Urnas en la segunda casa

Ulda y Jos¨¦, un matrimonio ecuatoriano, vot¨® ayer por primera vez en Bilbao. A la salida de su colegio electoral en el barrio de Miribilla, donde depositaron sus papeletas los vecinos de San Francisco o Bilbao La Vieja, se mostraban satisfechos por haber podido contribuir a unas elecciones. Pagan la hipoteca del piso en el que residen, por lo que aseguran estar preocupados por la vivienda, adem¨¢s de su trabajo. No en vano, su hijo, de 25 a?os, se halla en paro y no puede votar.

"En Ecuador apoy¨¢bamos a un partido opuesto al que ahora votamos aqu¨ª. Se es de izquierdas o de derechas dependiendo de las condiciones de vida", explica Jos¨¦. Un apoderado de EB en un colegio de Iruarteta, en el que votaron los bilba¨ªnos empadronados en Irala, Zabala o San Adri¨¢n, apuntaba que un 70% de los inmigrantes que realizaron los tr¨¢mites para poder votar concurri¨® ayer en los comicios. Entre ellos, los m¨¢s participativos son los sudamericanos "con un voto disperso", seg¨²n precisa el representante de EB. Los menos activos son los procedentes del norte de ?frica.

"En Ecuador apoy¨¢bamos a un partido opuesto", indica un ecuatoriano

Los inmigrantes del norte de ?frica son los que menos inter¨¦s muestran

Pueden votar los inmigrantes que tengan ya la nacionalidad espa?ola, los ciudadanos de la UE que residen en Espa?a o las personas de pa¨ªses que tienen suscritos con Espa?a convenios de reciprocidad de voto. Sin embargo, poco m¨¢s de 1.000 extranjeros realizaron en toda Euskadi los tr¨¢mites para participar en las elecciones.

Ania, de 35 a?os, naci¨® en Cuba. De nacionalidad espa?ola, cree que sus compatriotas no se enfrentan a tantos problemas como los inmigrantes de otros pa¨ªses. Tras votar en Bilbao, apuntaba a EL PA?S: "La pol¨ªtica municipal es la que m¨¢s importa porque es la m¨¢s cercana, la que cuenta en el d¨ªa a d¨ªa".

Sin embargo, no todos consideran lo mismo. Ibrahim, un joven marroqu¨ª, acompa?¨® a un compa?ero a un colegio electoral de Bilbao, y, pese a que pod¨ªa ejercer su derecho, prefiri¨® no hacerlo. "No me he planteado votar. Creo que lo que yo opine va a dar igual, que no se tendr¨¢ en cuenta al tomar decisiones", dec¨ªa.

Mame, Kanteye y Paapa, de origen senegal¨¦s, s¨ª consideraron necesario participar. Los tres llevan m¨¢s de una d¨¦cada residiendo en Bilbao y comparten preocupaciones: la vivienda y, por supuesto, el trabajo. El mencionado apoderado de EB recuerda que Senegal es otro de los pa¨ªses cuyos nacionales m¨¢s participan en las elecciones. "Muchos vienen con ideas pol¨ªticas que expresar", sostiene.

Fabio, un colombiano que trabaja como camarero, no pudo votar hasta la ¨²ltima hora de la tarde, pues le toc¨® ser presidente de una mesa de un colegio electoral en Getxo. Ayer, la primera vez que votaba en Espa?a, asisti¨® a los comicios con las ideas claras: "Pedimos m¨¢s empleo y justicia social con nuestros compatriotas".