Las casas ilegales de Chiclana llegan al Ayuntamiento
El partido de los due?os de viviendas sin permiso tiene la llave del gobierno
Su campa?a ha sido puerta a puerta. Como los vecinos que comparten la sal y el perejil, pero en este caso han intercambiado los problemas derivados de sus viviendas sin licencia. El Partido Vecinal Regionalista de Chiclana (C¨¢diz), el PVRE, en su primer intento en unas elecciones ha conseguido entrar en la corporaci¨®n con dos ediles y es la llave que necesita el PP, la lista m¨¢s votada, para amarrar el gobierno de esta ciudad si quiere evitar un pacto entre PSOE e IU. Aunque los intereses de esta formaci¨®n de nueva creaci¨®n son muy concretos, le une un prop¨®sito inicial con los populares. Una de sus primeras medidas, anunciadas en campa?a, ser¨¢ derogar las ordenanzas que rigen el proceso de regularizaci¨®n de estas casas.
Lo natural es que pacte con el PP, que se opone a la norma para regular las casas
En Chiclana hay 15.000 viviendas ilegales, seg¨²n el recuento de la Junta de Andaluc¨ªa. Proliferaron durante los a?os de gobierno socialista y fue el PSOE el que, cuando el problema se escapaba de sus manos, decidi¨® darle una soluci¨®n con un proceso de legalizaci¨®n por el cual los vecinos pagaban la urbanizaci¨®n de sus calles y los servicios b¨¢sicos a cambio de obtener la licencia definitiva de las casas.
Este proceso ha sido una de las grandes pesadillas para el PSOE, que se ha encontrado con una fuerte oposici¨®n vecinal. Los propietarios decidieron en el anterior mandato convocar varias movilizaciones, que reunieron a cientos de personas. Fue una muestra de fuerza. As¨ª que sus promotores decidieron cambiar la plataforma vecinal por un partido. As¨ª naci¨® el PVRE. "Como vecinos podemos patalear, pero dentro del ayuntamiento podemos morder", subray¨® meses antes de las elecciones la n¨²mero uno de la lista, Marisol Ayala. Su familia, procedente de Burgos, decidi¨® instalarse en Chiclana en busca de tranquilidad y ha terminado consiguiendo representaci¨®n municipal y la llave del gobierno.
"Tenemos una sensaci¨®n agridulce porque esper¨¢bamos m¨¢s", resolvi¨® Ayala en la noche electoral. Estaba convencida de que absorber¨ªa m¨¢s votos de sus vecinos. Su campa?a ha sido la de la puerta a puerta, hablar con cada propietario para conocer sus necesidades e incluirlas en sus promesas. Ha prometido abaratar los costes del proceso y dar m¨¢s facilidades para conseguir servicios como el agua y la luz.
Lo m¨¢s natural es que termine pactando con el PP, aunque sea con acuerdos puntuales. Ambas formaciones est¨¢n en contra del proceso de regularizaci¨®n de viviendas del PSOE y empezar¨ªan derogando las ordenanzas ya aprobadas. El candidato popular, Ernesto Mar¨ªn, con 11 ediles, no descarta nada. Con todo, da por hecho que ser¨¢ alcalde porque entiende que ni PSOE ni IU, que suman 12 ediles y les basta un concejal para la mayor¨ªa absoluta, no pactar¨¢n con el PVRE.
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