'Spanishvoltereta'
Bueno, esto era la spanishrevolution, si alguien pens¨® que fuera a ser otra cosa. Cierto que a las novedades les cuesta germinar y madurar, que las vanguardias requieren tiempo, pero los mismos t¨¦rminos que estoy utilizando corresponden a ¨¦pocas pret¨¦ritas y no a la ¨¦poca Twitter, para la que la inmediatez, la viralizaci¨®n, el contagio y la explosi¨®n del acontecimiento constituyen el modo de realizaci¨®n de lo que ha de ocurrir. Si las acampadas urbanas pretend¨ªan representar un estado de ¨¢nimo y de opini¨®n de la sociedad espa?ola, los resultados de las pasadas elecciones las desmienten por completo. No han sido catalizadoras del malestar espa?ol, no ha habido contagio, y su influencia en el comportamiento electoral de los ciudadanos si no ha sido nula, ha sido escasa. Casi cabr¨ªa decir que los deseos de los ciudadanos espa?oles caminaban en sentido contrario al de los acampados. Ha barrido el PP, pero valdr¨ªa lo mismo si quien hubiera barrido hubiera sido el PSOE.
Lo que muestran los resultados electorales del domingo es la solidez de nuestras estructuras pol¨ªticas, capaces de ofrecer alternativas de participaci¨®n al descontento, lo que no significa que no sean mejorables ni que bastantes de las propuestas que han tuiteado estos d¨ªas entre los acampados -y que en absoluto son novedosas- no puedan ser aceptadas. Pero si los acampados parec¨ªan demandar una soluci¨®n por la izquierda, o un rechazo al autismo de la clase pol¨ªtica espa?ola, lo cierto es que no ha habido tal rechazo y que Espa?a se ha derechizado. Tal vez sea una consecuencia de la realidad social surgida estas ¨²ltimas d¨¦cadas, aunque tambi¨¦n es cierto que la derecha est¨¢ ganando la batalla de las ideas y que tiene un laboratorio exitoso en el que ponerlas en pr¨¢ctica, la Comunidad de Madrid, cuyo poder de irradiaci¨®n es innegable. Resulta tambi¨¦n muy significativo de esta tendencia que el voto descontento del PSOE se haya dirigido en tan escasa proporci¨®n hacia los partidos m¨¢s a su izquierda -IU, Bildu-, en contra de lo que cabr¨ªa esperar.
Y nos queda Bildu. Su apuesta por la pol¨ªtica ha recibido el espaldarazo de la sociedad vasca, y tengo la impresi¨®n de que ha sido el receptor del voto de izquierda -de la abertzale y de bastantes de los descontentos de la no abertzale-. No simpatizo con ellos, pero confieso sentir morbo por verlos asumir responsabilidades de gobierno, verlos fuera de esa burbuja autista que no ve en los otros m¨¢s que enemigos, comprobar su capacidad de tolerancia y su forma de responder a las realidades concretas. Ahora bien, el hecho de que hayan ganado en Guip¨²zcoa y San Sebasti¨¢n no significa que no hayan de someterse a la din¨¢mica de pactos a la que se han solido someter otros que tambi¨¦n ganaron y, sin embargo, quedaron en la oposici¨®n. No son la mayor¨ªa, y quiz¨¢ el morbo no sea raz¨®n suficiente para que esa mayor¨ªa les otorgue su venia. Son como los dem¨¢s, y tambi¨¦n a eso tendr¨¢n que acostumbrarse.
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