L¨®pez descarta adelantar las elecciones auton¨®micas

El Gobierno analizar¨¢ hoy en su reuni¨®n semanal los resultados electorales del pasado domingo con la aceptaci¨®n previa de lo adversos que han resultado pra los socialistas, pero tambi¨¦n con la advertencia de que no cuestionan ni su continuidad ni la del acuerdo de bases para el cambio que mantiene con el PP.

El Gabinete s¨ª ha visto defraudada la expectativa de que su gesti¨®n ayudara al PSE a salir mejor librado de las urnas en Euskadi que el conjunto del PSOE. Era un logro que al lehendakari y secretario general de los socialistas vascos, Patxi L¨®pez, le habr¨ªa gustado presentar ayer en la reuni¨®n de la ejecutiva del partido, pero no ha sido as¨ª, admiten las fuentes consultadas. Y ello pese a que el PP tampoco ha tenido en Euskadi el crecimiento del conjunto de Espa?a. Pero el efecto Bildu ha ocasionado iguales o mayores da?os.

El Ejecutivo conf¨ªa en que el PNV busque pactos transversales

Sin complejos, en palabras de algunos de los altos responsables del Ejecutivo consultados, se disponen sus miembros a afrontar el resto del mandato, incluida la presi¨®n del PNV, que ayer mismo se pronunci¨® a favor de un adelanto de las elecciones auton¨®micas, aunque su presidente, I?igo Urkullu, a?adi¨® que su formaci¨®n no se lo pedir¨¢ al lehendakari.

Es la primera decisi¨®n ya tomada, que hoy probablemente oficializar¨¢ la portavoz, Idoia Mend¨ªa. "De anticipo electoral, nada. En estas elecciones no se ha sometido a escrutinio al Gobierno, ni su gesti¨®n ni su pol¨ªtica. Hay que diferenciar ¨¢mbitos", respondieron contundentes fuentes oficiales.

Tanto esas fuentes como otras oficiosas consultadas por EL PA?S coincidieron en que para el Ejecutivo no ha cambiado nada sustancial: sigue considerando la crisis econ¨®mica como su tarea principal y "ni este resultado ni cualquier otro" le har¨¢n perder de vista esa cuesti¨®n. "Estamos ante un cambio econ¨®mico de calado, en el que el lehendakari va a seguir ejerciendo su liderazgo. Quien no vea eso as¨ª est¨¢ perdido", coincidieron en se?alar medios cercanos a L¨®pez y a la c¨²pula del PSE. Lo que no se niega es que los socialistas no han rentabilizado en absoluto su posici¨®n de partido de gobierno en la comunidad aut¨®noma. Pero se recuerda que el acuerdo con el PP se hizo por considerar que el pa¨ªs no pod¨ªa seguir en la din¨¢mica de desaf¨ªos soberanistas de los Gobiernos del PNV.

El Gabinete s¨ª tiene un inter¨¦s prioritario en este momento, ¨ªntimamente relacionado con los resultados del 22-M: los pactos. De ellos, aunque resulte parad¨®jico por el vapuleo que ha recibido el PSE, puede derivarse una mayor comodidad para el Ejecutivo. Para que eso ocurra es preciso que el PNV no logre retener las tres Diputaciones, su principal arma contra el Gobierno. A nadie se le escapa el papel que con ellas en sus manos podr¨ªa jugar en la segunda parte del mandato de L¨®pez.

Las graves dificultades en que queda adem¨¢s el primer partido de la oposici¨®n, sobre todo en Guip¨²zcoa, pueden matizar mucho tambi¨¦n su agresividad en el Parlamento, m¨¢xime cuando el m¨¢ximo responsable provincial del PNV es su portavoz en la C¨¢mara, Joseba Egibar.

Ni los malos resultados de los socialistas ni la evidencia de un apoyo masivo a una opci¨®n que no pudo presentarse a las elecciones de 2009 desautorizan ni tienen por qu¨¦ jugar en contra del Ejecutivo, sostienen las fuentes consultadas. Pueden no fortalecerlo tampoco, pero eso es todo, mientras el PP siga garantizando su estabilidad. De ese flanco podr¨ªan asomar las ¨²nicas inquietudes para L¨®pez, seg¨²n algunos medios, que se preguntan ya por el esquema para las elecciones generales de 2012 que tengan los populares y de su inter¨¦s, o la orden de G¨¦nova, por desmarcarse del pacto con el PSE a partir de cierto momento.

La convicci¨®n en el Gobierno es que el PNV va a tener bastante con sus propios problemas y calendario, desde qu¨¦ hacer en Guip¨²zcoa ahora mismo hasta su asamblea general de diciembre y la elecci¨®n de un candidato a lehendakari del que a¨²n carece. As¨ª, no tiene por qu¨¦ tener prisa en forzar, en el caso de que pudiera, el adelanto unas elecciones para las que tampoco est¨¢ preparado. El primer reto de ese partido, cuyo desenlace espera con inter¨¦s el Gobierno, es dilucidar "si consolida las tesis soberanistas o vuelve a la estrategia pactista para contener la marea Bildu".

En el Ejecutivo s¨ª se perciben otras voces que creen que hay que reorientar la acci¨®n hasta el final de la legislatura.

Los sectores m¨¢s inc¨®modos con el PP opinan que hay que dar prioridad total a los pactos municipales y forales y buscar un acuerdo con el PNV en Guip¨²zcoa y Vizcaya, que dar¨ªa como resultado "centrar al Gobierno y al lehendakari". Desde su precaria posici¨®n, el PSE puede encontrar la compensaci¨®n de resultarle imprescindible al PNV, entienden. Y es al PNV a quien le toca tomar la iniciativa y llamar, en su caso, a la puerta socialista. Salvo que opte por los pactos de acumulaci¨®n nacionalistas con Bildu, una posibilidad menos manejada en el Gobierno.