Wall Street esquiva sus culpas
EE UU no logra exigir responsabilidad penal a los causantes de la crisis financiera
Charles Ferguson se lanz¨® a la yugular al recibir el Oscar al mejor documental. "Tres a?os despu¨¦s de una crisis financiera causada por el fraude, ni un solo ejecutivo fue a la c¨¢rcel y eso est¨¢ muy mal". El director de Inside job expresaba as¨ª entre aplausos la rabia dominante por los pecados de Wall Street, por los que no se han exigido responsabilidades. Descontento que se hizo o¨ªr esta semana en el preestreno de Too big to fail, el filme de la HBO que escenifica el rescate de la banca tras la quiebra de Lehman Brothers. No cesan las cr¨ªticas contra los reguladores por no haber castigado a ning¨²n ejecutivo, mientras se conceden primas exorbitantes, como los 23,4 millones de d¨®lares (16,5 millones de euros) para Vikram Pandit en Citigroup.
JP Morgan reserva miles de millones para cubrir el coste de 10.000 demandas
El fiscal de Nueva York investiga si tres bancos mintieron a los inversores
Pese a las revelaciones que van y vienen del mundo financiero, los reproches han sido hasta ahora morales, como el de la investigaci¨®n independiente del Congreso que analiz¨® las causas del terremoto que sacudi¨® los cimientos del capitalismo. Algunos ejecutivos cayeron, pero poco m¨¢s en unos casos que se suelen resolver fuera de los tribunales.
Angelo Mozilo, el fundador de Countrywide, es el que mejor simboliza el fraude de las hipotecas basura. La firma fue adquirida por Bank of America. En oto?o el banquero pact¨® el pago de 67,5 millones de d¨®lares por sus abusos, cantidad que ir¨¢ a compensar a los inversores, y se le prohibir¨¢ dirigir una compa?¨ªa cotizada. Como parte del arreglo, Mozilo no admiti¨® haber hecho nada irregular.
Es lo que ocurre tambi¨¦n con las firmas metidas en el complejo proceso de titulizaci¨®n de las hipotecas. Se calcula que durante la burbuja inmobiliaria se colocaron en el mercado un bill¨®n de d¨®lares en CDO -un sofisticado producto financiero que re¨²ne cestas de pr¨¦stamos respaldadas por activos con alto riesgo de impago-. El colapso de este mercado agrav¨® la crisis financiera.
La investigaci¨®n a la m¨¢quina de hacer hipotecas vuelve a activarse. El fiscal del Estado de Nueva York, Eric Schneiderman, acaba de solicitar documentos a Goldman Sachs, Bank of America y Morgan Stanley para determinar si enga?aron a los inversores sobre estos productos derivados.
Es complicado llevar la lista de investigaciones y litigios abiertos. Solo JP Morgan Chase, considerada la buena de Wall Street, se enfrenta a 10.000 demandas. Por lo que se ve forzada, como otras entidades, a poner miles de millones en reserva para cubrir los costes de lo que su consejero delegado, Jamie Dimon, califica como una "dura batalla" que llevar¨¢ a?os.
La de Schneiderman, que resucita la investigaci¨®n iniciada por su antecesor Andrew Cuomo, destaca sobre el resto porque es la m¨¢s relevante en el negocio de la titulizaci¨®n desde que el regulador financiero (SEC) sellara el pasado verano un pacto con Goldman Sachs, que acab¨® desembolsando 550 millones de d¨®lares por los "errores" en la estructuraci¨®n del fondo Abacus.
En los CDO es donde se concentra el grueso del escrutinio a la banca. Aunque el fiscal neoyorquino quiere examinar todo el proceso, desde la concesi¨®n de la hipoteca hasta la colocaci¨®n al inversor como un bono. Pero aunque Goldman se convirti¨® en el saco hacia el que se dirigieron los pu?etazos de los legisladores en el Congreso, lo cierto es que no es el principal actor en ese mercado.
La SEC necesita cabezas. Pero le est¨¢ resultando muy dif¨ªcil probar que hubo una conducta irregular intencionada o ilegal. Est¨¢ por ver, por tanto, si se presentar¨¢n cargos espec¨ªficos contra individuos metidos en la estructuraci¨®n y venta de activos hipotecarios de alto riesgo.
En el punto de mira tiene a JP Morgan Chase, Citigroup, Morgan Stanley, Bank of America y UBS. Entre tanto, el fiscal Preet Bharara elev¨® m¨¢s la presi¨®n este mes al demandar a Deutsche Bank por enga?ar de forma reiterada a la agencia de la vivienda, solicitando garant¨ªas para hipotecas que luego estructuraba. Le reclama m¨¢s de 1.000 millones de compensaci¨®n.
Hay muchos cabos sueltos para poder tirar de esta compleja madeja. La fiscal¨ªa neoyorquina present¨® recientemente cargos por la v¨ªa civil contra la auditora Ernst & Young por hacer la vista gorda con la situaci¨®n financiera de Lehman Brothers. Y en paralelo, los fiscales de 50 Estados investigan a la banca por el esc¨¢ndalo de los desahucios autom¨¢ticos de viviendas morosas.
El Departamento de Justicia se desentendi¨® hace un a?o de investigar los abusos que llevaron al derrumbe de la aseguradora AIG. La estrategia de Robert Benmosche, actual consejero delegado de AIG, es tratar de resolver esta y otras disputas legales lo m¨¢s r¨¢pido posible. Eso le permitir¨¢ allanar el camino para que la Administraci¨®n empiece a desprenderse del 92% del capital que sigue conservando en la compa?¨ªa, por lo que se podr¨ªa deducir que el Tesoro es el primer interesado en que no haya sobresaltos.
Por todo esto no es de extra?ar que Eric Holder, el equivalente al ministro de Justicia en EE UU, est¨¦ siendo muy criticado por no lanzar causas criminales contra Wall Street. Este mes, ante el Senado, acus¨® a Goldman Sachs y Deutsche Bank de enga?ar a los inversores. La SEC insiste en que si no se puede probar una conducta criminal, no es por falta de dedicaci¨®n. Para mostrarlo, acaba de abrir una secci¨®n en su portal en la que se muestran los cargos que present¨® contra 32 ejecutivos por pr¨¢cticas relacionadas con la crisis. Y cuantifica el valor de las sanciones en 1.340 millones, la mitad a cargo de Goldman Sachs, Mozilo y Citigroup.
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