El presidente yemen¨ª utiliza a sus huestes para retener el poder
Los diplom¨¢ticos cercados por hombres de Saleh escapan en helic¨®ptero
Por tercera vez en un mes, el presidente de Yemen, Al¨ª Abdul¨¢ Saleh, dio ayer un portazo a la comunidad internacional, a la oposici¨®n y a los manifestantes de su pa¨ªs. Volvi¨® a negarse a firmar el acuerdo auspiciado por el Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG), en virtud del cual tendr¨ªa que dejar el poder en 30 d¨ªas a cambio de inmunidad procesal.
Centenares de partidarios de Saleh armados rodearon ayer la Embajada de Emiratos ?rabes Unidos, donde se encontraban reunidos el embajador de Estados Unidos, diplom¨¢ticos europeos y cinco miembros del CCG, incluido el secretario general del CCG, Abdelatif Zayani, que hab¨ªa regresado a San¨¢ el viernes pasado para lograr el acuerdo tras los dos intentos fallidos. Tampoco permitieron que un mediador del Golfo saliera de la embajada hacia el palacio presidencial para evitar la firma del acuerdo.
Decenas de miles de ciudadanos se manifiestan contra el Ejecutivo
Las huestes del presidente cortaron las principales calles de San¨¢ y quemaron neum¨¢ticos, mientras gritaban por altavoces desde coches: "Rechazamos firmar la iniciativa del Golfo y el golpe contra la legitimidad". El ministro de Exteriores emirat¨ª, Abdal¨¢ bin Zayed al Nahyanm, pidi¨® a Yemen que garantizara la seguridad de su embajada. Al encontrarse retenidos durante varias horas, los diplom¨¢ticos tuvieron que ser rescatados de la embajada de Emiratos en un helic¨®ptero hasta el palacio presidencial.
Decenas de miles de manifestantes antigubernamentales exig¨ªan paralelamente la inmediata dimisi¨®n de Saleh y amenazaron con organizar marchas hacia los principales edificios gubernamentales.
La presi¨®n internacional es cada vez mayor sobre el presidente de Yemen. EE UU y Arabia Saud¨ª temen que aumente la influencia de Al Qaeda y que se dilate la situaci¨®n ca¨®tica que vive el pa¨ªs m¨¢s pobre de la regi¨®n desde hace tres meses, en la que han muerto ya 170 personas tiroteadas por la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito. La gran baza de Saleh para conservar el poder ante la comunidad internacional era el terrorismo. Ayer volvi¨® a recurrir a ella, y dijo en televisi¨®n que Al Qaeda podr¨ªa aprovecharse del vac¨ªo de poder si ¨¦l dimite.
Es la tercera vez que el presidente bloquea el acuerdo. En las dos primeras ocasiones, se escud¨® en escollos formales (no quer¨ªa firmar como presidente de Yemen, sino como l¨ªder de su partido). Ayer adujo que el acto de la firma deb¨ªa llevarse a cabo a la vez entre el partido del Gobierno y la oposici¨®n, y en el palacio presidencial.
La oposici¨®n se neg¨® a rubricarlo de nuevo, ya que lo hab¨ªa hecho el s¨¢bado ante miembros del CCG y diplom¨¢ticos occidentales. No fue suficiente para Saleh, aunque a ¨²ltima hora s¨ª para su partido, que acab¨® firmando. El presidente, en un discurso en televisi¨®n, culp¨® del fracaso del acuerdo a la oposici¨®n y agit¨® el fantasma de la guerra civil: "Si Yemen acaba sumido en la guerra civil, los responsables ser¨¢n ellos, as¨ª como del derramamiento de sangre". Por ahora, Saleh sigue en su puesto, como en los ¨²ltimos 33 a?os.
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