El eG-8 debate el papel regulador de los Gobiernos en Internet
La cumbre convocada en Par¨ªs por Sarkozy aborda los derechos de autor
Internet, "vector de una potencia in¨¦dita para la libertad de expresi¨®n", clave en las revoluciones de T¨²nez y Egipto, no puede "escapar de los valores y reglas m¨ªnimos", asegur¨® ayer Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, en la inauguraci¨®n de la cumbre tecnol¨®gica que se celebra hasta hoy en Par¨ªs. En ella intervienen empresas nacidas en la Red, como Google y Facebook, que defienden un papel subsidiario de los Gobiernos en la regulaci¨®n de la Red, y compa?¨ªas tradicionales que apuestan por la intervenci¨®n reguladora, como el grupo Bertelsmann. Su presidente, Hartmut Ostrowski, compar¨® ayer Internet con los autom¨®viles: "Al principio, no hab¨ªa l¨ªmites de velocidad, ni se?ales, ni reglas. Pero son necesarias".
Los principales empresarios del sector acuden al foro tecnol¨®gico
Jimmy Wales: "La Red permite que el suahili tenga una enciclopedia"
La cita del eG-8 se contempla como una reuni¨®n preparatoria de la cita del G-8 que se celebra esta semana en Deauville (Francia). En la prensa francesa, la convocatoria se recibi¨® con cr¨ªticas por lo que consideran una primac¨ªa en la agenda de los temas que preocupan a la industria, como los derechos de autor o el comercio digital, frente a las cuestiones sobre la libertad de expresi¨®n y la ciberdisidencia.
Para Sarkozy, "la poblaci¨®n ¨¢rabe ha mostrado que Internet no pertenece a los Estados". Y a?adi¨®: "En esta tercera mundializaci¨®n de la historia, sin embargo, no puede marginarse a los Estados democr¨¢ticos. Olvidar que son los representantes leg¨ªtimos de la voluntad popular ser¨ªa apostar por un riesgo claro, el caos democr¨¢tico, la anarqu¨ªa".
El presidente franc¨¦s quiso enumerar tambi¨¦n los peligros de Internet. Y advirti¨®, sin citar a nadie, del peligro de que aparezcan nuevos monopolios donde han desaparecido otros, a la vez que se opuso a la idea de una transparencia total.
Sarkozy recalc¨® que si la tecnolog¨ªa es neutra no lo son sus usos y que no debe permitirse que la revoluci¨®n digital pueda atentar contra los derechos elementales.
Eric Schmidt, presidente de Google, destac¨® que la tecnolog¨ªa va m¨¢s r¨¢pida que los Gobiernos, por lo cual aconseja no legislar antes de saber si la propia tecnolog¨ªa ofrece remedios a los problemas.
En el debate sobre Internet y el crecimiento econ¨®mico, en el que particip¨® la ministra francesa de Econom¨ªa, Christine Lagarde, se pregunt¨® a Schmidt si su compa?¨ªa har¨ªa irrelevante el papel de las operadoras.
"Somos incre¨ªblemente codependientes". Y ante la pol¨¦mica sobre si los grandes proveedores de contenidos deben ayudar a las operadoras a sufragar los costes de la mejora de la infraestructura, Schmidt subray¨® que la gran demanda de los servicios que ofrecen las compa?¨ªas de Internet genera el aumento de tr¨¢fico de las operadoras. "Es un ecosistema en el que todos ganamos". O sea, que no est¨¢n dispuestos a sufragar.
Para el magnate de la prensa y presidente de News Corporation, Rupert Murdoch, el desaf¨ªo de la Red es educar a todos los ni?os del planeta. "Pero las escuelas siguen casi como en la ¨¦poca victoriana, con una pizarra. Cuando las empresas se especializan gracias a Internet, precisan m¨¢s la oferta y el cliente y son capaces de dar un producto cada vez m¨¢s especializado para un consumidor cada vez m¨¢s determinado, debemos hacer eso mismo en la escuela: no tiene sentido que en la ¨¦poca de Internet los alumnos aprendan quebrados todos de la misma manera", asegur¨®.
Jimmy Wales, fundador de la enciclopedia libre Wikipedia, record¨® que Internet permite que el suahili tenga una enciclopedia, "algo que hasta hace poco era completamente inimaginable".
A la pregunta de qu¨¦ deben hacer los pa¨ªses m¨¢s industrializados del planeta, cuyos representantes se re¨²nen el jueves en Deauville, Wales tuvo muy clara la respuesta: "Que todo el planeta tenga conexi¨®n a Internet".
El debate se incendi¨® por la tarde con los derechos de autor. El ministro de Cultura franc¨¦s, Fr¨¦d¨¦ric Mitterrand, dijo nada m¨¢s empezar: "Si no se protegen los derechos de autor, no se protege la creaci¨®n". Y defendi¨® la ley francesa Hadopi, que prev¨¦ cortar la conexi¨®n a Internet, bajo auspicio judicial, a los internautas recalcitrantes que se bajen sin permiso contenidos de Internet protegidos por los derechos de autor.
John Perry Barlow, activista estadounidense replic¨® a Mitterrand: "Por primera vez en la historia de la humanidad cada hombre tiene una voz y puede satisfacer su curiosidad. Todo esto es una herencia que podemos dejar a nuestros sucesores. A lo mejor lo que pasa es que las instituciones a las que ustedes defienden est¨¢n ya obsoletas".
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