Los dedos de la victoria se volver¨¢n tijeras

Donde m¨¢s se nota el d¨ªa siguiente de las elecciones es en el lenguaje, porque en cuanto acaban los discursos empiezan las rebajas, los dedos en forma de uve de la victoria empiezan a abrirse y cerrarse como unas tijeras de podar y mientras los que han perdido siguen cavando en el fondo del pozo, seguramente porque no han le¨ªdo al poeta Henrik Nordbrandt y, por tanto, no saben que "no se debe a?adir peso innecesario / a la propia ca¨ªda", los que han arrasado hasta perdiendo votos, porque no hay nada m¨¢s f¨¢cil que llegar a la meta antes que los que no saben d¨®nde van, se dedican a tachar la palabra optimismo para poner en su lugar la palabra austeridad, a quitar futuro para escribir recortes y as¨ª sucesivamente. Esta vez tendr¨¢n que andarse con cuidado, porque la Puerta del Sol sigue llena de gente y porque, al fin y al cabo, con un 50% de participaci¨®n en las municipales y con la cantidad de votos nulos y en blanco que ha habido, si no quieren o no son capaces de comprender que uno de cada dos espa?oles ha votado, f¨ªsica o mentalmente, contra todos ellos en general, es que no se enteran de nada o, a¨²n peor, porque no les importa: el poder a¨ªsla y de enterarse a enterrarse solo hay una erre de diferencia.

Uno de cada dos espa?oles ha votado, f¨ªsica o mentalmente, contra los pol¨ªticos

El alcalde de Madrid, que igual s¨ª ha le¨ªdo a Nordbrandt y que si no lo ha hecho lo har¨¢ en cuanto acabe este art¨ªculo, porque es una persona culta a la que le gustan de verdad los libros -me apuesto una primera edici¨®n de Neruda a que ya ha estado m¨¢s de una vez por el paseo de Recoletos, como cada a?o, desenterrando tesoros con las manos, igual que hacen todos los bibli¨®filos, en las casetas de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasi¨®n- y, por tanto, no soportar¨¢ ignorar a ese poeta dan¨¦s de cinco estrellas que ya sabe, porque en esto s¨ª que se va a fiar de m¨ª, que le va a gustar. Ojal¨¢ se fiara tambi¨¦n de Juan Urbano y de m¨ª en otras cosas, y a la hora de ahorrar tuviera como ¨²nico objetivo el de mejorar nuestra vida, que es algo que no va a hacer a base de ponernos boca abajo para sacarlos hasta la ¨²ltima moneda, subiendo unos impuestos e invent¨¢ndose otros y, sobre todo, poni¨¦ndonos multas de tr¨¢fico que tienen mucho menos que ver con el c¨®digo de circulaci¨®n que con los presupuestos del Ayuntamiento. Aunque a ¨¦l y a los dem¨¢s el truco empieza a salirles mal: "No me pidas que te diga la verdad si no quieres correr el riesgo de que lo haga", dice Bob Dylan, y resulta que los conductores de este pa¨ªs han decidido hacerle caso y frenar cuando les han bajado la velocidad en las autopistas de 120 a 110 kil¨®metros por hora, con lo cual las sanciones se han reducido en m¨¢s de un 60% y el negocio sucio, esta vez, les ha salido mal. Dylan cumpli¨® el martes 70 a?os y para celebrarlo Christina Rosenvinge, Amaral y Nacho Vegas estuvieron interpretando algunas de sus canciones en la azotea del C¨ªrculo de Bellas Artes. Los segundos tocaron A hard rain's a-gonna fall, que es lo que dice Alberto Ruiz-Gallard¨®n: una fuerte lluvia va a caer, as¨ª que ya pueden irse preparando. "Los dedos de la victoria se volver¨¢n tijeras" no es un verso de Shakespeare, aunque podr¨ªa haberlo sido, pero s¨ª que lo son otros dos, muy hermosos, que los j¨®venes de la Puerta del Sol han escrito en un cartel: "Si no nos dej¨¢is so?ar / no os dejaremos dormir". Una multitud es un ojo que no se cierra, y esta nos est¨¢ haciendo recordar lo que es una verdadera plaza p¨²blica que merezca ese nombre: un lugar en el que nunca se sabe cu¨¢ndo va a ser fin de a?o y van a empezar a sonar las campanas.

Que los perdedores hagan sitio y los ganadores no olviden que la suya es una victoria bajo vigilancia y muy peque?a a pesar de lo grande que ha sido su triunfo, porque la mitad del pa¨ªs les ha suspendido y les da la espalda, a Juan Urbano y a m¨ª nos parece una buena manera de empezar a preparar el porvenir. Piensa bien d¨®nde vas a meter la tijera, que aqu¨ª ya no queda tela que cortar y en tus palacios sobran cortinas. Te van a encantar otros versos de Henrik Nordbrandt que dicen que "a veces tienes que conquistar Bizancio / para poder rescatarte a ti mismo".