche a la plaza de Catalunya, porque quise ver c¨®mo eran las asambleas, c¨®mo estaban organizados los participantes en comisiones de cocina, de sanidad, de propaganda. Volv¨ªamos del Flamenco Ciutat Vella (la Ginesa cantando con homenajes a Morente y a Fernando Terremoto, y luego la Moneta de Granada bailando un repertorio muy amplio), y acabamos los amigos entre los carteles y las pancartas donde los que protestan tienen escrito bien claro lo que piden y lo que piensan. La verdad es que parec¨ªa un poco que lleg¨¢bamos de visita con el Imserso rojo (hombres y mujeres reci¨¦n cenados, ley¨¦ndolo todo, mir¨¢ndolo todo), pero tambi¨¦n es cierto que esto no pareci¨® molestarle a ninguno de los all¨ª presentes. La campa?a electoral la hab¨ªamos olvidado desde el domingo pasado, el d¨ªa de la manifestaci¨®n. La gente que habla en serio est¨¢ en estos sitios. Lo que dicen los candidatos es un patetismo de conveniencias y de astucias de escaso nivel; en su af¨¢n de salir todo el rato en la televisi¨®n, en la radio, en los peri¨®dicos, est¨¢n m¨¢s cerca de los concursantes que se presentan a Gran Hermano que de los chavales que se han movilizado. Si en algo se me ha ocurrido pensar durante la jornada de reflexi¨®n (y esto de la jornada de reflexi¨®n despide un tufillo beato como de guardar ayuno antes de comulgar) es que cada ciudad tiene su cementerio nuclear y el de Barcelona se llama Millet, y que estos chavales quieren cambiar el mundo y cuentan con nosotros. Buen voto o lo que se tercie.
Javier P¨¦rez And¨²jar es escritor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.