Ausencia de reacci¨®n
Me parece que la reacci¨®n que se est¨¢ produciendo en el PSOE es sana. Es una se?al de que es un organismo vivo, que, ante una cat¨¢strofe como la del 22-M, reacciona poniendo en cuesti¨®n el liderazgo del partido. Ya veremos en este mismo fin de semana hasta d¨®nde llega el cuestionamiento y si es la estrategia del actual presidente del Gobierno y secretario general de responder con unas primarias para la designaci¨®n del candidato a la presidencia en las futuras elecciones, intentar agotar la legislatura y dejar el congreso de renovaci¨®n de la direcci¨®n del partido para despu¨¦s de las elecciones, la que se acaba imponiendo o si, por el contrario, es la posici¨®n de quienes reclaman la celebraci¨®n de un congreso inmediatamente la que se convierte en mayoritaria en el comit¨¦ federal del s¨¢bado.
Cuando se han perdido unas elecciones de la forma en que el PSOE las ha perdido, no tanto por el avance del adversario como por hundimiento propio, una reacci¨®n de esta naturaleza es lo menos que cabe esperar. Es obvio que la estrategia del presidente del Gobierno de anunciar que no ser¨¢ candidato en las pr¨®ximas elecciones, intentando de esta manera que la campa?a electoral fuera aut¨¦nticamente municipal y no nacional, ha fracasado estrepitosamente. Es l¨®gico, en estas circunstancias, que se piense que tambi¨¦n puede fracasar la que tiene prevista para encarar el final de la legislatura y que se presenten estrategias alternativas. Si esto no estuviera ocurriendo, el PSOE estar¨ªa muerto.
El s¨¢bado sabremos qu¨¦ decide el comit¨¦ federal y en los pr¨®ximos meses comprobaremos si la decisi¨®n que se adopte es avalada o no por los ciudadanos. Como dicen los ingleses, la prueba del pud¨ªn est¨¢ en el momento de comerlo. En pol¨ªtica no hay garant¨ªa de ¨¦xito casi nunca y menos cuando se tiene que tomar una decisi¨®n en condiciones dram¨¢ticas. Pero hay que hacerlo. Y en esas est¨¢ el PSOE en este momento.
Tambi¨¦n en Andaluc¨ªa, en donde no se ha producido ninguna reacci¨®n, a pesar de que aunque los resultados en t¨¦rminos absolutos no sean peores que en el resto del Estado, en t¨¦rminos relativos s¨ª lo son. El hundimiento del PSOE-A ha sido tremendo y si no se reacciona, puede ser peor en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas.
Lo que me est¨¢ sorprendiendo no es, pues, el enfrentamiento en el PSOE entre posiciones diversas de por d¨®nde se debe ir, sino la ausencia de debate en Andaluc¨ªa. Si los socialistas andaluces no son capaces de reaccionar y replantearse que con el partido tal como lo tiene ahora mismo pueden concurrir, pero no competir de verdad en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, es que no han entendido lo que los ciudadanos les han dicho de manera inequ¨ªvoca este pasado domingo.
El PSOE-A no necesita menos renovaci¨®n que el PSOE, sino tal vez m¨¢s. Entre otras cosas, porque el PSOE ha gobernado las dos ¨²ltimas legislaturas, tras dos legislaturas de Gobierno del PP, mientras que el PSOE-A lleva gobernando Andaluc¨ªa desde 1982. En el resultado del pasado domingo ha pesado, sin duda, la crisis y el castigo al Gobierno de la naci¨®n, pero ha pesado tambi¨¦n la imagen de un partido apalancado en el poder, sin mensaje con el que conectar con los ciudadanos. Para m¨ª, m¨¢s lo segundo que lo primero.
El PSOE-A ha sido en esta campa?a electoral un partido paralizado por el miedo a perder. Eso es lo que los ciudadanos han percibido y es lo que explica en parte el sentido de su voto. Esto es mucho peor que la crisis. Y o se corrige o la derrota no es que pueda ser todav¨ªa mayor, sino que ser¨¢ con seguridad mayor. No basta con decir que se ha entendido el mensaje. Hay que demostrarlo. Las reacciones o, mejor dicho, la ausencia de reacci¨®n desde el domingo pasado no es presagio de nada bueno.
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